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¿Sólo Milei y Espert son la derecha en nuestro país?

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NOTAS POLÍTICAS

            La derecha fascista y neoliberal a ultranza ha logrado confundir a alguna gente; hay encuestas con Javier Milei como tercera fuerza a nivel presidencial para 2023. A éste somos muchísimos más los que le tenemos “el boleto picado”, diría el argot popular.

            El tipo es de los que culpan a la emisión monetaria como la causa principal y casi única de la inflación, y por eso propuso “demoler y dinamitar el Banco Central”. A los bancos privados y grandes ganadores del modelo de financiarización del capital, como el Santander, BBVA-Francés, Galicia, HSBC, Macro, JP Morgan, Citibank, Supervielle, etc, no propone sancionarlos de ninguna manera. Que sigan haciendo sus pingues negocios, con altas tasas de interés en sus créditos, más ganancias cobrándole al Estado por las Leliq y tasas pasivas, con el dólar, etc.

            Hablando de dólar, Milei nunca denunció la fuga de capitales de 86.200 millones de dólares durante el gobierno de Mauricio Macri, con quien reconocen mutuas afinidades políticas.

            Milei apareció con su propuesta de “dolarización” justo cuando esos dólares están en el extranjero o adentro del país, pero siempre en manos de grandes empresas y bancos. Estos se quedaron con buena parte del superávit comercial de los años 2020 y 2021 (unos 27.000 millones de dólares) logrando que el Banco Central les venda dólares al precio oficial con el argumento de que debían pagar importaciones y deudas.

            Una dolarización sería de terribles consecuencias porque:

1) Beneficiaría a quienes tienen dólares y no los 200 mensuales que a duras penas se puede comprar sino a los que atesoraron millones y millones. Perjudicaría a los argentinos de a pie que cobran en pesos sus salarios por debajo de la línea de pobreza de 89.960 pesos.

2) Al momento de dolarizar habría una nueva devaluación del peso, para llevar la cotización de la divisa al precio del blue, 70 o más por ciento. Esa devaluación impactaría en la inflación del año, que hoy se estima del 65 por ciento o más, pero con la dolarización se dispararía muchísimo más.

3) Dolarizar implicaría perder soberanía, porque el peso es la moneda nacional. Es un experimento nefasto que ya se demostró como tal en Ecuador. El dólar como moneda nos dejaría a merced de las políticas que decida el  Departamento del Tesoro norteamericano a cargo de Janet Yellen. Semejante neocolonialismo agravaría el acuerdo vergonzoso ya firmado con el FMI en marzo pasado. La dupla Yellen-Kristalina Georgieva sería la que maneje mucho más que nuestras finanzas.

            Milei votó en contra el acuerdo con el Fondo porque quería que fuera aún más gravoso y dañino para la Argentina. En ese punto coincidían José Luis Espert y Ricardo López Murphy, y en el fondo el propio Macri y las bancadas de Juntos por el Cambio que votaron a favor.

BIEN ANTIOBREROS

            Milei y sus aliados eran críticos del acuerdo con Georgieva porque querían que el texto obligara en términos perentorios a anular convenios laborales e imponer una flexibilización laboral. Los trabajadores perderían sus pocas conquistas y el mundillo empresario ganaría más fortunas de las que ya tiene, con el consabido mecanismo capitalista de explotar mano de obra barata y desechable.

            Otra exigencia era una reforma previsional explícita para retrasar aún más los haberes jubilatorios, elevar la edad para jubilarse, no renovar la moratoria previsional, etc. Quieren que los adultos mayores se mueran antes y se dejen de joder, en otras palabras.

            Tampoco vieron bien que, aunque sea por esta vez, el FMI admitiera ciertos pagos de bonos y algunos  subsidios a la gente más humilde. Son parches, pero para Milei y los suyos esa gente está de más y no cabe en su proyecto neoliberal y fascista. Por eso quieren suprimir esa ayuda estatal a los pobres y reprimir a los piqueteros, como lo planteó Espert. En la práctica coincidió en esto Rodríguez Larreta y su Policía de la Ciudad, además de pedir que les saquen los planes a quienes corten calles.

            Para ese presidenciable del PRO, lo mismo que para sus potenciales competidores en una interna, Patricia Bullrich y Macri, los piqueteros son delincuentes y deben ser reprimidos. El argumento formal es que el corte de calles sería un delito. El hambre, el desempleo y el ajuste, en cambio, serían legales.

            Esta derecha se quejó mucho de la muestra “Neoliberalismo nunca más”, realizada en la ex ESMA, donde se evidenciaban las coincidencias políticas del macrismo con la dictadura militar-cívica. Esa protesta de los seudo libertarios evidenció que son parte del bando negacionista de los crímenes cometidos por la dictadura. La diputada que entró junto con Milei es Victoria Villarruel, presidenta del “Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas”. Una defensora del genocidio de Videla y la Junta Militar de 1976.

            Entre Milei-Espert y Macri-Bullrich-Pichetto no hay diferencias en materia de reprimir a los piqueteros y los mapuches. Con Sergio Berni tampoco.

            Estos son algunos de los temas que el activismo de izquierda debe explicar a nivel popular, para desenmascarar a Milei y Espert, proyanquis y promonopolios. La demagogia de éstos acusa a la “casta política”, de por sí desprestigiada, como si ellos fueran algo nuevo nacido de un repollo. Ambos son de lo peor de esa clase política, lo más derechoso y pro negocios del gran capital.

            No son los únicos porque en Juntos por el Cambio hay muchos más que piensan y actúan en coincidencia con ellos. E incluso hay unos cuantos derechizados en el Frente de Todos, como los que votaron el acuerdo con el FMI junto con el macrismo. En esa línea de centro-derecha y derecha están Alberto Fernández y Martín Guzmán, invitado especial a exponer ante la “cumbre” de la Cámara de Comercio Americana (AmCham). Fue presentado por Facundo Gómez Minujín, CEO de J.P. Morgan para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. En primera fila lo aplaudía Marc Stanley, embajador de EE UU, quien declaró: “el trabajo que hizo el ministro Guzmán en el FMI fue realmente impresionante”. Dime quién te elogia y te diré quién eres…

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