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La CGT y CTA de Yasky, cómplices del pacto con FMI

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     Si alguien ingenuamente guardaba expectativas en posible resistencia de las centrales obreras al nefasto acuerdo con el FMI que el gobierno de Alberto Fernández anunció el 28 de enero, ese día la conducción de la CGT se las bajó de un plumazo.

            Coherentes con su historial de traiciones a las bases sindicales, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano manifestaron su “beneplácito” por el anuncio de Martín Guzmán, en relación a las negociaciones por la deuda externa, ilegítima y fraudulenta, que contrajo el gobierno de Mauricio Macri a espaldas del pueblo y del Congreso. Coinciden así con la oposición de derecha de Juntos por el Cambio y el empresariado, en una curiosa convergencia de quienes se dicen representantes de la clase trabajadora, con las grandes patronales y los responsables políticos del endeudamiento.

            Para el gobierno de AF, las declaraciones de los popes sindicales sonaron como una hermosa música. Piensan que así se asegura la “paz social” que tanto necesita para llegar un poco mejor a las elecciones de 2023. Mientras tanto, por abajo, la inflación y la carestía de la vida golpean los bolsillos de los y las laburantes, con un promedio salarial muy por debajo de la Canasta Básica Total, hoy en 79.988 pesos según el INDEC. Eso se profundiza en el sector informal, donde los salarios son aún inferiores a quienes tienen trabajo registrado.  

            El comunicado de la conducción cegetista se congratula porque el acuerdo dejaría “atrás la crisis”. En un alarde de hipocresía, felicitan al presidente por “la firmeza” con que supuestamente defendió “las políticas sociales, laborales y de seguridad social”. Es increíble hasta qué punto esta dirigencia trata de mostrar las bondades de un acuerdo que, como ha ocurrido siempre en la historia del FMI, traerá más ajuste y pobreza para nuestro pueblo.

            La reducción del déficit fiscal y de la emisión monetaria, para llegar a nivel 0, son una clara señal en ese sentido, pues afectará salarios, jubilaciones y planes sociales, aunque ello no se escriba en la letra del acuerdo. El FMI pide también la reducción de los subsidios a las tarifas de servicios públicos, con un directo impacto en la inflación que, como sigue en niveles altísimos. La carestía de la vida y los precios de los alimentos no hacen más que profundizar la pobreza que ya afecta a casi la mitad de la población.                                                                                                                          

            En materia previsional, aunque estos traidores repitan el verso oficial de que no habrá “reforma”, sí seguirá y se agravará la política de aumentos por debajo de la inflación. Y eso no se puede ocultar, pues el haber mínimo hoy es de 29.062 pesos, y llegará a 32.630 en marzo, menos de la mitad del monto de la CBT.

            La conducción cegetista ha claudicado una vez más, evidenciando que no moverá un dedo para enfrentar la continuidad del ajuste que ya viene golpeando a los sectores populares, reconocido por la vicepresidenta Cristina Fernández luego de la derrota en las PASO. Y lo que es más grave, están convalidando que el gobierno legitime una deuda fraudulenta, que debió denunciarse como tal, exigir una auditoría y suspender los pagos que se vienen haciendo al FMI. Lejos de eso, se anunció la firma de un acuerdo que implicará nuevos préstamos de la entidad financiera para… ¡pagarles la deuda! Una película que vimos los argentinos y las argentinas durante las sucesivas crisis de deuda que siempre afectaron a los sectores populares.

            La burocracia sindical suele hacer alarde de “patriotismo” cantando el himno y agitando la bandera celeste y blanca. Pero ha demostrado que no tiene nada de patriota, pues el acuerdo prevé la revisión trimestral por parte del FMI a las metas. Una vergonzosa pérdida de soberanía aceptada por el gobierno y los jerarcas sindicales.

            Además de la CGT, la CTA encabezada por el diputado nacional del Frente de Todxs Hugo Yasky, también ha apoyado el vergonzoso acuerdo con el FMI.                  

            A las Agrupaciones de Base Clasistas (ABC) no nos sorprende en lo más mínimo la posición claudicante y entreguista de una conducción sindical que no representa a la clase trabajadora, sino a sus propios intereses. Y el ministro de Economía, conocedor de esas “debilidades”, se ganó el apoyo de los burócratas cuando les aflojó fondos para las obras sociales, con los cuales se financian los privilegios y la corrupción de una dirigencia más empresarial que obrera.

            Por ello, hoy la tarea central de los y las militantes sindicales, desde las bases, delegados y delegadas, comisiones internas y conducciones antiburocráticas, es salir a la calle a enfrentar este acuerdo, porque significará más ajuste, paritarias a la baja y ataque a los ingresos populares. Es necesario potenciar las movilizaciones que se vienen realizando en todo el país, contra el FMI y el pago de la deuda, desenmascarando el discurso del gobierno y la burocracia sindical.

LAS ESTAFAS NO SE PAGAN! FUERA EL FMI DE NUESTRO PAÍS! NINGÚN AJUSTE A SALARIOS, JUBILACIONES Y PLANES SOCIALES!

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