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Nacionales

Hace falta una solución popular, democrática y antiimperialista a la crisis

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EDITORIAL

            Argentina vive una profunda crisis política, económica, social y cultural, que empalma con factores internacionales pero ante todo tiene causas internas. Lo externo no es sólo la guerra en Ucrania, con el alza de precios de alimentos y energía. Eso incide pero nuestro país sufre una altísima inflación, por ejemplo el 53,5 por ciento del último año de Macri y 50,1 de Fernández en 2021, sin que Putin hubiera empezado a desnazificar Ucrania.

            Ese ejemplo pinta la influencia recíproca, no iguales, de los factores internacionales e internos en los dramas económicos que sufren 46 millones de argentinos, descontando el millón que vive a cuerpo de rey y reina.

            Si hablamos de factores mundiales no se debe caer en el error de atribuir la culpa de lo sucedido en Ucrania al gobierno ruso. El PL explicó desde el 24 de febrero pasado: esa contienda militar tuvo como responsables a Estados Unidos, la OTAN y los neonazis del gobierno de Zelenski.

            EE UU y los gobiernos europeos que promovieron esa guerra también adoptaron sanciones económicas y financieras contra Rusia, que en parte también apuntan contra China. Por eso, al dejar de comprar gas ruso, que era más barato, los gobiernos europeos son responsables del aumento del precio de la energía, lo que perjudica a sus poblaciones y al mundo, incluida Argentina, que deberá pagar 4.500 millones de dólares más en 2022 por sus importaciones de gas.

            Este tema del gas ratifica el enfoque del PL y de un arco popular, por ejemplo hay una muy buena declaración sobre energía y subsidios del exministro Julio de Vido y Roberto Baratta. Ahí cuestionan la política del gobierno de Fernández de cortar subsidios energéticos y aumentar las tarifas de gas y luz, todo en acuerdo con el FMI supuestamente para reducir el déficit fiscal. Ya comenzaron las audiencias públicas para justificar el aumento de tarifas del gas, que para la mayoría de usuarios será de entre el 20 y el 50 por ciento.

            De Vido y Baratta cuestionan los subsidios a las distribuidoras privadas, que tienen grandes deudas con el Estado, como Metrogas, Camuzzi, Naturgy BAN, Ecogas, etc. Y los negocios que el Estado-YPF hace con las petroleras y gasíferas, por ejemplo Vista Oil, a la que permiten exportar gas en desmedro del abastecimiento interno y quedarse con los dólares que faltan en el Banco Central.

LOS 5 PUNTOS DEL PL

            En esos dos puntos (el aumento de precios de alimentos y la suba de tarifas de gas y luz), se condensa un problema mayor pues la inflación y el dominio de los monopolios tienen que ver con el alza de la pobreza, la indigencia e incluso el hambre. Según los datos oficiales hay 14,4 millones de pobres, una parte de los cuales son indigentes.

            Y en el otro extremo están Molinos, Arcor, Aceitera General Deheza, La Serenísima, Ledesma, Nestlé, La Anónima, Cargill, ADM y otros monopolios que ganan fortunas con las subas en alimentos y los precios dolarizados de la exportación. Lo mismo pasa en el sector energético: Vista Oil, Tecpetrol, Chevron, Shell, Total, Panamerican Energy, Pampa Energía y otras compañías tienen ganancias millonarias en “verdes”. Los hogares ya venían pobres y lo serán aún más por los aumentos de tarifas acordados con el FMI en marzo pasado.

            El programa antiimperialista y popular del PL, hoy acentúa en 5 Puntos:

            1.- Controlar férreamente a los monopolios formadores de precios, sobre todo de alimentos. Aplicación de multas, sanciones, cierres, etc, previstos en la ley de Abastecimientos, incluyendo poner en vigencia el artículo derogado de la misma que preveía la detención de los ejecutivos responsables.

            2.- Estatizar el comercio exterior afectando a las multinacionales y “nacionales” estilo Vicentín que practiquen el contrabando, evadan, subfacturen sus ventas, etc. Los 30 puertos del río Paraná deben ser del Estado. Es urgente anular el decreto 949/20 de Fernández que pretende que Hidrovía SA (Jan de Nul y Emepa) u otra similar siga por más años con el control de esa vía navegable por donde circula el 80 por ciento de nuestro comercio.

            3.- Estatizar el 100 por ciento de YPF, con participación de las 24 provincias y bajo control de los trabajadores, anulando los subsidios a las multinacionales petroleras y gasíferas.

            4.- Cobrar un impuesto a las grandes fortunas por ley, todos los años, a los que tienen más de 200 millones de pesos, con una alícuota del 5 por ciento. Aumentar las retenciones a los exportadores del agro, la minería y las automotrices, beneficiados por Fernández-Guzmán-Kulfas-Domínguez.

            5.- Suspender los pagos de la deuda externa, anular el acuerdo firmado con el FMI y auditar la deuda ilegítima creada por Macri y convalidada por el gobierno actual.

            Con medidas nacionales, populares y antiimperialistas como estas cinco propuestas del PL se frenaría el drenaje de recursos hacia los monopolios y acreedores internacionales. Y el Estado contaría con fuertes ingresos para financiar un plan de desarrollo nacional independiente que genere millones de empleos bien remunerados para quienes hoy están en el desempleo y la pobreza, o tienen ingresos y jubilaciones harto insuficientes.

            Estos 5 Puntos Antiimperialistas no serán aceptados por el gobierno del Frente de Todos y serán por supuesto combatidos por Juntos por el Cambio y los fascistas de Milei-Espert. Pero, mejorados por otras fuerzas populares, pueden ser la base para salir de la crisis del capitalismo dependiente y el mortal abrazo del oso, léase el Fondo.

            Obvio que no deben quedar en el papel. Convocamos a profundizar y politizar las muchas luchas actuales, superando el planteo reivindicativo y sobre todo el enfoque electoral que tanto desvela al arco político burgués bi o tri partidista.       

            Hay que avanzar hacia un Argentinazo, una rebelión popular como la de 2001 y un gobierno superador al logrado en esa ocasión. Le guste a quien le guste, no queda otra. A grandes males, grandes remedios. Con un geniol no se cura un cáncer sino apenas un dolor de cabeza.

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