SÍGANOS EN

Beatriz Perosio

Libertad de prensa en tiempos de Milei

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            El 7 de junio se conmemoró el día del Periodista en nuestro país. La tarea de informar se hace muy difícil en estos tiempos en la Argentina bajo el Gobierno “Libertario”.

            El cierre de Télam y destinos similares para la TV Pública y Radio Nacional demuestran que la libertad de prensa está en peligro por estos pagos. El ataque directo a los medios públicos y el desmantelamiento de los mismos cercenan la posibilidad de acceder a contenidos generados fuera del centro del país, privando de recursos valiosos a medios comunitarios, alternativos e incluso a medios privados, para los cuales Télam -principalmente-  proveyó de contenidos históricamente.

            En el marco del día de la libertad de prensa, en mayo último, Reporteros Sin Fronteras, en su informe anual alertó sobre el desplome que afecta uno de los derechos imprescindibles como es el derecho a la expresión. Según este informe  “La hostilidad de Javier Milei a la prensa descalabra a Argentina del 40 al 66 en el ranking. “La situación es particularmente preocupante en Argentina tras la llegada al poder del presidente Milei, cuya postura agresiva respecto al periodismo entorpece el pluralismo”, añade el texto.

            El desmantelamiento de los medios públicos exacerbó la concentración y la subordinación de la comunicación al mercado, quitando a la población la posibilidad de acceder a producciones realizadas fuera de los criterios comerciales y de lucro, desechando el derecho a la comunicación.

            La total sujeción al imperio del mercado favorece a los medios más concentrados, en la misma lógica que encarna el programa de gobierno mileísta. A pesar de que la recesión también incide en sus ingresos, se consolida localmente el rol dominante del Grupo Clarín, coincidente con la prédica anti derechos del gobierno.

            Ese alineamiento queda muy claro en la cobertura de la represión del pasado miércoles 12 y la aprobación de la nefasta Ley de “Bases”. Para el diario de Magnetto y cía, hubo “graves incidentes” en los alrededores del Congreso, “en la protesta liderada por organizaciones de izquierda y piqueteras, con quemas de vehículos y ataques con piedras”. Así lo contó en la tapa del jueves 13, donde también cargó contra el “kirchnerismo”, acusándolo de querer cortar la sesión aprovechando los “incidentes”. En las noticias que destaca la portada, se habla de los 30 detenidos uno de los cuales -afirma- “tenía una granada”, sosteniendo así el discurso presidencial que pretendió caracterizar la protesta como un “golpe de Estado”.

            No hay ninguna alusión a la represión, ni siquiera para fingir pluralidad. Menos aún se habla de lo que realmente significa esa ley para el patrimonio nacional, la soberanía, los derechos de lxs trabajadores, etc.

            La Nación, por su parte, puso en el copete de su título principal que “activistas provocaron serios incidentes”.

            Hoy la prensa gráfica no tiene el alcance de antaño. Pero, al igual que Clarín, el viejo medio oligárquico de los Mitre marca en sus portadas lo que reproducen, insisten y moldean en sus conglomerados de medios: radios, medios digitales, canales de TV, programas en streaming, etc.

            El dominio del mercado también acentuó el deterioro de las condiciones laborales de lxs trabajadorxs de prensa. Según la encuesta realizada por SiPreBa, en el AMBA el 76% percibe en su trabajo principal sueldos por debajo de la línea de pobreza, cifra que el año pasado alcanzaba al 46%. Aún con pluriempleo, contando la totalidad de los ingresos, el 61% no alcanza a cubrir la canasta básica, porcentaje que duplica al del año pasado.

            El gobierno de Milei no sólo hundió los ingresos, sino que profundizó la precarización en el sector. Un 20% trabaja bajo modalidades como “free lance” o “colaborador”.

            Esa pauperización de la labor periodística y comunicacional es consecuente con el programa pro monopolios y ultra liberal que lleva adelante Milei y que le granjea el apoyo de los medios más concentrados, aunque tenga algunas pequeñas desavenencias.

            El combo de destrucción de los medios públicos, precarización y empobrecimiento de lxs trabajadores del sector, junto a la eliminación de políticas públicas que ayudaban (aunque de modo muy insuficiente) a la prensa comunitaria y alternativa, conforma un ataque brutal contra el derecho a la información y a la comunicación. Se suman también los ataques contra quienes ejercen la profesión durante las protestas, incluso para medios amigos del poder, ya que son objeto frecuente de agresiones policiales.

            El ejercicio de un periodismo comprometido con la realidad social se hace indispensable para la democracia.

            La violencia con la que el mandatario argentino se expresa sobre los periodistas que le hacen preguntas mínimamente comprometedoras, demuestra su vocación censuradora y contraria a la libertad de expresión. 

            Allá lejos quedó el sueño de los medios comunitarios. El gobierno anterior fue incapaz de reponer la Ley de Medios truncada por el macrismo y este gobierno de LLA directamente elimina los últimos jirones. No hay financiamiento para quienes siguen lógicas distintas a las del mercado, para quienes abren espacios a voces diferentes y cuentan la realidad que el gobierno esconde y subestima.

MARÍA ALANIZ

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