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SIMPOSIO UNIVERSIDAD DE SHANDONG

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TEMA:

LOS VALORES DEL PARTIDO POLÍTICO Y LA CIVILIZACIÓN HUMANA

Sub Tema:

1) La misión de los partidos políticos y construir una comunidad global de futuro compartido.

IRINA SANTESTEBAN, secretaria general del Partido de la Liberación (PL) de Argentina

LA HERMANDAD CON EL PC DE CHINA

            Desde el Partido de la Liberación (PL) de Argentina, ex Vanguardia Comunista – VC, saludamos este Simposio en la Universidad de Shandong, patria de Confucio, y agradecemos la invitación para exponer sobre el tema que nos convoca y que lleva el título de esta ponencia.

            El PL es un partido marxista leninista sanmartiniano, porque unimos las enseñanzas de Marx y Lenin a las de nuestro prócer de la primera independencia del colonialismo español, el general José de San Martín. En nuestra línea política, ocupa un lugar preponderante el estudio de las obras de Mao Tsé Tung; en nuestros comienzos, cuando nos llamábamos Vanguardia Comunista, nuestros militantes se educaban en las ideas maoístas y hoy esa tradición continúa en nuestras filas.

            Admiramos profundamente al Partido Comunista de China, que hace dos años cumplió su primer centenario; nuestro partido tiene un poco más de la mitad, 58 años desde su fundación, el 5 de abril de 1965.

            Nuestra admiración es profundamente política, porque valoramos a este partido que ha ganado tantas batallas para su pueblo y para la causa del socialismo y el comunismo. O sea para la clase trabajadora de China y de todo el mundo, como lo demuestra la realización de estos seminarios, simposios y el Foro por el Socialismo Mundial del cual participamos recientemente en Beijing.

            Por ello, para el PL la primera misión de los partidos revolucionarios y comunistas del mundo es luchar por la liberación de sus pueblos, camino al socialismo con las respectivas peculiaridades nacionales. Como ya lo expresamos en el Foro realizado en Beijing, la construcción de una comunidad global de futuro compartido de la humanidad solo será posible si triunfa la causa de los pueblos, la causa del socialismo.

            Mao nos hablaba de las “tres varitas mágicas”: el Partido, el Frente y el Ejército, y en particular el primero, porque es imposible el triunfo de la revolución sin un partido de vanguardia y ligado a las masas populares, que la dirija. Fue admirable cómo Mao y otros dirigentes en esos tiempos, a partir de la reunión de Tunyi durante la Larga Marcha, fueron aplicando en forma creadora el marxismo-leninismo a la realidad concreta de China, con sus características peculiares semicoloniales y semifeudales, con elementos feudales y coloniales derivados de la dominación imperialista.

            En Argentina intentamos hacer lo propio, con todas las dificultades que nos presentan hoy los gobiernos de la gran burguesía que han llevado a nuestro pueblo a la pobreza (un 40,2 por ciento de la población, un 56 por ciento de las infancias). Y peor aún, con el reciente triunfo de Javier Milei, un fascista que ha declarado que romperá relaciones con China, Cuba, Venezuela, Nicaragua, y todo país al que considere “comunista”. Ha llegado al colmo de invitar al fascista Jair Bolsonaro a su asunción, ignorando al presidente Lula.

            El PCCh ha acometido una monumental tarea, al construir el socialismo en una nación que en 1949 tenía una economía semifeudal y un gran retraso económico, social y cultural. Que además tuvo que enfrentar bloqueos, agresiones y guerras del imperialismo, y aún hoy soporta las presiones y provocaciones por parte de las potencias imperiales, especialmente EEUU. A pesar de ello, China es hoy un ejemplo de construcción de una nueva sociedad, y convoca al resto de las naciones del mundo a trabajar por un futuro compartido.

            Otro tanto hace Cuba y su Partido Comunista, dirigiendo un país que atraviesa hoy enormes dificultades económicas, provocadas por el criminal bloqueo que le ha impuesto EEUU desde 1962. Sin embargo, la pequeña isla sigue con su tarea internacionalista, a través de sus brigadas médicas que trabajan en más de 50 países que lo necesitan, en catástrofes y crisis humanitarias. A través del programa de alfabetización “Yo sí puedo”, creado por iniciativa de Fidel Castro por la educadora Leonela Relys, se llegó a alfabetizar a más de 10 millones de personas en 30 países.

            En Argentina, el Centro Oftalmológico “Ernesto Che Guevara”, instalado en Córdoba por iniciativa del gobierno cubano, opera gratuitamente de la vista, de cataratas y terigium a personas humildes que lo necesitan.

            Así hacen realidad las palabras de Fidel, de que “otro mundo es posible”.

