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DÍA DE LA SOBERANÍA

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Reivindicación del 20 de noviembre

            En tiempos de tanta desesperación, abandono y descrédito de la clase dirigente, no es un mal ejercicio recordar una de las fechas de mayor importancia para nuestra historia como el 20 de noviembre, donde en el año 1845 aconteció el combate de la Vuelta de Obligado.

            Quizás para las potencias imperialistas sea un suceso más, un contra tiempo para sus ansias expansionistas, pero en el contexto de escasa unidad e identidad nacional de aquellas épocas, para la Confederación Argentina (que luego pasaría a ser conocida como República Argentina) era una parada clave. Era el momento de demostrar que la patria se defendería hasta las últimas consecuencias ante el inminente ultraje que representaba el paso de la flota militar/comercial franco-británica en detrimento de la autoridad del gobierno de Buenos Aires a los fines de comerciar con Santa Fe y tener vía directa a Paraguay.

            La convulsión interna propia del conflicto de la “guerra grande”, las dudas sobre la legitimidad del poder central, la identidad nacional aun no consolidada producto del caudillaje, las hipótesis de conflicto externo con potencias europeas y con gobiernos americanos por disputas fronterizas, etc, no hacían más que generar un clima de tensión que terminaría desatando en algún momento un estallido que definiera la situación existente. Ese estallido fue la batalla de Vuelta de Obligado.

            La batalla será recordada por su extrema violencia y asimetría entre las fuerzas enfrentadas, como así por las tácticas peculiares utilizadas (como la de construir una especie de barricada marítima mediante la unión de barcazas con cadenas de hierro).

            La contienda finalizó con una derrota de las fuerzas patriotas y en una victoria “pírrica” de los colonialistas, las altas bajas contribuyeron a la retirada y posterior reconocimiento del gobierno de la Confederación en ese momento dirigida por Juan Manuel de Rosas. Como consecuencias inesperadas podemos destacar la presentación voluntaria de unitarios para formar parte del gobierno federal y de sus respectivas fuerzas, como así también un cambio en la postura de varios gobiernos americanos que empezaron a ver con buena cara la gestión del “restaurador”.

            No hay datos históricos nuevos que pretendamos otorgarle al lector. Lo verdaderamente importante es destacar que como se necesita luchar por su Segunda Independencia, una definitiva victoria sobre el imperialismo y el neocolonialismo, es necesario que se revitalice el sentimiento patriótico y la defensa de la soberanía nacional.

            Hoy la lucha por la soberanía no depende de la defensa de sector del Paraná y de descargas de artillería sobre embarcaciones enemigas. En la actualidad la soberanía requiere de un trabajo en distintas áreas:

-Recursos naturales: en la actualidad el estado no explota los recursos nacionales por sí mismo y depende la concesión/permisos a privados para ello, lo que a su vez permite que terminen en manos de privados provenientes del extranjero, que lleva usualmente a un secuestro de los recursos naturales a cambio de una magra recepción de ingresos en concepto de canon de explotación o similares.
Los recursos deben estar bajo dominio del estado y explotados por entes nacionales y realizar una transición hacia la explotación por empresas públicas.

-Industrialización: atendiendo primero a la infraestructura necesaria para la modernización de la producción agropecuaria y garantizar la industria pesada, todo ello a los fines de incentivar la empresa mediana y liviana para garantizar el consumo suficiente y sustentable de la población. Que eso conduzca a la no dependencia de productos extranjeros y pudiendo posicionar a Argentina de tal manera que el empresariado extranjero no pueda imponer sus condiciones por sobre las necesidades y conveniencias de nuestra patria.

-Establecimiento de alianzas estratégicas con gobiernos populares o antiimperialistas: con las mismas podrían trabarse acuerdos militares, económicos y políticos que permitan el intercambio en condiciones de mayor equidad y la conformación de frentes para poder proteger a los estados partes de los embates de las potencias depredadoras.

-Lucha contra el narcotráfico/contrabando/corrupción.

            Hoy nos encontramos inmersos en una etapa de democracia burguesa y capitalismo dependiente, por eso ni se ejerce la soberanía sobre el río Paraná-Uruguay y la treintena de puertos allí son privados. ¡Y donde se libró la batalla de Punta Quebracho, 5/6/1846, hay una sede la multinacional Cargill!

            Nuestra propuesta para concretarse en su totalidad depende de la liberación nacional y social y la posterior realización de la revolución socialista. Pero no resignamos la defensa de la soberanía incluso durante la etapa actual, para la cual se necesita de leyes y acciones de los 3 poderes bajo la presión de la movilización popular. Así se podrían cumplir los objetivos arriba enunciados, aunque sea dentro de los límites del sistema imperante.

            Viva la patria, y a no resignarse, a luchar, porque salvo el poder todo es ilusión.

LULO MALESORI

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