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Sobre el pensamiento antiimperialista y revolucionario de Fidel Castro

Publicado

el

SERGIO ORTIZ

            Fidel tuvo un pensamiento antiimperialista, revolucionario, de raíces martianas  regadas por muchos libros marxistas leninistas leídos desde cuando era estudiante universitario. Eso fue combinado con la práctica concreta de su militancia, en  la juventud del Partido Ortodoxo y luego más decididamente en el Movimiento 26 de Julio que tomó ese nombre luego del intento de asalto al Cuartel Moncada de la dictadura de Batista, el 26 de julio de 1953. Ideas y luchas, colectivas. Caminar con las dos piernas se llega lejos, como llegó Fidel después de aquella acción guerrillera que inició con algo más de un centenar de militantes y en lo militar fue una derrota.

            Los militares batistianos, como acá en 1976 con la dictadura militar-cívica de Videla, fusilaban a los prisioneros y presentaban esas muertes como fruto de “enfrentamientos”. Así Fidel perdió a 70 de sus militantes pero no perdió sus convicciones. Por eso en el juicio lo denunció todo, enumeró las 5 leyes revolucionarias por las que luchaban, sobre todo para beneficio de los campesinos. Y terminó desafiando a sus jueces: “Condenadme, ¡la historia me absolverá!”. Y vaya si lo absolvió.

            Después del Moncada, vinieron la cárcel y el exilio en México, la etapa del Granma con 82 tripulantes y después del desembarco y emboscada en Alegría del Pío, en diciembre de 1956, quedaron 13 hombres y sólo 7 armas. Raúl Castro contó que Fidel le dijo: “ahora sí vamos a triunfar”. El general de Ejército pensó que su hermano exageraba o, dicho en argentino, que estaba “un poco loco”.

            Fidel fue martiano en su pensamiento nacional y liberador. Como Martí en 1895 y antes Carlos Manuel de Céspedes en 1868, Fidel comenzó la tercera etapa de la lucha por la independencia, siempre desde el oriente. Marchó desde Santiago de Cuba, la Sierra Maestra, etc, como los mambises, hasta que el 1 de enero de 1959 eso culminó con la victoria de la revolución.

            Así fue que el M. 26 de Julio, en unidad con el Directorio Revolucionario y el PSP, con más la columna vertebral del Ejército Rebelde, lograron la victoria democrática sobre la tiranía. También hicieron la reforma agraria, que comenzó sobre los grandes propietarios de tierras e incluyó a la familia de Fidel en Birén, donde tenían 800 hectáreas propias y 10.000 arrendadas. Y luego vino la nacionalización de los ingenios azucareros, los bancos, usinas y grandes empresas.

            Eso enfureció al imperialismo, vencido a sólo 90 millas de sus costas (144 kilómetros), en lo que consideraba su patio trasero. Era un garito y “en eso llegó Fidel”, cantó Carlos Puebla. De ahí el odio a Fidel y la invasión de Bahía Cochinos en abril de 1961 con una brigada de contrarrevolucionarios organizados por Washington. Ahí estuvo Fidel, victorioso, en su tanque, disparando a los barcos invasores. Sus compañeros no lo querían en primera fila por los riesgos, pero el comandante se impuso y estuvo en esa victoria con la que empezó, 16 de abril de 1961, la etapa socialista.

            Y la revolución siguió viva hasta hoy, como Fidel vivió hasta el 25 de noviembre de 2016, superando los 638 intentos de asesinato por la CIA y sus agentes. Fidel impulsó la alfabetización en 1961 de una población con más de 30 por ciento de analfabetismo. También hizo la reforma agraria, recuperó los resortes básicos de la economía y armó las Fuerzas Armadas Revolucionarias sobre la base del Ejército Rebelde. El Cuartel Moncada y el Columbia se convirtieron en centros educativos. Cuba tuvo su Ejército para defender su soberanía y patria. Sana envidia sentimos los argentinos  y otros pueblos donde las Fuerzas Armadas reprimen a los pueblos, dan golpes de Estado y sobre todo sirven al imperio y las oligarquías.

            Abogado, guerrillero y comandante en jefe por su actuación posterior, Fidel fue un político y estadista culto, capaz de entender la necesidad de los avances científicos. Ayudó al desarrollo de ciencias y modernas tecnologías, fruto de las cuales la isla tuvo en 2020 cinco candidatos vacunales contra la pandemia de COVID-19, tres en pleno uso.

            Cuba no se guardó esos logros para sí sino que los compartió con el mundo.

            Memorables batallas ganadas fueron el regreso del niño Elián González desde Miami, y la libertad de los 5 héroes cubanos presos en EEUU.

            El pensamiento antiimperialista de Fidel se nutrió de sus viajes. Por ejemplo, fue a Vietnam en septiembre de 1973, cuando penetró en Vietnam del Sur y entregó una bandera cubana a los guerrilleros que la harían ondear al entrar en el palacio presidencial de la ex Saigón. En Hanoi le pidieron ayuda en técnicos y maquinaria para ampliar la ruta Ho Chi minh para transportar más hombres y armas, que precipitaron la victoria de Vietnam sobre los yanquis. Los cubanos fueron a Angola en 1975 y su aporte fue decisivo para derrotar en Cuito Cuanavale a las tropas racistas de Sudáfrica; por eso Nelson Mandela fue a Cuba el 26 de julio de 1991 a agradecer esa ayuda internacionalista. De Angola los cubanos no se trajeron ni un barril de petróleo sino sólo los cuerpos de sus 2.077 caídos. Fidel apoyó la recuperación argentina de Malvinas en 1982, contra el colonialismo británico y su aliado yanqui. Dio apoyo a Venezuela para liberar a Hugo Chávez durante el golpe de Estado en abril de 2002. Él y el bolivariano fundaron el ALBA en diciembre de 2004.

