Hay que frenar a Macri en las calles y las urnas

Luego de la derrota de Mauricio Macri y Juntos por el Cambio el 11 de agosto pasado se agudizo una crisis política y económica que desde que asumió este gobierno en diciembre de 2015 viene arrastrando sostenidamente a millones de argentinos hacia la pobreza y la indigencia. Los mercados financieros, libres de todo control, golpearon al Pueblo argentino llevando a un alza importante del dólar y la posterior suba de precios en todos los productos de la canasta básica.

La situación de millones de argentinos es cada día más crítica. Lo que ya era suficientemente difícil ahora está peor. Incluso las supuestas medidas del gobierno para intentar dar un poco de oxígeno fueron a empeorar aún más el contexto. Ni la quita del IVA, ni un insignificante bono o la disminución del pago de ganancias sobre el salario aliviaron a los trabajadores. Lo que sí lograron en muchos casos es complicar aún más las ya complejas cuentas de las provincias.

La situación es crítica y de emergencia por donde se la mire. En las barriadas populares el hambre avanza; en los sectores de la industria y el comercio los despidos no paran acumulando cerca de 175 mil puestos de trabajo según indicadores propios del gobierno. Por otro lado, los salarios de los trabajadores públicos se alejan de la línea de pobreza ($32.000 para una familia tipo) para arrimarse a la de indigencia en muchos casos.

Además de esta situación ya de por sí grave preocupa también más que todo el andamiaje de timba financiera que tanto nos viene haciendo daño. Y empeora más de la mano del default selectivo que instrumentó el gobierno luego de la derrota de las PASO. Nadie sabe cuándo puede explotar en forma más abrupta y mucho menos qué va a pasar entre el 27 de octubre y el 10 de diciembre con un gobierno que demuestra niveles altos de insensibilidad y una voracidad propia de los mercados financieros.

Por todo este contexto discrepamos con las corrientes sindicales y políticas que plantean que por el hecho de que Macri esté virtualmente derrotado no hay que salir a construir escenarios de lucha sindical y social. El saqueo está ocurriendo ahora y es necesario frenarlo para que sus consecuencias no sean peores para nuestro Pueblo. Y también para que el gobierno de los Fernández no asuma con un país en llamas en diciembre.

Desde las Agrupaciones de Base Clasistas creemos que es impostergable realizar un plan de lucha nacional contra el saqueo de Macri, el FMI y los mercados financieros exigiendo medidas de emergencia para que el hambre no avance, la salud y la educación pública no entren en una crisis aun mayor y para defender nuestra soberanía de quienes aprovechan estas situaciones para generar condiciones más desventajosas de dependencia para el futuro.

Además, es fundamental poder abrazar y sostener las luchas que se vienen dando en todo el país como es el caso de docentes y estatales en Chubut, y Luz y Fuerza en la provincia de Córdoba. En el caso de Chubut incluso va tomando un carácter más general por lo extenso de conflicto y por la solidaridad de otros sectores que se fueron sumando a la pelea contra los ajustes de Arcioni y Macri. En Luz y Fuerza se defiende el convenio, se exige aumento salarial y se defiende la EPEC estatal e integrada. Por eso fueron reprimidos por la policía de Schiaretti, el amigo de Macri, con heridos y detenidos que luego debieron ser liberados ante la declaración del paro. Hay voluntad de lucha y resistencia por parte de nuestro Pueblo como también hay voluntad de volver a golpear en las urnas a Macri en octubre para que se vaya.

Se necesita un plan de lucha nacional contra Macri y el Fondo Monetario Internacional, con movilizaciones, actos y paros, que le dé cuerpo a la construcción de un gran paro general que le muestre al mundo la voluntad de soberanía y bienestar que tienen los trabajadores y sectores populares. Es importante que la dirigencia sindical revea sus posiciones electoraleras. Hay muchas cosas importantísimas de las que nos tenemos que hacer cargo aquí y ahora. No pueden postergarse.