NOTAS POLÍTICAS

¿Cómo fue posible que un fascista ganara las PASO?

            Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) se realizaron el 13 de agosto y el jueves 31 la Cámara Nacional Electoral (CNE) publicó los datos del escrutinio definitivo. El fascista Javier Milei sumó el 29,8% de los votos. La derecha y ultraderecha de Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, llegó al 28%, y en tercer lugar quedó la derecha y centroderecha de Unión por la Patria, con Sergio Massa y Juan Grabois, con el 27,2. Muy lejos quedaron Juan Schiaretti, de Hacemos por Nuestro País (3,71%) y el Frente de Izquierda y los Trabajadores con Myriam Bregman (2,61%).

            El candidato individual más votado fue Milei con 7.352.244 votos, en segundo término Massa con 5.277.538 votos y la tercera fue Bullrich con 4.139.566 votos.

            La interna de Juntos por el Cambio la ganó Bullrich sobre Horacio Rodríguez Larreta por 1.383.191 votos. La interna de Unión por la Patria fue para Massa por 3.836.034 votos sobre Grabois. Y la interna del Frente de Izquierda dio vencedora a Bregman sobre Gabriel Solano por 259.777 votos.

            Recordamos estos números porque como se trata de un análisis electoral, los votos sirven de necesaria base para el debate y sacar conclusiones.

            Los tres candidatos con más chances de ganar las elecciones presidenciales del 22 de octubre son fascistas (Milei), de ultraderecha (Bullrich) y de derecha (Massa). El cuarto también es derechoso (Schiaretti) y la quinta, la única de izquierda (Bregman) que merece nuestro voto por más que lamentablemente no tenga chances reales de ganar ni ir a un balotaje.

¿DERECHIZACIÓN DEL ELECTORADO?

            La inevitable pregunta es si aquellos resultados dan cuenta de una derechización del electorado. La respuesta es que sí. Hubo esa corrida a la derecha, no en forma absoluta ni para un largo período, pero sí en el corto plazo y quizás algo más. Los números son objetivos. El espectro político electoral se deslizó hacia la derecha, lo que tiene causas varias y no es “culpa de la gente”, no al menos como responsable central si bien una cuota le pertenece.

            La citada derechización también explica el avance de Milei al primer lugar. Fue por la decepción política de grandes sectores de nuestro pueblo respecto a una democracia burguesa que lo sumió en niveles alevosos de pobreza, con altísima inflación, enorme endeudamiento externo y falta de cuestiones básicas para vivir, incluso la alimentación, trabajo digno, vivienda, educación, salud y no digamos recreación, cultura y turismo o descanso.

            Han pasado 40 años de esta democracia burguesa. Por supuesto la preferimos frente al terrorismo de Estado de Videla-Martínez de Hoz, pero en su mayor parte discurrieron con presidentes ajustadores, represores, corruptos, endeudadores y proimperialistas, verbigracia los de Carlos Menem y Fernando de la Rúa. Mauricio Macri llegó a ese nivel y lo superó en varios ítem.

            El Frente de Todos, que llegó al gobierno en 2019 con un montón de promesas, las fue rompiendo una tras otra. Un cristinista como Horacio Verbitsky citó informes de CIFRA según los cuales los trabajadores transfirieron a los capitalistas 70.000 millones de dólares durante los cuatro años de los dos Fernández y Massa, en tanto durante el macrismo habían sido despojados de otros 35.000 millones, lo que da una cifra total de 105.000 millones de “verdes”.

            En medio del dolor, la bronca y desesperación por la crisis económica-social actual, provocada por un gobierno que pintó como de “centroizquierda” y “progresista”, casi el 60 por ciento del electorado quiso castigarlo con el voto a Milei y a Bullrich-Rodríguez Larreta. Un doloroso y grueso error, pero que tiene aquella explicación. 

            Milei sacó 7.352.244 votos. Obvio que no son fascistas la mayoría de esos votantes, sino gente indignada que votó mal, en contra de  sus propios intereses, porque muchos de ellos son parte del pueblo incluso sectores muy humildes.

            Para entender parte de lo sucedido también hay que leer al gran Bertolt Brecht: “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.

¿QUIÉNES FUERON FUNCIONALES A MILEI?

            Así nació y nos acecha el peor de todos los bandidos, Milei, “político corrupto, mequetrefe y lacayo de empresas nacionales y multinacionales”. El que asesoró al genocida exgeneral Antonio Bussi y fue directivo del monopolio Aeropuertos Argentina 2000 de Eduardo Eurnekian hasta 2021.

            Este es uno de los motivos más importantes para el llamado del PL a formar un Frente Antiimperialista y Antifascista (ver Editorial). Y que conste que los límites de la izquierda revolucionaria de la que formamos parte, entre otros la menor presencia en fábricas, barrios, universidades y pueblos originarios, eso también coadyuvó al avance del fascista Milei.

            Obvio que los límites de la izquierda no explican lo sucedido. La cúpula fascista de LLA hizo un trabajo sostenido, apoyada por empresarios concentrados como Eurnekian. Y el mayor facilitador de Milei fue el gobierno peronista del Frente de Todos, hoy UxP. Estos acusaron más de una vez a la izquierda de ser “funcional a la derecha”, pero los más grandes funcionales al auge de la derecha fascista fueron ellos -Fernández, Cristina y Massa – con su cogobierno fondomonetarista, el ajuste brutal y la inflación de 2023 cercana al 150 por ciento.