El PCR y Alderete no son antiimperialistas

El PCR y su versión electoral PTP presidido por el diputado nacional Juan Carlos Alderete, no tienen nada de antiimperialistas. No lo tuvieron desde 1974 cuando apoyaron al gobierno proimperialista de Isabel, López Rega y la Triple A. Y no lo tienen hoy cuando se colaron en el gobierno del Frente de Todos, que tampoco es antiimperialista.

Nuestra acusación es grave, pero tiene fundamentos. Empezaremos por lo más reciente y daremos otros ejemplos anteriores, para que se entienda mejor.

Lo más actual es Alderete en la sesión de la Cámara del 29 de enero. Se ausentó junto con la otra legisladora del PCR, Caliva, para no tener que decir algo en contra de la ley de renegociación de la deuda externa. Fueron dos de los 29 que se ausentaron al momento de votar. Claro, habían dado quórum. La media sanción la dieron 224 diputados del peronismo en su más amplia acepción, derechistas del PRO, Cambiemos, UCR y Coalición Cívica. En vez de alertar contra lo negativo de esa ley enviada por Fernández, Alderete se rajó.

En la misma sesión ocurrió algo tanto o más grave. El gobierno había enviado el Expediente 0073-S-2019, autorizando el ingreso de tropas extranjeras y la salida de propias. Se dio luz verde para la entrada de 5.330 norteamericanos y un portaaviones, que sumarán a 130 locales en el ejercicio aéreo y naval “Gringogaucho”. También se realizará el “Unitas”, igualmente navales, que EE UU hace en la región desde que se asustó con la revolución cubana.

Y en esa votación Alderete, Caliva e Itaí Hagman, de Patria Grande, votaron afirmativamente: un total de 214 diputados, o sea de nuevo la “unidad nacional” peronista y macrista, con el PCR adentro. En una coyuntura donde los yanquis asesinan a líderes iraníes, agreden a Venezuela y dan el golpe fascista en Bolivia, esos diputados acordaron el ingreso de tropas y navíos yanquis.

NUNCA ANTIIMPERIALISTAS

Alguien puede pensar que es la primera vez que el PCR claudica frente al imperialismo. No. Es una más y van…

Al kirchnerismo, entre 2003 y 2015, ese partido lo definió como el enemigo principal, toda vez que consideraba representaba a la gran burguesía y el “socialimperialismo chino”.

Un par de citas lo deja en claro. En 2013 hubo una fracción y el PCR así explicaba las diferencias internas:

“En el bloque dominante, sin embargo, siempre hay un sector que es hegemónico. El grupo económico y político de los Kirchner, que gobierna el país, hegemoniza ese bloque con alianzas que han tejido con los monopolios petroleros, mineros, la “rosca sojera”, y otros sectores. Por lo tanto, el blanco de la lucha popular es el bloque dominante, y a partir de ahí, impulsamos el golpe principal de la lucha popular a ese grupo hegemónico en el bloque dominante, que se expresa a través de la política del gobierno kirchnerista. Esa es la discusión con estos compañeros. Ellos dicen que hacemos mal al dirigir el golpe principal a la política del gobierno kirchnerista. Sostienen que el blanco es la “falsa polaridad entre el gobierno kirchnerista y la derecha opositora, y el golpe principal hay que dirigirlo al sector que tiene la iniciativa en cada momento”. En los hechos, lo que hacen, es no golpear (o diluir el golpe) al gobierno kirchnerista”. (http://www.pcr.org.ar/nota/partido/sobre-la-reconstrucci%C3%B3n-del-comunismo-revolucionario Sobre la “reconstrucción” del comunismo revolucionario, 09/01/2013).

Traducido: esa fracción interna objetaba lo que para el PCR era esencial, enfrentar al gobierno K como el enemigo principal, por ser supuestamente el bloque dominante y el “socialimperialismo chino”.

De esa división interna del PCR surgió un sector mejor, Comunismo Revolucionario. Y estos compañeros hicieron una grave denuncia contra Otto Vargas y demás seudo maoístas.  El 6 de enero de 2013 en Declaración del Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario, titulada “¡SEGUIMOS LA LUCHA POR LA REVOLUCIÓN!”, acusaron al PCR: “fuimos empujados fuera del Partido por una mayoría que consolidó una línea oportunista de derecha, expresada en una alianza con grupos económicos como El Tejar, Banco Santander, entre otros enemigos acérrimos de la clase obrera y el pueblo”.

Las acusaciones fueron publicadas también por Martín Piqué en Página/12. Se recogieron testimonios internos confirmando aquellas “ayudas económicas” del pool de siembra El Tejar y el Santander. Alderete participó en la 2º Cena de la Fundación Alvarado en la Sociedad Rural Argentina en diciembre del 2011, con lo más granado de las clases dominantes reunidas para juntar plata para el “Barrio René Salamanca”. Alderete dio ahí un discurso. Posteriormente recorrió varias veces ese Barrio con directivos de El Tejar. La sucursal del Santander en La Matanza fue construida por las cooperativas de la CCC, a partir de diciembre del 2011.

Quiere decir que la participación activa del PCR y la CCC en el lock out patronal sojero de 126 días en 2008 no fue sólo por su línea política favorable a la oligarquía y el imperialismo. También habría habido dólares de por medio…

Unirse con la Suciedad Rural, pooles de siembra, bancos y la derecha más reaccionaria, en contra de cobrar retenciones diferenciadas a la exportación de soja fue una de las traiciones más alevosas al pueblo.

Otto Vargas calificó ese lock out como “la mayor rebelión de obreros rurales y campesinos pobres y medios de la historia argentina” (HOY N°1221). Y en el siguiente número de HOY 1222, 13/5/2008, al lanzar la Campaña Financiera del PCR en la Feria del Libro (casualmente en la Sociedad Rural), dijo el 9 de mayo de 2008 que “se ha puesto de pie el principal aliado del proletariado en la revolución”.

En julio de ese año fueron a festejar al Monumento de los Españoles con Luciano Miguens, Hugo Biolcati y demás oligarcas de la Mesa de Enlace. Alderete, feliz, se abrazaba con Eduardo Buzzi y Alfredo de Angelis, su viejo aliado de Entre Ríos. El 25 de mayo había sido orador en el acto en Cañuelas, junto con esos crápulas de la Sociedad Rural, Pedro Apaolaza de Carbap y el rabino Bergman del PRO.

Lejos de ser el despertar “del principal aliado del proletariado en la revolución”, esa embestida oligárquica fue el inicio de la campaña que en 2015 llevaría al gobierno a Mauricio Macri, la Sociedad Rural, los monopolios y el FMI.