Beatriz Perosio
VILLARRUEL NEGACIONISTA
Lo que se viene con el gobierno de LLA
Victoria Villarruel, la defensora de los genocidas, ha sido electa vicepresidenta de la Nación. Es el personaje más nefasto del gobierno que asumirá el 10 de diciembre y la más provocadora, al cuestionar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que se han implementado en nuestro país luego de la anulación de las leyes de la impunidad y los indultos, que abrieron el camino para los juicios de lesa humanidad.
Es la principal negadora del número de detenidos/as – desaparecidos/as, que fueron 30.000, como si una cifra menor como la que evaluó inicialmente la CONADEP con datos incompletos, marcara una diferencia en relación a los secuestros, torturas, desaparición forzada de personas, vuelos de la muerte, fusilamientos clandestinos, apropiación de bebés nacidos en cautiverio, violaciones y vejaciones sexuales. Esos fueron entre otros los crímenes que cometieron las Fuerzas Armadas durante la vigencia del terrorismo de Estado que se implantó en Argentina en 1975 con el gobierno de Isabel Perón y se profundizó a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
VV pretende mostrar como “víctimas” a los militares muertos en acciones de la guerrilla, e insiste en que esas acciones sean catalogadas como crímenes de lesa humanidad, calificación que ya la Justicia argentina e internacional ha negado.
Su “especialidad” en el futuro gobierno será el área de Defensa y Seguridad, por lo cual desde el campo popular debemos prepararnos para un recrudecimiento de la persecución y represión contra quienes salgamos a protestar o a luchar por los derechos.
Villarruel se definió como “pro-vida” junto con Milei, y ratificó su posición contraria a la ley de interrupción legal del embarazo, preanunciando una probable derogación de esa norma que tanta lucha costó al movimiento de mujeres hasta lograr la sanción en diciembre de 2020.
El movimiento de Derechos Humanos deberá prepararse para lo que representa Villarruel, que es también el pensamiento del presidente electo: un ataque a las conquistas logradas tras cinco décadas de lucha de Madres, Abuelas de Plaza de Mayo, EMVYJ y otros organismos de DDHH que salieron a las calles desafiando a la dictadura. No puede haber indulto para los genocidas, que intentará Villarruel, ni paralización de los juicios. Ya más del 80 por ciento de los 1.100 condenados por delitos de lesa humanidad gozan de prisión domiciliaria.
Habrá que prepararse para los ataques contra los Espacios de Memoria, como la ex ESMA, a la que se refirió VV en el reportaje de TN el 13 de noviembre. Dijo que esas 17 hectáreas deberían “ser disfrutadas por todos los argentinos”. No es desconocimiento de su parte, sino mentir acerca del carácter público de esos espacios, que son visitados por contingentes escolares, sindicales, de movimientos sociales y por cualquier persona que desee conocer la verdad sobre lo que sucedió en esos ex centros clandestinos de detención.
Una gran parte de quienes votaron a La Libertad Avanza ignoran estos aspectos tenebrosos de Villarruel, hija y sobrina de militares que actuaron en la dictadura. No se trata solo de negacionismo del terrorismo de Estado: el plan económico que intentará aplicar el nuevo gobierno es similar al de Martínez de Hoz, el ministro de Economía de Videla, el dictador que recibía a VV en su celda. Y como en aquel período, ese plan solo podría pasar con represión a las protestas que generará en los trabajadores y el pueblo. Por eso es tan peligrosa Villarruel, porque con ella vuelve lo peor de nuestro pasado, casi medio siglo después. Milei dice que quiere ser “como en el siglo XIX”, cuando la Argentina comenzaba a ser el granero del mundo, luego de la masacre a los pueblos originarios y la conquista de sus territorios, cuando la naciente clase obrera era reprimida sin asco por el ejército y la policía. Pero también quieren volver al siglo XX, no para reivindicar las grandes luchas de ese período, cuando el movimiento obrero obtuvo grandes conquistas que aún hoy perduran, sino para repetir los períodos dictatoriales, y aplastar cualquier intento de rebelión popular.
IRINA SANTESTEBAN