Norita Cortiñas presentó su libro en Córdoba

            Norita Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora, presentó el libro “Norita, la madre de todas las batallas”‘ de Gerardo Stalkowicz, en el auditorio de radio Nacional Córdoba. El libro fue impreso por Editorial Sudestada.

            Hubo más de 200 personas, que entraron con alegría al evento y salieron de ahí con sus pilas recargadas. Organizó el Centro de Estudios Osvaldo Bayer. Presentaron a los oradores el abogado Chuzo González Quintana y la periodista Fabiana Bringas, y dijo unas palabras de bienvenida el director de Radio nacional Córdoba.

            Después hablaron Norita y el autor, Gerardo. También subió a saludar y fue muy aplaudida Viviana María Alegre con la remera de su hijo desaparecido, Facundo, por el cual aún reclama justicia.

            Cantaron los cuatro hermanos de La Cruza y Paola Bernal, ovacionados.

            Norita tuvo varias intervenciones políticas muy buenas, sobre temas de DDHH, de políticas nacionales e internacionales. Le faltó condenar el bloqueo yanqui a Cuba aunque Gerardo dijo que estuvo con Fidel un par de veces y que cuando ella le dijo “qué alto sos” el comandante le contestó que ella era más alta.

            Una mujer excepcional. De yapa, dijo que había empezado a practicar canto para sentirse mejor y tener algo más que hacer. Y cantó con Paola Bernal “Cómo la cigarra”; su entonación no era la mejor, pero su ejemplo de quien aprende cosas a su avanzada edad es maravilloso.

            Después, leyendo el libro, uno confirma que es un valioso testimonio de Nora, con aportes de muchas otras personas a lo largo de su vida, por ejemplo, de Sergio Maldonado. Los textos ordenados e insertos por Stalkowicz, periodista del sitio NODAL, son muy buenos.

            Hay algunas omisiones de Norita, como por ejemplo al referirse a las desapariciones de la Iglesia de la Santa Cruz, en diciembre de 1977, ella narra con lujo de detalles todos esos sucesos pero menciona a las tres Madres desaparecidas y omite a los 5 militantes de Vanguardia Comunista (actual Partido de la Liberación) que trabajaban con ellas allí y fueron desaparecidos por la Armada: Angela Auad, Raquel Bullit, Patricia Oviedo, Eduardo Orane y Horacio Elbert.

            También hay temas polémicos, como la división de las Madres en 1985. Norita critica firme, pero fraternalmente a Hebe de Bonafini y explica la división en función de cierto autoritarismo de ésta, que limitaba la democracia en Madres. Sin negar eso hay que decir también que Hebe empezó a ser más crítica del gobierno radical de Alfonsín y el otro sector no estaba de acuerdo con esas críticas, que eran valederas.

            Al margen de esos y otros tópicos, por caso su reivindicación de no haber ido nunca a ningún “acto partidista”, como si eso fuera un pecado, que no lo es (también podría serlo el  “independientismo absoluto”), reiteramos la recomendación de leer este libro. Es muy ilustrativo de la historia del movimiento de derechos humanos y de las luchas en nuestro país (y el mundo, porque Norita anduvo por muchos países llevando su solidaridad a las causas justas).

            Sobre todo, recomendamos “Norita la madre de todas las batallas” porque permite conocer mejor a un ejemplo de militancia popular que no ceja en su esfuerzo a los 92 años de edad, poniendo siempre por delante los objetivos de las mayorías y la causa. Eso es doblemente valioso en tiempos donde se ven tantas vacilaciones, individualismos, egoísmos pequeño burgueses, claudicaciones, etc, en contraste con el compromiso revolucionario de la Generación del ‘70 que ella tan bien encarna.

CORRESPONSAL