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Sobre la candidatura de Juan Grabois
El dirigente del Frente Patria Grande y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) es finalmente candidato a presidente compitiendo en las PASO contra Massa-Rossi. Ahí se ve la contradicción. Lo positivo es Grabois no es igual a Massa y lo negativo de que se haya mantenido adentro de la coalición gubernamental Frente de Todos, ahora Unión por la Patria.
El Partido de la Liberación (PL) discierne los aspectos positivos del apodado “Juan 23”, que ha trabajado con cartoneros y cooperativistas por la urbanización de los 5.687 barrios populares del país y propuso sin éxito al gobierno un Salario Básico Universal. También impulsó en 2020 la ocupación de una finca de los oligarcas Etchevehere en Entre Ríos, en acuerdo de Dolores, una de las propietarias, que abortada por la justicia y el macrismo. En diciembre del año pasado acampó en Lago Escondido, Río Negro, la propiedad poco legal del británico Joe Lewis (colgaron una bandera con la leyenda “Las Malvinas son Argentinas, el lago Escondido también”).
El problema político más grave de Grabois es que no sabe bien donde está parado políticamente. Es parte del gobierno fondomonetarista iniciado el 10 de diciembre de 2019 y presto a cumplir cuatro años. En agosto de 2022 amenazó con irse porque el gobierno había prometido un nuevo IFE para los más necesitados y no cumplió: “Me mintieron descaradamente, nos vamos”. Amplió: “Me mintieron descaradamente y yo caí como un boludo. A Cristina, todo el respeto. Con el resto, por ahora, no quiero saber nada”.
Grabois incumplió con su palabra de irse del gobierno del ajuste. Tampoco se fueron del bloque oficialista sus tres diputados nacionales (Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli). Y “Juan 23” es parte de la interna de FdT-UP del próximo 13 de agosto.
Sus idas y vueltas electorales fueron notorias. Fue precandidato presidencial desde marzo pasado, se bajó el viernes 23/6 cuando el oficialismo proclamó la fórmula Wado de Pedro y Juan Manzur, que murió ese mismo día a favor de Massa-Rossi luego de componendas entre Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Alberto Fernández y gobernadores peronistas. En tiempo récord y con ayuda del kirchnerismo, Grabois pudo registrar su fórmula el sábado 24, junto a Paula Abal Medina.
Dejó claro en varios reportajes, por ejemplo el 29/6 en El Destape: “Sí, tengo claro que el que gana gana y el que pierde acompaña”. Dicho en criollo, compite con Massa en la interna y luego, cuando los pronósticos dicen que perderá, acompañará al hombre de la Embassy y llamará a que sus votantes hagan lo propio. Su candidatura habría sido un recurso del kirchnerismo para que en las PASO sus votantes decepcionados con Massa no se fueran a la izquierda, al voto en blanco o la no participación, sino que quedaran atrapados adentro. Y que votaran a Massa, o sea la derecha, el 22 de octubre.
Esta no es una suposición nuestra. Además de lo dicho por Grabois hay otra prueba: Zaracho y Hagman están en la lista de diputados nacionales del gobierno en Buenos Aires y CABA. Y obvio que Grabois llama a votarlos, igual que a Kicillof-Magario. Eso garantiza que el hoy adversario, no enemigo de Massa, se encolumnará obediente detrás de éste, que si ganara en octubre sería la continuidad agravada del ajuste, miseria y dependencia actuales.
En declaraciones JG fue crítico del acuerdo con el FMI. Pero esa postura es tan oportunista como la de CFK que ahora cuestiona lo que hizo su gobierno, con Massa como presidente de Diputados, al votar ese engendro en marzo de 2022. Hagman, por ejemplo, se abstuvo y no tuvo el coraje de votar en contra. Los tres diputados votaron los presupuestos nacionales de los tres últimos años, de ajuste, y la ley de renegociación de la deuda externa, de Martín Guzmán.
El 5 de junio Grabois propuso: “Declarar al litio y tierras raras como recurso estratégico y sustraerlo del código Minero. Crear el Fondo Soberano del Litio para Educación. Garantizar que YPF Litio controle la mayor parte de los yacimientos, la producción, el refinamiento y la exportación de los recursos”.
Por supuesto que comparadas con la completa entrega actual, del gobierno nacional y sobre todo de las provincias, esas propuestas son mejores. Sin embargo no incluyen la estatización ni nacionalización del litio. Sólo plantean “controlar la mayor parte”, cuando aún el Estado no ha nacionalizado nada. Lo suyo es muy similar a la limitada iniciativa de Alderete, diputado del PCR (ver nota aparte).
El embajador yanqui Marc Stanley invitó a Grabois a visitarlo y éste declinó el convite, lo que estuvo bueno, pero le propuso que la reunión fuera en su local político para que no se convirtiera en un “ritual de la sumisión”. Lo mejor hubiera sido que lo mandara al carajo, como Hugo Chávez. Imposible, el ideal de Grabois es el Vaticano de Juan 23 y el Papa Francisco.
SERGIO ORTIZ