Beatriz Perosio
Bullrich va por su tercer ajuste
La Nena, como la llamaba Carlos Menem a Patricia Bullrich, ya por ese entonces estaba entongada en un gobierno que desde un comienzo se dedicó a desmantelar el Estado. Estos eran sus primeros pasos un tanto llamativos dado su pasado montonero.
En 1999 integró un gobierno de coalición con Fernando De la Rúa, opuesto al que integraba hasta ese entonces, pero no por eso menos jodido. Tal es así que como ministra de Trabajo resuelve un recorte salarial del 13% para estatales, docentes y jubilados, uno de los tantos motivos que llevó a la crisis del 2001.
Durante el macrismo ejerció como ministra de Seguridad, donde le cupo la responsabilidad sobre las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, además de instalar la doctrina Chocobar, del gatillo fácil policial aprobado con recepción presidencial macrista, con todo lo que ello supone en el caso de que llegara a presidenta.
En lo económico se inclinó por el plan que le ofreció Carlos Melconian, de la Fundación Mediterránea y monopólica, detalle que abordamos en LIBER anterior. La propia Bullrich adelanta en sus spots de campaña y lo corrobora su pasado por otras administraciones antipopulares: el ajuste contra los sectores populares será su premisa.
Su apoyo incondicional a las oligarquías sojeras, nos da una clara pauta de qué andariveles va a transitar, además del libre mercadismo con total apertura de importaciones y un dólar manejado por el mundo bursátil. Más dependencia, imposible.
Esto es lo que nos deparará el destino inmediato si Bullrich o Milei llegaran a la presidencia, sencillamente están sincerando su plan de gobierno, fiel a las instrucciones que emanan de las corporaciones yanquis. Massa va en una dirección parecida, que es la que sufrimos hoy.
Así se mueven con total desparpajo e impunidad, sabiendo que cuentan con las mafias del poder de su lado, para lo cual deben cumplir a rajatabla con el exterminio del kirchnerismo y todo rasgo de populismo, lo que traería aparejado la desaparición de muchos derechos conquistados en estos últimos años.
En esa volteada caerían los sindicatos, movimientos sociales, entidades de Derechos Humanos, que según ellos son un curro y no la salvaguarda del pueblo trabajador. Lamentablemente muchos compañeros trabajadores son persuadidos engañosamente.
La única manera que esta derecha recalcitrante puede conquistar votos es gracias a que el peronismo y sus aliados en el actual gobierno se han doblegado ante los requerimientos del FMI y demás corporaciones. A ello hay que sumar el desembozado apoyo a Bullrich de las corporaciones mediáticas como el grupo Clarín, TN y La Nación+.
JORGE ARTACHO