Internacionales
Hugo Chávez, comandante eterno
El 5 de marzo de 2013 moría en Caracas, Hugo Rafael Chávez Frías. Había sido presidente de Venezuela por más de 13 años. Llegó al poder en 1999, tras ganar las elecciones con el 56,5 % de los votos. En una primera etapa, acumuló fuerzas creando un frente amplio y diverso. En abril del 2002, después del intento de Golpe de Estado, radicalizó sus posiciones y se transformó en un símbolo de la lucha por la independencia política, económica y cultural de la Patria Grande.
Lo sintetizó afirmando: “En América Latina nos quieren imponer el modelo de democracia diseñado por los Estados Unidos y al que no acepta entrar por ese carril lo acusan de populista radical, terrorista y dictador. Si yo me callo, gritarían las piedras de los pueblos que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo, después de 500 años de coloniaje”.
Con discursos y en los hechos produjo una revolución de las conciencias de los pueblos, dentro y fuera de Venezuela, que le permitió resistir los ataques del imperialismo siempre presto a apropiarse de los recursos naturales de los países de esta parte de América, en su caso el petróleo. Su prédica sobre la necesidad de unir a la Patria Grande guió la batalla contra el ALCA, en noviembre de 2005, en la cumbre de Mar del Plata. Su frase “ALCA, al carajo” resonó en todos los rincones de América y del mundo, potenció el antiimperialismo y la lucha contra las políticas de Estados Unidos. Esa posición la plasmó también en iniciativas concretas como el ALBA, la UNASUR, la CELAC, Petrocaribe, TeleSUR y el Banco del Sur,
Su legado es de pensamiento, de discurso y de obras. En el debate político de Venezuela, introdujo referentes históricos y simbólicos: Simón Bolívar, Simón Rodríguez, los caudillos como Ezequiel Zamora, etc, a la par que revalorizó la cultura popular dando impulso al estudio de la historia, los símbolos nacionales, artistas y músicos tradicionales, a la educación formal con una gran inversión para crear universidades, centros culturales y espacios de comunicación especialmente para el acceso de los sectores más empobrecidos.
Actualizó así el pensamiento antiimperialista desde una visión de lo “propio”. Rompió con las formas características de la democracia representativa para plantear una democracia desde abajo, con la articulación de formas de participación popular: comités de agua, tierra, energía, círculos bolivarianos y consejos comunales. Y entre 2002 y 2007 presentó las características generales de lo que denominó Socialismo del Siglo XXI como una alternativa al pensamiento liberal, como propuesta contra-hegemónica.
“Aquí estoy parado firme. Mándeme el pueblo, yo sabré obedecer. Soldado soy del pueblo, ustedes son mi jefe” afirmó en uno de sus discursos. Su gestión de gobierno estuvo centrada en dar respuesta a las demandas de los sectores más vulnerables, garantizando sus derechos a la vez que impulsaba el desarrollo del país.
Las coincidencias con los postulados de la revolución cubana y su cercanía con Fidel Castro, cimentaron un rico intercambio con efectores de salud de Cuba que se trasladaron a Venezuela para llevar a cabo las Misiones que llevaron la atención médica a todos los rincones de la geografía venezolana. También implementó el “Yo sí Puedo”, método cubano para alfabetizar, que tantos logros ha obtenido en las distintas regiones del mundo. Implacable vocero contra el criminal bloqueo impuesto a Cuba por los Estados Unidos, Chávez alzó su voz exigiendo su fin en todos los foros y tribunas internacionales.
Fue solidario con Argentina, con préstamos cuando nadie quería títulos argentinos, con ayuda para evitar que la cooperativa Sancor cayera en manos del grupo Soros, y encargando barcos al Astillero Río Santiago.
Su estrecha ligazón con el pueblo, le permitió conocer las críticas a la gestión de ministros y funcionarios de su gobierno. Por eso en la última etapa, luego de su triunfo electoral hizo un llamado a la eficiencia, a terminar con el burocratismo, a usar la crítica y la autocrítica y a fortalecer el poder comunal para construir poder popular como instrumento para desarticular la trama de opresión política y la dominación cultural.
Solidaridad, liderazgo, valentía y compromiso con su pueblo y los pueblos oprimidos del mundo, definen a Chávez, que sigue vigente como ejemplo para la lucha antiimperialista y para el logro de una Segunda y y definitiva Independencia.
ELENA RIVERO