Beatriz Perosio
Clarín, el gran beneficiario de la pauta oficial
Según los datos de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Nación, entre el 1 de setiembre de 2021 y el 30 de abril de 2022 el gobierno nacional destinó $ 408.374.477,05 a pauta publicitaria. Esos fondos se destinaron, según el mismo informe, a 2.842 medios, entre Web, Televisión (por cable y abierta), prensa gráfica, cartelería pública, radios y cine.
Una frase atribuida a Umberto Eco asegura que la estadística es la ciencia según la cual si un hombre comió dos pollos y otro ninguno, se concluye que han comido uno cada uno. Más allá de la chanza del semiólogo sobre el (mal) uso de las cifras, las que se resumen en el párrafo anterior tienen la característica de esconder una realidad fundamental. El dinero del Estado no va a fortalecer medios comunitarios y populares, ni a expandir las voces de la sociedad, sino a reproducir la concentración en unos pocos y cada vez más poderosos medios.
Según la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios (que reúne a FARCO, ARECIA y otras entidades que nuclean medios de ese tipo), sólo el 1% de los medios se lleva el 68% de la pauta. En un comunicado publicado el 8 de junio último, el colectivo señaló que “mientras medios cooperativos de todo el país reciben migajas, las corporaciones con intereses antinacionales recaudan la mayor parte de los recursos públicos”.
Los números oficiales muestran claramente que entre los principales beneficiarios de los fondos públicos están los medios del Grupo Clarín y otros pulpos comunicacionales. Por ejemplo ARTEAR (Canal 13) recibió $ 154.749.441,00 (25% del total de TV abierta); TN $200.164.250,00; Canal 12 de Córdoba $10.587.389,54; Radio Mitre AM 790, $88.349.079,28.-. Entre las FM, la que más dinero recibió fue La 100, también del Grupo, con $73.817.734,32.-
La publicidad oficial comprende todas las campañas, anuncios y comunicaciones del gobierno. Al destinar esos recursos a los grandes medios, el propio Estado favorece la concentración en desmedro de los medios que -muchas veces con muy pocos recursos- dan lugar a expresiones populares, comunitarias, barriales, etc.
En términos reales, el dinero destinado a la pauta fue menor a la del mismo período de 2020-2021 (es decir, aumentó pero menos que la inflación). También hubo algunos cambios en cuanto a la distribución en los distintos sistemas, con mayor incidencia en la Web y las redes.
Clarín recibe por su sitio $ 150.588.751,71, ocupando el podio de beneficiarios en el rubro junto a Infobae ($ 178.677.917,00) y La Nación ($ 142.484.502,40). Es decir que entre esos 3 medios claramente de derecha, el Estado argentino gasta más del 25% de la pauta para Web.
En cuanto a las redes, el gobierno de Alberto Fernández está sosteniendo principalmente a los grandes monopolios internacionales: Facebook y YouTube fueron favorecidos, en conjunto, en $529.489.622,49, más del 84% del total destinado a ese sistema.
Como mencionamos antes, de boca de la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios, esos fondos van a sostener intereses antinacionales, y -agregamos- antipopulares. Son parte del dispositivo que sostiene un ideario neoliberal, gorila, que desprecia a las mayorías, estigmatiza a las comunidades indígenas, desacredita a las luchas populares y a los derechos de la clase trabajadora, etc.
Pero además, son medios en los que lxs propixs trabajadorxs de prensa sufren la precarización y explotación.
La lucha por un sistema de comunicación democrático, popular y federal está ligado a la pelea por un país independiente donde el protagonismo político sea de la clase trabajadora.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales representó, en su momento, un avance en esa dirección. Fue desguazada por el gobierno de Macri y el gobierno actual no hizo nada por revertir ese cuadro a pesar, incluso, de que los monopolios mediáticos lo han criticado duro actuando en banda con Juntos por el Cambio, los intereses concentrados y la InJusticia.
MARÍA ALANIZ