NO PAGAR LA DEUDA EXTERNA

            Un aporte creador de Fidel al antiimperialismo fueron sus convocatorias latinoamericanas por el no pago de la deuda externa, en 1984 y 1985, luego de la crisis de la deuda de México. En esos foros y en otros escritos, planteó que la deuda externa era una estafa a nuestros pueblos. Que los afectados debían formar un club de deudores y reclamar el no pago. Que para no precipitar en crisis a los bancos acreedores la solución podía ser que un 10 por ciento del presupuesto de guerra de las potencias imperiales fuera destinado a los bancos.

            Desgraciadamente no le llevaron el apunte. Por aquel entonces y ahora en Argentina, en vez de unirse los países deudores fueron a claudicar, de a uno. Las propuestas de Fidel no fueron compartidas por los gobiernos endeudados. Y estamos pagando las consecuencias.

            Durante su tercera visita a Argentina, el 26 de mayo de 2003, dijo sobre este tema:

            “De todos esos problemas un creciente número de millones de personas está aprendiendo para saber qué es el Fondo Monetario y qué es el Banco Mundial y qué significa una deuda de 800.000 millones de dólares en América Latina. Cuando tuve el honor de visitar Buenos Aires (en 1959), la deuda de América Latina era de 5.000 millones de dólares; hoy es ciento sesenta veces mayor”.

            Lo había advertido en Eco-Río, el 12 de junio de 1992: “El intercambio desigual, el proteccionismo y la deuda externa agreden la ecología y propician la destrucción del medio ambiente. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre”.

EL ANTIIMPERIALISMO ALLÁ Y ACÁ

            El antiimperialismo de Fidel nos hermana a los argentinos con Cuba. Ellos sufren el bloqueo yanqui y nosotros el FMI y la deuda externa. Ellos tienen ocupado Guantánamo y nosotros las islas Malvinas.  Ellos están en la mira del Pentágono y la Cuarta Flota, y nosotros también estamos en esa órbita naval, además sufrimos una base de la OTAN y ahora nos quieren poner una base yanqui en Neuquén. Ellos sufren al Miami Herald y la artillería de las redes e Internet orientadas por el Departamento de Estado, y nosotros sufrimos al grupo Clarín, La Nación, Infobae y Cadena 3. Ellos son atacados por los gusanos de Miami y nosotros por los gorilas y los fascistas de Recoleta.

            Si tenemos tantas cosas en común, ¿qué nos diferencia? Que ellos hicieron una revolución, la más grande y extraordinaria revolución social de los siglos XX  y XXI en América, desde Alaska hasta la Antártida. Y nosotros no pudimos: fue aniquilada la Generación del ‘70 por la dictadura y luego hubo gobiernos democráticos burgueses muy limitados cuando no entreguistas, corruptos y represores, con pocas excepciones como el de Kirchner que en 2005 hundió el ALCA junto con Chávez y Lula.

            Esa es la diferencia. En Cuba hubo reforma agraria y nacionalización de ingenios azucareros. En Argentina siguen los agrogarcas Blaquier del Ingenio Ledesma, tienen 155.000 hectáreas y están impunes por 31 desaparecidos del Apagón en julio de 1976.

            Esa realidad ominosa de Argentina no pasó desapercibida para Fidel. En febrero y abril de 2001 cuestionó a la Alianza como “lamebotas yanquis”. Fue luego que De la Rúa y Rodríguez Giavarini votaran contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Fidel explicó que ese gobierno neoliberal estaba tramitando préstamos del FMI, otros organismos financieros y fondos, que serían el fallido Blindaje y Megacanje. Declaró: “el gobierno argentino ahora necesita 40 mil millones de dólares más. Eso es lamer la bota de los yanquis; está desesperado por conseguir ayuda económica del FMI y de los Estados Unidos”.

            La otra incursión muy buena del comandante fue en su discurso de mayo de 2003 en la Facultad de Derecho de la UBA, cuando celebró la caída de Carlos Menem: “Ustedes no saben el servicio que le han prestado a América Latina y al mundo al hundir en la fosa del Pacífico, que tiene más de 8 000 metros de profundidad, el símbolo de la globalización neoliberal”.

            Si un gran líder cubano y de la humanidad puede hablar de estos temas nacionales, con mayor razón los argentinos solidarios con Cuba, de MASCUBA, también  debemos hacerlo. Reitero, con una óptica nacional y plural, no partidista, como lo hicimos en el XV Encuentro Nacional en Buenos Aires, el 25 de noviembre de 2016, justo el día que había fallecido el comandante. Las comisiones y el plenario repudiaron al gobierno neoliberal de Macri, por el ajuste, el pago a los “fondos buitres”, los despidos, la represión policial, etc.

            Versión completa del artículo en:

https://plsergio.wixsite.com/lasemanapolitica/post/sobre-el-pensamiento-antiimperialista-y-revolucionario-de-fidel-castro

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