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NOTAS POLÍTICAS
Hay crisis de fondo, pero no todos los políticos son iguales
Con las terribles consecuencias de la crisis económica y alto número de pobres, indigentes, desocupados, gente en situación de calle e incluso sin poder comer en un país rico como Argentina, son aún más irritantes la indiferencia y en algunos casos desprecio, en otros incapacidad, del mundillo político.
La mayoría de los políticos burgueses no se ocupan de aquellos dramas sino ante todo de su rosca política. No sólo en tiempos de elecciones como en septiembre y noviembre pasados sino ahora en la conformación de los bloques y legislaturas, los cargos allí y, aunque faltan dos años, ya están metidos en internas de cara a las elecciones de 2023.
Verlo a Macri yendo y viniendo por el mundo, impune a todos los procesos penales y denuncias en su contra, es altamente indignante. Tiene una denuncia por el enorme crédito con el FMI, por el cual el pueblo quiere verlo preso, con una causa penal donde se les imputan a él y cuatro ex funcionarios la comisión de al menos tres delitos. Ahora no podrá salir del país porque así lo decidió el juez Bava en la causa por el espionaje macrista a los familiares del ARA San Juan. Tenían 44 familiares muertos en el fondo del mar y la AFI los espiaba a ver qué iban a decir o hacer…
También enojó mucho al pueblo cosas del otro lado político, del Frente de Todos, desde la fiesta en Olivos en tiempos de cuarentena estricta, julio de 2020, hasta las dos pensiones de la vicepresidenta por 2.5 millones de pesos mensuales (resolución no apelada por la Anses, algo que sí hace en los fallos que benefician a jubilados).
La vara no es pareja sino que se favorece a los dirigentes, diputados, funcionarios, familiares y amigos. Los argentinos de a pie, en cambio, tienen que yugarla a lo loco y generalmente pierden.
Del gobierno del FDT lo que más dolor causó a los de abajo es el ajuste que viene ejecutando desde 2020, cuando empezó a hacer buena letra con el FMI. La inflación golpeó a los salarios, jubilaciones y planes, como parte de la baja del gasto público y el déficit fiscal, la exigencia favorita del Fondo. Esto fue la base de sendas derrotas en las PASO y las legislativas recientes.
NO SON LO MISMO
El PL siempre habla sin demagogia. Y en esa tónica no comparte el juicio lapidario y simplista de tanta buena gente que opina: “son todos chorros, son todos iguales”. No. No son iguales.
Macri y sus ex funcionarios son responsables del crédito fraudulento con el FMI por 44.500 millones de dólares que se fugaron y nos dejaron empernados por décadas, a nosotros, hijos y nietos. Eso no es igual al criticable ajuste del gasto público que viene haciendo el Frente de Todos, que conlleva a jubilaciones mínimas de 29.061 pesos para 4.5 millones de jubilados. Es muy deplorable, pero no es igual a lo anterior.
Macri fue parte del golpe de Estado fascista en 2019 en Bolivia contra Evo Morales, en política y con armamento fletado a los golpistas. Se debe cuestionar hoy a Alverso Fernández por participar de la Conferencia Mundial por la Democracia (sic) al pie de Joe Biden. Esa justa crítica no debe hacernos olvidar que el gobierno argentino y el de México salvaron la vida de Morales y facilitaron el retorno del MAS al gobierno en La Paz.
“Gatillo fácil” policial existió siempre, desgraciadamente, con gobiernos peronistas y macristas-radicales. Pero a los policías asesinos del joven Lucas González no los recibió Fernández como héroes; en cambio al policía asesino Luis Chocobar lo recibieron así Macri y Patricia Bullrich.
Alverso y Cristina invitaron a su acto del 10 de diciembre a Lula da Silva, en cambio Macri tenía una alianza con Bolsonaro, el neonazi del Palacio del Planalto. Lula no es ninguna maravilla, pero sacó de la pobreza y el hambre a 40 millones de sus compatriotas. El Brasil del PT era parte del BRICS con Rusia y China, y de la Celac, con 33 países de nuestro continente. Macri y Bolsonaro, pura OEA y Cartel de Lima.
Entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, el segundo es mucho peor. Creemos que se equivocó el sector del pueblo que, enojado con razón con el gobierno, votó por esa oposición derechosa, si bien no le dio un cheque en blanco. Ese error debe ser advertido a tiempo, porque nos preocupa que si se repite termine en 2023 imponiéndose un gobierno macrista, con Larreta o Macri o Bullrich o el carcelero Gerardo Morales como presidente. Sería una catástrofe.
El PL no votó en 2021 por el mal menor, o sea el FDT. Votó por el FITU y sus candidatos como Bregman y Vilca. Y estamos contentos porque estamos seguros que los 4 diputados de ese sector votarán en contra del acuerdo de arrodillamiento con el FMI.
¿A quién votar en 2023? No lo sabemos. Falta muchísimo. Ni siquiera lo consideramos hoy. La crisis argentina puede terminar más o menos pronto en una explosión social como la de 2001, con un Argentinazo, y no precisamente con papeletas a meter en una urna muy lejana. Hoy arde Chubut contra la megaminería.
Por eso el PL insiste en formar un Frente Antiimperialista con lo mejor de cada uno de los espacios del campo popular y democrático: la izquierda antiimperialista, el peronismo combativo, los cristianos de liberación, los independientes y los luchadores gremiales y sociales. Hay muchos dirigentes honestos en este abanico. Lo reiteramos: no todos los políticos son iguales ni son unos chorros.