Juventud
NOTAS POLÍTICAS
Frente Antiimperialista para dar solución popular a la crisis
En el campo popular hay muchas cosas reivindicadas por varias fuerzas políticas. Al mismo tiempo hay incapacidad de formular una propuesta política para la solución de la crisis. Tal la contradicción que no tiene salida en el corto plazo y de allí que esa crisis económica, política y social sigue agravándose, hacia el estallido.
Aquella coincidencia básica se nota en el rechazo a la alta inflación que sigue castigando los bolsillos. Con el 6,6 de aumento de precios en febrero, más el 6 de enero, hay certeza que a fin de año la inflación será del 100 por ciento.
Eso lo rechaza la mayoría del pueblo. En cambio no hay esa misma adhesión a quienes proponemos como solución el control de precios a fondo, no la parodia de “Precios Justos” del gobierno. Hay que meter mano en los formadores de precios, incluso expropiando a algunos como Vicentín y formando una Empresa Nacional de Alimentos. En esa solución antimonopolista no hay acuerdo, porque la derecha sigue sosteniendo que la inflación es un fenómeno de emisión monetaria y déficit fiscal, de altos salarios y mucho gasto público. Y esta versión mentirosa goza de crédito. El gobierno del Frente de Todos viene aplicando un plan económico en acuerdo con el FMI que hace centro en bajar el déficit fiscal, achicar el gasto público, bajar los salarios, aumentar las tarifas, devaluar mes a mes, subir las tasas de interés, etc.
Y ese acuerdo con el Fondo es, además de un ajuste alevoso, un plan inflacionario como acaba de admitir el comunicado de La Cámpora. ¡Tarde piaste Máximo Kirchner, que hasta ahora apoyas el plan de tu aliado Sergio Massa!
Hablando del Fondo, desde 1956 cuando Argentina ingresó durante la Fusiladora, esa entidad siempre fue una mala palabra. Sus préstamos imponían recetas y anudaban la dependencia. Esa deuda se pagaba con dólares, recursos nacionales, empresas y servicios privatizados, etc. La deuda externa es hoy alrededor de 400.000 millones de dólares, básicamente con el FMI y los acreedores privados como BlackRock con quienes se renegoció en 2020.
Esa deuda externa es una línea divisoria. Los sectores antiimperialistas, entre ellos el PL, mantienen su rechazo y plantean una auditoría y suspender los pagos. Es la propuesta de la Autoconvocatoria que encabezan Nora Cortiñas, Pérez Esquivel y otros dirigentes.
Lamentablemente otros sectores, encolumnados hasta hoy en el Frente de Todos, celebraron el acuerdo con BlackRock primero y con el Fondo en marzo de 2022. Este último fue votado en el Congreso junto con el macrismo y Juntos por el Cambio. Hoy hay varios críticos, como La Cámpora, Soberanos, Unidad Popular, Grabois, PC, PTP, etc, que sin embargo se mantienen adentro de la estructura oficialista. Quiere decir que su rechazo al FMI y la deuda externa es muy limitado. La más oportunista es Cristina de Kirchner, que permitió el vergonzoso acuerdo de 2022 y ahora desde Viedma lo criticó, sin denunciarlo. Debemos pagarle y también crecer, dijo, como si eso no fuera contradictorio. ¡La deuda es con el pueblo, señora vicepresidenta!
NUESTROS RECURSOS, ¿PARA QUÉ?
Los argentinos sabemos que este es un país rico en recursos naturales, tierras fértiles, cereales, ganadería, minerales, gas, litio, ríos y capacidad industrial y técnica relativamente avanzada para lo que es la mayoría de los países semicoloniales y dependientes.
Hasta ahí la coincidencia. A partir de allí vienen las profundas diferencias. Lo central para el gobierno del FDT es exportar a como de lugar, para juntar divisas y pagar la deuda al FMI y BlackRock. Entonces subsidia exportaciones de gas y petróleo (y Massa piensa darles aún más garantías para que esos dólares sean sólo suyos), la YPF presidida por un kirchnerista festeja sus 30 años de cotización en Wall Street y que Massa trence con los CEOs en Texas. Wado de Pedro y siete gobernadores entregan el agua a la empresa israelí Mekorot. Gerardo Morales y otros gobernadores firman acuerdos para entregar el litio a multinacionales. El comercio de granos hace contrabando, no se gravan esas exportaciones con mayores retenciones: un jolgorio para Cargill, Cofco, Glencore, Bunge, ADM, etc.
El PL y otras fuerzas populares entienden que los recursos naturales deben ser protegidos y explotados por empresas estatales, rechazando las pretensiones imperiales de la generala Laura Richardson del Comando Sur y la embajada yanqui de Marc Stanley. Que el comercio exterior debe ser nacionalizado y anulada la resolución 949/20 que quiere reprivatizar el Paraná para la belga Jan de Nul y Emepa, u otra similar.
Y la otra grandísima diferencia está en que esos recursos, al ser explotados y exportados, no deben servir para pagar deuda externa fraudulenta ni para los monopolios privados. El Estado, fortalecido, podrá promover un fuerte crecimiento industrial, científico y tecnológico, con sustitución de importaciones, para ponernos rumbo a un país independiente.
El PL hace un llamado a las fuerzas aliadas del campo popular, a las de raíz marxista-leninista y de izquierda, a las peronistas combativas y nacionales y populares, etc, a desechar la vía muerta del FDT y ponernos las pilas para formar un Frente Antiimperialista que no sea meramente electoral sino que milite, luche y se organice junto a los de abajo. Se dirá que es una empresa muy difícil y peligrosa. Lo mismo dijeron de la Generación de Mayo de 1810 y de la Generación del ‘70. ¿Nos atreveremos a seguir los pasos de esos grandes luchadores o hay que acobardarse y amucharse por una candidatura, un puesto o un dólar?
El 29 de mayo próximo, aniversario del Cordobazo, es una fecha propicia para realizar en Córdoba un plenario abierto a favor del Frente Antiimperialista. ¿Quiénes se anotan?