ALTO AL GENOCIDIO DE ISRAEL EN PALESTINA

            Por el contrario, los partidos que gobiernan la mayoría de las naciones del mundo occidental, en particular de las potencias imperialistas, tienen fines completamente distintos. En EEUU los dos partidos mayoritarios (Demócrata y Republicano) se alternan en el poder pero la esencia de las políticas imperiales, agresivas y expoliadoras de los pueblos, así como la explotación de sus propios trabajadores y minorías étnicas, se mantienen. Invasiones y bombardeos como los que han sufrido Irak, Afganistán, Libia, Somalía, Pakistán, Yemen, Siria, Sudán, entre decenas de otros países, sea con sus ejércitos o a través de la OTAN, como ocurre hoy con Ucrania, son la demostración palpable de que sus objetivos están muy lejos de contribuir a la construcción de un mundo más justo, equitativo, armonioso y sustentable.

            En este momento, en Palestina, el mundo asiste a una masacre de la población civil sin precedentes. El estado sionista de Israel está llevando adelante un genocidio que a la fecha del 23/11 tenía estas cifras espantosas: 14.800 palestinos asesinados en Gaza, entre ellos 6.150 niños y 4.000 mujeres, más 7.000 desaparecidos bajo los escombros, de los cuales 4.700 son niños; 38.900 heridos entre Gaza y Cisjordania, donde también han sido asesinados 228 palestinos y heridos otros 2.900. Han bombardeado varios hospitales y 278 escuelas, 50 refugios de la UNRWA, mezquitas, edificios y el 59 por ciento de las viviendas, etc, violando toda la normativa internacional en relación a los conflictos armados. Han asesinado a 205 miembros del personal de salud, 60 periodistas y 36 personas de Defensa Civil y Rescate.

            En Palestina no hay una guerra, es un genocidio, una agresión de un Estado implantado artificialmente en 1948, que se basó en la expulsión y “limpieza étnica” de 600.000 personas de la población palestina, convertidos en refugiados (hoy con sus descendientes son 5.9 millones) y que desde hace 75 años está atacando a la población civil con la excusa de su “defensa”.

            El partido Likud que hoy conduce Israel es de de extrema derecha, aliados a otros partidos también de la derecha aún más extrema, ultra religiosos y de lo peor de los sionistas. El ministro de Defensa dijo que había que bombardear a los palestinos como “animales” y otro legislador recomendó arrojar la bomba atómica en Gaza.

            El presidente argentino que asumirá el próximo 10 de diciembre, Javier Milei, apoya a ese gobierno genocida y anunció que lo visitará cuanto antes.

            Por ello, la misión de los partidos políticos populares, es enfrentar esas políticas imperiales, tal como lo están haciendo en Palestina, casi sin apoyo de la comunidad internacional. Los pueblos del mundo se están movilizando masivamente en apoyo a Palestina, también lo hacemos en Argentina, y esa es una de las tareas más importantes de solidaridad internacional que debemos encarar hoy, conformando junto a la comunidad palestina y otras organizaciones sociales y políticas, Comités y Comisiones de Solidaridad con esa nación.

            La construcción de una comunidad global de futuro compartido de la humanidad, no será posible con una ONU que es incapaz de hacer cumplir sus propias resoluciones de la Asamblea General, como la del cese del bloqueo yanqui a Cuba, que se viene votando en forma masiva en la ONU desde 1992, durante 31 veces; o la de sentar al Reino Unido a negociar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas como resolvió la Asamblea General en 1965.

            Hoy es urgente frenar la masacre del pueblo palestino, y para el PL esa es una de las tareas más importantes que debemos adoptar los partidos políticos que de verdad queremos construir un mundo más justo y armonioso. Ese futuro es incompatible con el imperialismo, pues como decía el Che: “no hay que confiar en el imperialismo ni un tantico así, nada!”.

POR UN FRENTE ANTIIMPERIALISTA Y ANTIFASCISTA

            Desde el PL saludamos y felicitamos al PCCh por los enormes logros políticos alcanzados en las últimas décadas, que han convertido a China en una gran potencia mundial. “El Gigante dormido” despertó y avanzó a grandes saltos, provocando la ira y la pavura napoleónica e imperial.

            Los enemigos de China, atrincherados en el bipartidismo yanqui, y en gobiernos reaccionarios de Europa y otros continentes, ahora también en la Casa Rosada de Buenos Aires, acusan a China de ser una “dictadura”, que “viola los derechos humanos de las minorías uigur y del Tibet”. Hasta la acusaron de haber fabricado el coronavirus “desde un laboratorio de Wuhán”! Para los partidos revolucionarios y populares del mundo esas son calumnias y mentiras propias de un anticomunismo maccartista.

            Nuestro Partido y tantísimas otras organizaciones y pueblos de los cinco continentes agradecemos a China por su labor solidaria en muchos aspectos, en especial durante la pandemia, por las vacunas, insumos y médicos que aportó a las naciones que los necesitaban, caso de Argentina.

