LLA, baja en las encuestas y suben los puteríos internos

            Lo dijo ya el camarada Mao al hablar de la contradicción como uno de los motores de la historia, y Argentina, como también su gobierno, no son la excepción.

            Es evidente que en los últimos meses la situación socio-económica se ha agravado. Veníamos de una crisis grave producto de los manejos del macrista Cambiemos y del posterior gobierno Kirchnerista-Albertista, para desembocar en las políticas de “shock” económico promovidas por los seudo libertarios de LLA. Durante todos estos años la clase trabajadora y sectores populares no han parado de perder derechos, como también de ver su bolsillo y nivel de vida caer hacia el suelo cual boxeador noqueado por un contendiente feroz.

            Lo que según los medios sería una “Liberación definitiva” frente a la supuesta dictadura populista de los gobiernos compuestos por la denominada “casta”, termina por ser otro de los fracasos de nuestra democracia burguesa. Esta se está convirtiendo totalmente en un cheque en blanco en favor de los explotadores, los popes empresarios, los grandes poseedores de medios de producción que lucran a costa de los más desfavorecidos. Se predecía que un gran golpe a la estructura estatal seria una epopeya, una lucha de los empresarios y emprendedores contra el titánico Estado, y que esto permitiría llevar a todos en una unión perfecta hacia la armonía y la prosperidad… pero no, la cuestión fue terriblemente distinta.

            El gobierno que venia a desplazar a las viejas vacas sagradas de la política y sindicatos, no hizo más que reciclar a nefastos lideres e ideólogos de la derecha argentina, de los sectores oligárquicos y de las grandes mesas financieras aliadas del capital local e internacional. Sus políticas procuraron aniquilar derechos, reducir el Estado y lograr únicamente el superávit, pero al costo de destruir el nivel de vida de la población. Esto trajo consecuencias, entre ellas la caída en las encuestas de los porcentajes de aceptación del gobierno por parte de la población. Hoy cada vez vemos más arrepentidos producto de que el famoso ataque a la casta nunca se produjo, y que el ajuste nuevamente lo pagan los jubilados, trabajadores, docentes, estudiantes y desposeídos. Retomando el primer párrafo vemos que hay contradicciones en la sociedad, entre ellas una que demuestra el hartazgo de la gente hacia las políticas de la vieja burguesía y partidos tradicionales. Lamentablemente esta contradicción derivó en la elección de este grupo de mileístas traidores a la patria que aplicaron a fondo las políticas del FMI y el imperialismo otanista.

            Producto de las políticas criminales del gobierno caen los índices de popularidad de LLA. También aumentan las discrepancias internas (o contradicciones dentro del gobierno, porque también en nuestros enemigos existen contradicciones internas, las cuales debemos aprovechar para lograr su derrota final. Las últimas a la hora de escribir esta nota, son la discrepancia entre los legisladores de LLA y bloques aliados frente al veto por parte de Milei al aumento a los jubilados, y por otro lado frente la cuestión de la “visita a los genocidas”. Esto ultimo puede ser más tenido como un escándalo mediático por momentos, pero revela que como todo sector constituido únicamente para vencer al oficialismo anterior, las discrepancias y por ende contradicciones político-ideológicas no tardan en aparecer. La LLA cuenta dentro de su nómina a conocidos políticos casta, provenientes de sectores no tan libertarios propiamente como lo son algunos del partido Radical o de la derecha conservadora estatista e incluso del PJ como Scioli y Francos.

            Este muy variado compuesto del cóctel que representa el gobierno LLA y sus alianzas se irá desangrando lentamente, pero no hay que estar pasivos y esperar que la estructura caiga por su propio peso. Ellos pueden mover algunas piezas en este tablero de ajedrez para garantizarse mediante la represión y un fuerte apoyo de los medios de comunicación, como también del proveniente del imperialismo, para poder prevalecer frente a las contradicciones.

            Por eso hay que lograr la movilización, imponerse en todo sector de lucha, establecer que las luchas reivindicativas y la lucha de clases deben ir de la mano, convertir a cada aula, cada fábrica, cada sindicato, cada calle y cada sector de trabajo, en una luminosa trinchera de combate para así atraer a las grandes masas para dirigirlas hacia la victoria final y dar por fin, una estocada ultima en el corazón de los enemigos del pueblo.

            Debemos evitar ir por caminos ya transitados con resultados negativos, no dejarse engañar por los reformistas y oportunistas que a cada traspié de la derecha mas radical quiere perfilarse como una solución, cuando ya sabemos desde las luchas internas libradas por los bolcheviques en la II Internacional, que la reforma y socialdemocracia no es el camino. El único camino válido, es la vía revolucionaria. 

                                                                                                                                      LULO MALESSORI