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DECLARACIÓN ANTIIMPERIALISTA

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Argentina necesita retomar la lucha por la Segunda Independencia

La Primera Independencia tuvo como jalones la resistencia a las invasiones inglesas de 1806 y 1807, el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 y la formación del primer gobierno patrio tres días más tarde, la Declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816 en Tucumán y su concreción práctica con el Ejército de los Andes cruzando la cordillera con el general San Martín a la cabeza para llegar a Chile y vencer a los realistas en Chacabuco y Maipú, en 1817 y 1818; y finalmente en Perú. Así se completó la victoria de lo que serían Argentina, Chile y Perú, viniendo desde el Sur, en tanto Simón Bolívar venía desde el Norte con igual sentido independentista.

Esa Primera Independencia respecto al colonialismo español se logró con la unidad de los patriotas y pueblos originarios, sus ejércitos – incluyendo los Infernales de Güemes-, y la coordinación con los patriotas de Nuestra América. Toda una lección de la historia para lograr en el siglo XXI la Segunda Independencia, respecto al imperialismo yanqui y otras potencias europeas, y sus aliadas clases dominantes expresadas en la UIA, AEA, Suciedad Rural, AmCham, etc.

Aquellos 29 congresales en Tucumán votaron la Declaración anunciando “una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli” a lo que diez días después añadieron “y de toda otra dominación extranjera”.

Hoy está cogobernando el FMI luego del vergonzoso acuerdo firmado por el gobierno de Fernández-CFK-Massa en marzo pasado, refinanciando el préstamo fraudulento de 45.000 millones de dólares contraído en 2018 por Mauricio Macri.

Así se han añadido otros 45.000 millones de dólares a la deuda externa odiosa e ilegítima, que sumados a los 266.740 millones de dólares que el Indec registraba en el cuarto trimestre de 2021, elevan la deuda argentina a 311.740 millones. En realidad son más porque esta refinanciación agregará más intereses, recargos y sobretasas. Además, hay que considerar una enorme deuda pública en pesos, que el Banco Central paga a los tenedores de títulos y a los bancos por las Leliq, por casi 5 billones de pesos, a un interés anual del 67 por ciento, siempre en aumento.

Ese endeudamiento fue legalizado por el actual gobierno, pese a sus promesas de investigación de la deuda y la fuga de capitales de los grupos concentrados y bancos.

Ahora se está pagando esa estafa. “Las estafas no se pagan” dice la Autoconvocatoria por la Auditoría y suspensión de pagos de la deuda externa. El Fondo cogobierna y dice cuánto déficit fiscal admite, cuánta emisión monetaria, cuánto gasto público y cuánto debe valer el dólar. Y por las dudas, esa entidad internacional de triste fama en los 22 acuerdos firmados por Argentina revisa las cuentas del país en forma trimestral. Los congresales de Tucumán, San Martín, Belgrano, Güemes, Juana Azurduy y demás patriotas se morirían de vergüenza.

Ese acuerdo ya produjo daños en soberanía, retrasos salariales y jubilatorios. En el segundo semestre de 2022 el FMI vendrá a la carga por mayores recortes en esos rubros, sobre todo previsional, la transferencia a las provincias y el gasto público.

El imperialismo es la etapa superior del capitalismo. Es el ajuste permanente de los derechos del pueblo trabajador y de las amplias masas, en beneficio de la dependencia (juntar dólares para pagar la deuda externa) y los negocios de los monopolios, banqueros y agroexportadores. Son los beneficiados de las últimas décadas: Techint, Acindar, Arcor, Ledesma, Molinos, Aceitera General Deheza, Pampa Energía, Telecom-Grupo Clarín, Cargill, Aluar, Toyota, Viterra-Glencore, ADM, Banco Santander, HSBC, Galicia, Los Grobo, grupo Elsztain, La Serenísima, etc. Estos monopolios son los formadores de precios que generan altísima inflación, perjudicando a los que cobran ingresos fijos en pesos. Esas clases dominantes, en cambio, tienen acceso a los dólares porque exportan, porque son parte del festival de importaciones y porque suben sus precios internos de acuerdo a los internacionales, en alza en alimentos y energía.

Estos padecimientos del pueblo trabajador fueron muy fuertes durante los cuatro años de Macri pero también siguen siendo graves con el gobierno del Frente de Todos.

No confiamos en uno ni en otro; mucho menos en fascistas como Milei. No esperaremos las elecciones del 27 de octubre de 2023. El hambre no espera. La inflación tampoco. La pobreza, menos. Los ajustes para pagar la deuda son intolerables.

Por eso los firmantes de esta Declaración estamos en la lucha reivindicativa, social y política, en las calles, en la batalla política, cultural y de ideas, contra este modelo de capitalismo dependiente y neocolonial extractivista que nos retrotrae a la Argentina agroexportadora de la oligárquica “Generación del ‘80”.

Nuestras banderas son:

-Trabajo formal para todos los trabajadores hoy precarizados y en negro. Mientras eso no se logre, Planes Sociales para 10 millones de argentinos y argentinas con un ingreso mínimo de 50.000 pesos, la mitad de la Canasta Básica Total.

– Ningún trabajador formal por debajo de la línea de pobreza de 100.000 pesos, con igual remuneración para los jubilados.

– Impuesto a las grandes fortunas por ley, todos los años, con alícuota del 5 por ciento. Reforma impositiva integral y progresiva.

– Penalización a los 100 monopolios que fugaron capitales por 24.679 millones durante el macrismo.

– Anulación del decreto 949/20, por la soberanía nacional sobre el Paraná, Flota Mercante, nacionalización de los puertos y del comercio exterior.

– Estatización del sector energético y baja de tarifas de luz, gas y combustibles.

– Nacionalización de los depósitos bancarios, hacia la nacionalización de la banca.

– Libertad a Milagro Sala, Facundo Molares y todos los presos políticos.

-Basta de femicidios. Derecho a la tierra para los pueblos originarios.

-Auditoría y suspensión de pagos de la deuda. Anulación del convenio con el FMI.

-Por la defensa de la paz mundial. En contra del bloqueo yanqui contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por el ingreso de Argentina al ALBA. Ninguna ayuda al gobierno ucronazi de Zelenski: la guerra en Ucrania la empezaron los ucronazis, EE UU y la OTAN en 2014 contra el Donbass (Lugansk y Donetsk). Las Malvinas son argentinas. Fuera la base británica de Monte Agradable. No a una base yanqui en Neuquén. Por un nuevo orden multipolar del lado de China, Rusia, Cuba, Irán, No Alineados, ALBA, BRICS, etc.

Los objetivos de este programa nos exceden a cada una de las organizaciones. Debemos sumarnos y unirnos en un Frente Antiimperialista y por la Paz mundial. Como dijo San Martín, “Seamos libres, lo demás no importa nada”.

Primeros firmantes:

Partido de la Liberación (PL)

Convocatoria Segunda Independencia

Stella Calloni, escritora y periodista, presidenta de CAPAC

Hugo Molares, padre de Facundo Molares, preso político en Argentina

Daniel De Santis, Todos los Fuegos

Gino Straforini, Propuesta Tatú

Jorge Ramírez, Sec. Gremial Adiunsa, Salta

María Alaniz, Agrupación de Mujeres y Disidencias Beatriz Perosio

Elena Rivero, Asociación de DDHH “Coca Gallardo”, Salta

Blanca Nenina Lescano, Familiares de Detenidos-desaparecidos, Salta.

Casa de Amistad con Cuba y la Patria Grande, Salta.

Siguen las firmas…

Adhesiones a

irinasantes@yahoo.com.ar

ortizserg@gmail.com

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