Internacionales
Operativos contra la corrupción en Venezuela
El ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissam, renunció luego del inicio de un operativo de la Policía Nacional contra la Corrupción (PNCC) que lleva hasta el momento más de 50 detenidos, la mayoría vinculados a la gestión en PDVSA, por graves hechos de corrupción en la gestión en esa empresa. Desde fines de 2017 existían denuncias de por lo menos dos gerentes petroleros: Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos por manejos ilegales de algunos dirigentes de la petrolera que comenzaron a crear “empresas de maletín” a las que se le daban contratos que luego no cumplían, que cargaban buques que salían del país y no eran controlados, violando los esquemas de licitación de PDVSA. En ese momento las denuncias fueron desestimadas y los dos denunciantes encarcelados.
Recién en octubre de 2022, la Fiscalía General de la República con todos sus órganos, con la presencia activa del alto mando político del gobierno encabezado por Nicolás Maduro, comenzó la investigación. A solicitud del Ministerio Público, un juez de Control imputó, el 29 de marzo, a 9 funcionarios de PDVSA, un diputado del PSUV y a 3 jueces por estar vinculados con una trama de corrupción en la empresa petrolera estatal.
A los detenidos se les imputó por los delitos de apropiación de patrimonio público, asociación para delinquir y en el caso de los empleados se suma traición a la Patria. El Fiscal General de la República, Tarek William Saab, considera que además de los imputados está involucrada directamente la Superintendencia de Criptoactivos (Sunacrip) donde se logró detectar una red de funcionarios. Estos, valiéndose de sus cargos y niveles de autoridad, ejecutaban operaciones comerciales petroleras paralelas a PDVSA. La tercerización de las ventas de crudo que se pagó a través de criptomonedas, habrían ocasionado pérdidas de más de 3 mil millones de dólares a las arcas del Estado venezolano.
El presidente Maduro afirmó en el programa “Con el mazo dando” que conduce Diosdado Cabello: “vamos por ellos (los corruptos), estén donde estén, sea quien sea y se disfrace como se disfrace”. Agregó: “nuestra revolución nació como una alternativa a la descomposición moral colectiva, hemos sido y tenemos que seguir siendo una alternativa ética, moral y política frente a las mafias. Y todo aquel que pretenda ser dirigente en el gobierno debe estar asociado a una profunda honestidad en el manejo de los recursos públicos”.
Este operativo anti-corrupción es apoyado por gran parte del pueblo de Venezuela que se ha movilizado con la consigna: En unidad contra la corrupción. El chavismo hace mucho tiempo que viene denunciando la opulencia en la que viven muchos funcionarios.
Chávez era consciente de esa apatía y de que muchos funcionarios se habían alejado de las bases que reclamaban participación y debate por el malestar que causaban prácticas e ideología funcionales al capitalismo en importantes voceros políticos del gobierno: ministros, diputados, gobernadores y alcaldes. Por eso, en su último discurso, habló de configurar una nueva sociedad con nuevos modos de planificación y producción, y de inventar nuevas formas de gestión pública donde los ciudadanos y ciudadanas puedan ejerce control.
El gobierno de Maduro ha dado el primer paso en ese sentido, tardío, pero promete que tendrá firmeza ante los hechos de corrupción y se apoyará en el pueblo para llevar adelante las sanciones que correspondan. Esperemos que así sea porque de lo contrario generan mejores chances electorales a la oposición, de derecha, oligárquica y proimperialista.
ELENA RIVERO