BREVES INTERNACIONALES

Secuestro en la embajada de México en Ecuador

            En la noche del 5 de abril pasado la policía de Ecuador, mandada por el presidente neoliberal y derechista de Daniel Noboa, irrumpió violentamente en la embajada de México en Quito y se llevó prisionero a Jorge Glas, ex vicepresidente ecuatoriano que gozaba allí de asilo político.

            Además de la ruptura con la Convención de Caracas sobre asilo diplomático de 1954 y de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961, aquella incursión policial fue una violación de derechos humanos de Glas y una maniobra política de Noboa y su amo yanqui en contra de países como México, tercermundistas y miembros de la comunidad CELAC, en onda relativamente progresista junto con Brasil, Colombia y Honduras, amén de otros países socialistas como Cuba y antiimperialistas como Venezuela.

            El alineamiento de Ecuador con Washington ya venía desde 2019, cuando se había consumado la traición de Lenin Moreno a la Revolución Ciudadana (2007-2017) y siguió con los presidentes banquero Guillermo Lasso y el bananero Noboa, que han firmado tres acuerdos con Estados Unidos y el Comando Sur para el ingreso de aviones, barcos y tropas yanquis al país. Ecuador está jugando el rol de base militar yanqui que otrora cumplía Colombia con Iván Duque y sus antecesores en la presidencia.

            Glas fue vicepresidente de Rafael Correa en su último mandato y al igual que éste fue acusado de actos de corrupción, siempre con procesos de lawfare y sin pruebas. Así fue condenado en dos procesos a 6 y 8 años de cárcel, unificados en una sola pena a 8, de los que cumplió 5 años de cárcel, entre 2017 y 2022. Últimamente le abrieron otro proceso similar, flojito de papeles, y Glas se refugió en la embajada mexicana, recibiendo el asilo político decidido por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

            El corrupto Lasso había renunciado antes de tiempo y hubo elecciones anticipadas en Ecuador, asumiendo Noboa en noviembre del año pasado, con un mandato acotado a dos años. El próximo 21 de abril hay un referéndum en Ecuador, donde el presidente quiere hacer aprobar sus “arbitrajes internacionales” entreguistas para dirimir diferendos con multinacionales en el tribunal CIADI del Banco Mundial Y en febrero de 2025 habrá nuevos comicios presidenciales. Noboa debe creer que estas incursiones proyanquis, más la guerra contra los carteles narcos, en onda fascista Bukele, le servirán para ganar el referéndum y las presidenciales. Por ahora lo que ganó es la medalla al lamebotas yanqui del mes, en dura competencia con Javier Milei y Dina Boluarte.

            Más de 30 gobiernos de la región y el mundo, más la ONU y CELAC, han repudiado ese operativo policial contra la embajada mexicana, totalmente ilegal, incluyendo la derechosa cancillería argentina (que tiene a 6 proyanquis asilados en su embajada en Caracas). Sumamos nuestro repudio total a Noboa, apoyamos la ruptura de relaciones dispuesta por AMLO y reclamamos que se respete el asilo de Glas.

Grave atentado terrorista contra Rusia

               El 22 de marzo pasado se produjo un atentado terrorista durante un concierto musical realizado en el Crocus City Hall, en los suburbios de Moscú, que dejó un saldo de 143 muertos y más de 180 heridos. El mismo fue reivindicado por el grupo terrorista “Estado Islámico” con sus siglas ISIS-K, que la justificó contra el gobierno de Vladimir Putin. La organización criminal tendría su base en Afganistán y sería desprendimiento de sus similares que actuaron en Irak, Afganistán y aún lo hacen en contra de Siria, por lo general en sintonía con los intereses del imperialismo.

               En este caso era obvio el vínculo político con el régimen ucronazi de Ucrania, que lleva a cabo una guerra contra Rusia como adelantado de la OTAN, aunque ésta aún no haya dado su ok al ingreso formal de Kiev como miembro número 33 de la organización militar imperialista de EE UU y sus aliados.

               El Comité de Investigación de Rusia indicó rápidamente que se hallaron evidencias que conecta a los cuatro terroristas detenidos con “nacionalistas ucranianos”. El Comité confirmó que los datos muestran que los terroristas recibieron “montos significativos de dinero y criptomonedas de Ucrania, los cuales fueron utilizados para la preparación del crimen”.

               El presidente ruso apuntó el sábado 23 a Ucrania, asegurando que los cuatro sospechosos “intentaron darse a la fuga y se dirigían a Ucrania, donde, según datos preliminares, les habían preparado un acceso del lado ucraniano para cruzar la frontera”, en un mensaje a la nación por la televisión rusa.

               Que el atentado lo hicieron esos grupos terroristas surge de sus comunicados de reivindicación, publicados por Al-Naba, la revista semanal publicada por la Oficina Central de Medios del Estado Islámico, que detalló que los cuatro yihadistas fueron acorralados en un bosque mientras intentaban escapar.

            Por su parte el Comité de Investigación de Rusia dijo que “la instrucción continúa las investigaciones para establecer la implicación de los servicios de inteligencia ucranianos en los preparativos y financiamiento del atentado terrorista”.

            Obviamente, el presidente de Ucrania, Zelenski, negó los cargos en su contra y dijo que todo fue exclusivo del Estado Islámico. Por supuesto que no iba a reconocer su rol en un atentado criminal muy mal visto por el grueso del mundo. Sin embargo, la investigación rusa aportó varios elementos y es de esperar que vaya a fondo y aporte más pruebas. Zelenski y sus mandantes están perdiendo la guerra en el frente ruso así que ese elemento político es un fuerte indicio de que pudo haber estado, efectivamente, detrás de ese tremendo acto de terrorismo contra Moscú.

            Nuestra solidaridad con el pueblo ruso y el gobierno de Putin frente a ese gravísimo atentado promovido por el imperialismo, que está perdiendo la guerra en Ucrania.

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL PL