            La crisis sanitaria mundial agravó la crisis económica y política ya existente en un mundo donde el imperialismo somete a los países dependientes, como Argentina. Por eso la misión de nuestro partido y de las organizaciones hermanas, es la lucha inclaudicable contra el imperialismo, los monopolios, los fondos buitres, las multinacionales y oligarquías locales que defienden el viejo orden capitalista con tanta represión como la que han sufrido nuestros pueblos. Hoy el más claro ejemplo de la barbarie imperialista es el de Palestina, bajo el fuego del ejército sionista, que está repitiendo los horrores del nazismo y el holocausto, pero esta vez provocándoselo al pueblo palestino.         

            Nuestra misión como partidos revolucionarios y progresistas es unirnos en un Frente Antiimperialista y Antifascista en defensa de la Paz Mundial, que respete los derechos de los pueblos a sus territorios, su identidad, su autonomía, su cultura, a darse sus propios gobiernos, aunque no sean del gusto de EEUU y sus socios imperiales.

            Durante la pandemia mucha gente bien intencionada pensaba que después de sufrir tantas enfermedades, encierro, angustias y muertes, vendría un mundo mejor. Creían que la humanidad volvería mejor, que habría aprendido de lo sucedido. Lamentablemente no fue así. El campo popular aún está en desventaja “en un mundo en el que el 1% de la población acumula el 82% de la riqueza global” escribió Josefina Bolis (“El tiempo no para”, en El Cohete a la Luna, 19/11/2023).

            El mundo sigue siendo muy desigual e injusto, con dispositivos de guerra activados en varias partes por parte del imperialismo yanqui y la OTAN, cuya agresividad va en aumento, pues tratan de abortar el nacimiento de un mundo multipolar y en especial el progreso del socialismo en China y otros países.

            Ese modelo desigual y de ganar a como de lugar, incluso al costo de arruinar el mundo, también se profundiza. La organización Oxfam ha publicado un informe muy revelador: “El 1% más rico del planeta, 77 millones de personas entre las que se encuentran miles de multimillonarios, podrían formar una asociación o una ONG y bautizarla “millonarios contra el planeta”. Esa “élite contaminante” genera tantas emisiones de dióxido de carbono como el 66% más pobre del planeta, más de 5.000 millones de personas. Su modo de vida, sus aviones privados, sus grandes autos, su consumo muy superior al del resto de la población va en dirección contraria a la lucha global contra la crisis climática”. (Clarín, 24/11/2023).

            El informe se dio a conocer días antes de que se inaugure, esta vez en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático, la COP 28. Ese 1% genera el 16% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, con datos verificados hasta 2019. Para Oxfam eso supone “una suficiente contaminación para provocar 1,3 millones de muertes adicionales entre esta década y la siguiente debido al aumento de las temperaturas. No serán ellos (el 1 por ciento más rico) los damnificados, sino quienes no puedan asegurar su sustento porque la crisis climática genera, por ejemplo, sequías más graves”.

            Como decía el Che Guevara, nos duelen las injusticias cometidas contra los seres humanos en cualquier parte del planeta, aunque hoy nos duele muy especialmente lo que sucede en Gaza y Cisjordania, o sea Palestina, con un sionismo que se comporta como lo hizo Hitler contra los judíos, los soviéticos y otros pueblos del mundo. La historia, si bien nunca se repite igual, nos enseña cómo hay que proceder para derrotar al viejo nazismo y esas lecciones son válidas hoy para enfrentar al imperialismo y el fascismo.

            Volvemos a nuestro maestro, Mao Tsé tung: “La consigna de «prepararse para la lucha» se dirige a los que todavía acarician ciertas ilusiones con respecto al problema de las relaciones entre China y los países imperialistas, especialmente entre China y los EEUU. En relación a este problema, ellos aún se mantienen en la pasividad, aún no han tomado su decisión, aún no están resueltos a librar una prolongada lucha contra el imperialismo norteamericano (e inglés), pues albergan todavía ilusiones con respecto a los EEUU. En este problema nos sigue separando de ellos una distancia grande o bastante grande”. Lo escribió el 14 de agosto de 1949 y llevó por instructivo título “Desechar las ilusiones y prepararse para la lucha”.

            Han pasado más de 70 años y esas palabras mantienen plena vigencia, lo vemos en el mundo actual. Y reiteramos que solo habrá un futuro compartido para la humanidad, si triunfa la causa de los pueblos, la causa del socialismo. En esa dirección debemos enfocar nuestra misión los partidos políticos que sostenemos los ideales revolucionarios, para construir esa sociedad sin explotadores ni explotados, con distribución equitativa de la riqueza entre las naciones, sin sometimiento ni exclusiones, sin apartheid ni guerras imperiales, con plena democracia, libertad, igualdad, bienestar y justicia para todos y todas. 

2 de diciembre de 2023, Jinan, Shandong.

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