Beatriz Perosio
El Tercer Malón de la Paz
La Real Academia, tan citada como autoridad contra el lenguaje inclusivo, erra en la descripción de la etimología de Malón. Para la institución española la palabra viene de “Malo”. En realidad viene del mapudungún, lengua en la que designa a una “incursión colectiva sorpresiva”. Hasta en ese detalle se silencia a los pueblos indígenas.
El tercer Malón de la Paz llegó a Buenos Aires el 1 de agosto luego de recorrer más de 1800 km. Las comunidades indígenas organizadas salieron el día 25 de julio desde la ciudad de la Quiaca, Jujuy. Arribaron a CABA el día de la Pachamama, luego de 8 días, que por trechos caminaron y en otros lo hicieron en colectivos.
En su trayecto pasó por las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba y Rosario. En esos lugares fueron recibidos por múltiples organizaciones: sindicales, sociales, culturales, feministas y algunos partidos de izquierda. Y en cada lugar se realizaron actos y marchas para dar visibilidad y apoyo al pedido de los hermanos indígenas: en defensa de la tierra, el agua y los recursos naturales para los pueblos, contra la reforma inconstitucional del gobernador Gerardo Morales. Por eso bajaron desde sus localidades, en la Puna y en la Yunga, para llegar a la capital del país y hacer oír sus reclamos.
Desde junio las comunidades estaban en las rutas, en los múltiples cortes que se hicieron en la provincia norteña protestando contra la reforma impuesta a fuerza de balas y palos por Morales. En asambleas se decidió marchar hacia Buenos Aires. Las comunidades denuncian que esta reforma se aprobó a espaldas del pueblo, sin las consultas previas, como es derecho de los pueblos originarios presente en el Acuerdo OIT 169, art. 6, inc. a) que reza: “consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente;…”. Esta declaración tiene rango constitucional a partir de la Reforma de 1994.
Desde el 1 de agosto lxs integrantes del Malón permanecen en Plaza Lavalle, a la intemperie, donde la policía de Larreta impide que puedan colocar carpas o techos donde pernotar y cubrirse de las inclemencias climáticas. Las principales demandas son el pedido de Declaración de Inconstitucionalidad de la Reforma de Morales y la intervención de la provincia de Jujuy.
Para ello se encuentran frente a la Corte Suprema, y a más de 12 días de estar en Buenos Aires aún no fueron recibidos por los máximos representantes de la justicia argentina.
Los malonerxs y sus reclamos son desoídos por la República Argentina, en sus tres poderes. El estado Argentino, construido sobre la represión y el despojo del los pueblos preexistentes hoy lxs ignora. Los grandes medios de comunicación juegan también a la invisibilización, parecen poco noticiables las demandas indígenas en tiempos electorales.
Las Whipalas flamean en las diversas actividades que se vienen realizando durante la estadía en Buenos Aires. Se hicieron marchas hacia el Congreso de la Nación, varixs comuneros se encadenaron en las puertas de la Corte como forma de visibilizar el conflicto y estuvieron de huelga de hambre. Nada parece importar; los reclamos siguen sin ser escuchados.
Protesta con historia: ¿Por qué Tercer Malón?
A la actual marcha desde los territorios hacia la capital argentina le preceden otras, que al igual que esta, significaron traslados desde las provincias del norte:
– El 15 de mayo de 1946 partió desde Abra Pampa (al norte de Tilcara, Jujuy) un Primer Malón que cubrió 2000 kms. Reclamaban la devolución de sus territorios, prometida por el presidente de facto Edelmiro Farrell y que el posterior gobierno de Juan D. Perón parecía dispuesto a conceder.
Los 174 indígenas Kollas de distintas comunidades, tanto de Jujuy como de Salta, llegaron a Buenos Aires el 3 de agosto y en principio fueron alojados por el gobierno en el Hotel del Inmigrante (vaya paradoja). Finalmente fueron obligados por la fuerza policial a volver a sus territorios. Perón creó una comisión para que investigara lo ocurrido, diciendo que desconocía. Esa comisión nunca concluyó nada. O sea se traicionó a los originarios.
– En 2006 hubo un Segundo Malón, que también salió desde Abra Pampa. En esa ocasión la protesta ponía en el centro la decisión del gobierno jujeño de desconocer el fallo judicial que le ordenaba la entrega de tierras a las comunidades. El gobernador era Eduardo Fellner, del PJ.
– En 2023 fue el Tercero. Por ahora, como los anteriores, sin ser escuchado por las autoridades.
Los pueblos originarios se “acuerpan” en defensa del territorio, ponen el cuerpo en resistencia por el agua y los recursos, que saben valiosos no sólo en dinero sino en vida. Saben que sin agua la vida desaparece. Y saben, también, que la reforma está al servicio del extractivismo capitalista: que el litio significa riqueza para pocos monopolios y multinacionales, y el despojo y muerte para quienes desde hace miles de años ocupan esos territorios.
Acompañamos a nuestrxs hermanxs indígenas en este reclamo, sabiendo que su lucha es por todxs, en defensa del agua y de la Pachamama.
MARÍA ALANIZ