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Beatriz Perosio

NOTAS POLÍTICAS

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Los amigovios de Milei y quienes se lavan las manos como Cristina

            Los bloques legislativos de La Libertad Avanza se vienen achicando, producto de peleas internas ligadas a fracasos del gobierno al chocar con los intereses de las mayorías. En el Senado perdió un senador, Paoltroni, por diferencias sobre la postulación de Ariel Lijo a la Corte; el bloque ahora solo tiene 6 integrantes. Y en Diputados, donde arrancó en 2023 con 41 miembros,  ahora cuenta con 37 (tres se fueron con Zago y luego armó su bloque unipersonal Arrieta, tras el escándalo de la visita a los genocidas en Ezeiza).

            Si bien esos datos son positivos para la resistencia contra el gobierno, no significan que éste esté en soledad. ¿Cómo hace para aprobar leyes, decretos o vetos si en el Senado de 72 miembros sólo tiene 6 y en Diputados de 256 bancas, apenas 37? La respuesta es simple: tiene socios, cómplices y acompañantes que lo ayudan en esos menesteres, en parte por coincidencias políticas derechistas y también por negocios, prestaciones, cargos, etc.

            Ese contubernio ya se había visto a fines de junio pasado a la hora de tratar la ley Bases, aprobada con 147 votos a favor, 107 votos en contra y 2 abstenciones. Si la votaron 147 diputados y LLA tenía 38 propios, quiere decir que se le sumaron 109  cómplices, destacándose la bancada del PRO del macrista Cristian Ritondo, los de la UCR de Rodrigo de Loredo, los pejotistas de Pichetto, etc. Eso fue muy visible, aunque también hubo diputados que llegaron a sus bancas por el FDT y UxP y que por iniciativa propia y/o influencia de sus gobernadores, cómplices de Milei con los negocios de multinacionales con el RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversores), también votaron la ley Bases. De ese modo aceptaron la privatización de empresas, el blanqueo de capitales, la baja de impuesto a los bienes personales, el RIGI para las mineras y otras inversiones que dejarán pocos dólares en el país y vaciarán nuestros recursos naturales.

            Entre esos 147 traidores a la Patria no estaban solamente los de Milei, Macri, radicales y de Pichetto sino también los diputados peronistas de Tucumán, Salta, Catamarca, Córdoba, Entre Ríos, etc. En el Senado también hubo peronistas que votaron de ese modo como los de Catamarca, Salta, Tucumán y Entre Ríos, por influencia de sus mandatarios Jalil, Sáenz, Jaldo, etc, atraídos por los posibles negocios del RIGI.

            Esas traiciones se repitieron el 11/9 cuando Diputados trató el tema jubilatorio: Milei tuvo 87 votos y pudo mantener su infame veto a la ley. Dentro de ese lote sobresalieron 5 diputados de la UCR que antes habían votado por la mejora previsional y ahora se dieron vuelta, ensobrados, a favor del veto. Otra muestra de la repugnante casta y corrupción donde Milei está metido hasta la peluca y que acumula bronca a nivel popular contra la mayoría de esas dirigencias ajenas al sentir de los argentinos de a pie.

PERONISMO TIENE VARIAS CARAS

            Al infame Pacto de Mayo, que al final fue el Pacto de Julio, firmado en Tucumán, lo suscribieron 18 gobernadores, con la ausencia y una postura más digna de Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Zilioto (La Pampa) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Los otros 18, en particular el pejotista cordobesista Martín Llaryora, tienen  un acuerdo básico con Milei.

            El peronismo tiene varias caras. Una parte de la dirigencia, como el gobernador cordobés y sus colegas de Tucumán, Catamarca, Salta y otros están haciendo negocios con la Casa Rosada y las multinacionales. Otros que estuvieron con el peronismo hasta el 10 de diciembre de 2023 se pasaron con tutti al gobierno, como el ex vicepresidente, ex gobernador, ex candidato a presidente y ex embajador en Brasil, Daniel Scioli. Otro tránsfuga es Guillermo Francos, ex representante del gobierno de Alberto Fernández ante el BID, actual jefe de Gabinete de Milei. Y así como ellos unos cuantos más…

            Incluso algunos que se mantienen como peronistas, o eso dicen, como el ex Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el jefe del interbloque de Senadores de UxP, José Mayans (senador por Formosa ¡desde 2001!), han elogiado a la negacionista y fascista Victoria Villarruel diciendo que “se aproxima ideológicamente” al peronismo.

            La que viene evolucionando hacia una postura más crítica del gobierno es Cristina de Kirchner, aunque sin hacer una autocrítica de su rol como armadora del lamentable gobierno de Fernández. De todos modos ahora viene criticando más a Milei, por ejemplo con su documento de días atrás y en la “clase magistral” en la Universidad Nacional del Oeste del 13/9, ambos titulados “Sigue siendo la economía bimonetaria, estúpido”.

            Allí cuestionó a Milei: “Largue a Friedman y a la escuela austríaca, agarre el manual argentino”. Reiteró que la inflación deriva de la falta de dólares y no es un problema exclusivamente monetario. Cuestionó los modos y mensajes de odio en los discursos presidenciales, etc.

            Su mensaje de conciliación es discutible. Dijo: “Aprendamos a respetar al otro. De esto dependerá que no tengamos un país fallido”. Si por respetar al otro se entiende a todos los que son parte del campo popular, ese llamado es válido, pero si por “el otro” se refiere al “lunático” Milei (así lo llamó), no estamos de acuerdo en buscar la paz con él y sus fanáticos. Esa confrontación debe ser frontal.

            Un párrafo clave de su discurso fue: “no podemos quedar atados a las demandas de 1945. Tenemos que sentarnos en la mesa para cranear cómo hacemos para representar al conjunto de los trabajadores”. Esto, sin ser tan explícito como en su documento anterior de 8 páginas, abre la puerta al debate de la reforma laboral que quieren imponer el gobierno y las grandes patronales de la UIA.

            Es cierto que faltan dólares y eso influye en la inflación (CFK casi siempre omite el rol de los monopolios formadores de precios). ¿Pero por qué su gobierno 2019-2023 tuvo en dos años un superávit comercial de 32.000 millones de dólares y esas divisas no se vieron en obras y desarrollo social? Es que su gobierno firmó en marzo de 2022 el acuerdo para la legalización de la deuda fraudulenta con el FMI, empezó a pagarla con esos millones de dólares y con un ajuste contra el pueblo. Ella dice ahora ser crítica de ese acuerdo. Tarde piaste Cristina. Debiste denunciarlo entonces y si no se lograba frustrarlo, hasta renunciar como vicepresidenta.

            Esas limitaciones ideológicas y políticas se ven en la práctica. Ni ella ni La Cámpora están abocados a la protesta social ni a la construcción de un frente político combativo. ¿Cambiará y será parte de una oposición en serio? Muy difícil, pero no imposible. Lo que sí no hay que ser iluso, ni aceptar su dedo ni su programa gran burgués ni sus “clases magistrales” ni esperar sus tiempos, que no son los de los compatriotas que sufren el ajuste.

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