SÍGANOS EN

Beatriz Perosio

¡Ahora que estamos juntas, ahora que si nos ven!

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            Miles de voces cantando hacían temblar las paredes de los edificios que circundan Congreso. El 8 de marzo las mujeres tomaron la calle nuevamente. Para la mayoría es el espacio ganado, que por siglos fue negado a la mujer y que hoy se ocupa para conquistar derechos o para defender los que ya se tienen.

            Mujeres de edades disímiles entre sí se abrazan, cantan, bailan. Rompen barreras y saben que la lucha es por todo. Porque la pasan mal y si sos marrona la pasas peor; si vivís en un barrio las necesidades son mayores, y ni qué hablar si sos indígena.

            La marcha se viste de colores que brillan y representan: verde, violeta, rojo, se mezclan para formar este arco iris de mujeres.

            Los motivos para marchar son muchos y las mujeres lo saben porque sufren a diario el ajuste del gobierno de Milei. Las desigualdades existen por más que el primer mandatario lo niegue, denostando la labor que hacemos las mujeres a diario. No sólo el desfinanciamiento referente a las políticas de Género nos afecta, las políticas económicas impuestas por este gobierno generan efectos devastadores para los sectores más postergados donde las mujeres, disidencias y niñeces son la mayor parte.

            Según datos del Centro de Economía Política Argentina las mujeres representan el 63% de las personas con menores ingresos y la riqueza sigue siendo patrimonio de varones.

            Algunos datos de ese informe dan cuenta de ello:

– Ejecución de la AUH cayó 53% y las políticas alimentarias un 50%.

– Las canastas alimentaria y total -que determinan la línea de indigencia y pobreza- aumentaron por encima del nivel general de precios: mientras que la inflación general fue del 70% acumulado, la canasta básica total subió 73% y la canasta alimentaria 78%.

– Los puestos de trabajo en casas particulares se redujeron y las perspectivas tienden a empeorar puesto que ante las crisis, las familias recortan en este rubro. El 96,7% son mujeres y sus ingresos han perdido 30 puntos de poder adquisitivo en los últimos tres meses 

– Docentes: el 77% del personal de nivel inicial, primario y secundario son mujeres, y sufrieron un recorte de salarios con la eliminación del FONID, que representaba en promedio el 12% del sueldo.

– Jubilaciones: el 78% accedieron vía moratoria y por ende cobran el haber mínimo y sufrieron una pérdida del poder adquisitivo de 20 puntos en 3 meses.

– Potenciar Trabajo: el 63% son mujeres. El poder adquisitivo cayó a la mitad a marzo de este año. Y fue sustituido sin mayores precisiones.

– Programa Acompañar, que perciben las mujeres y diversidades en contextos de violencia de género, perdió 30% de su poder adquisitivo, a la par que se detuvieron las altas.

            A esta situación se le suma la violencia que no cesa. El Observatorio de las Violencias de Género “Ahora que sí nos ven” dieron a conocer las cifras de la violencia sólo en febrero pasado: 23 femicidios.

  • 1 femicidio cada 29 hs. en lo que va del 2024
  • 32 intentos de femicidio en febrero y 4 intentos de femicidios vinculados en 2024.
  • El 39% de los femicidios fue cometido por las parejas y el 24% por ex parejas de las víctimas.
  • El 36.7% de los femicidios ocurrieron en la vivienda de la víctima y el 28.6% en la vivienda compartida
  • 3 de los femicidas pertenecen a las fuerzas de seguridad o armadas.
  • 8 de las víctimas habían realizado al menos una denuncia y 4 tenían medidas de protección.

Fuimos Marea, seremos Tsunami

            A comienzos de febrero diputados y diputadas de la Libertad Avanza presentaron un proyecto que pretende derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, solo permitiendo el aborto cuando haya “peligro inminente” para la vida de la mujer, retrotrayendo la legislación a antes del Código Penal de 1921.

            Días atrás Milei expresó que: “el aborto es un asesinato agravado por el vinculo”, y se refirió a las mujeres como las asesinas de pañuelos verdes.

            Las mujeres el 8 de Marzo también expresaron que no se dará un paso atrás en materia de derechos, y que se defenderán de la misma manera en que fueron conquistados: en la calle.

            La marea que llenó las plazas, que se movilizó en todo el país, luchando por la ley IVE, por la educación sexual, por el lenguaje inclusivo, no ha bajado y puede llegar a convertirse en Tsunami si se tocan los derechos.

            El 8 de marzo, haciendo uso de la violencia habitual, en este caso simbólica, el gobierno anunció que el Salón de las Mujeres pasa a llamarse el Salón de los Próceres. El gobierno nos ataca de múltiples formas, las mujeres respondemos con lucha, reforzando la construcción colectiva.

            Las consignas y documentos unificaban posiciones en referencia a que la emergencia no es el DNU de Milei sino que es alimentaria, habitacional, sanitaria y ambiental. El territorio de los pueblos ancestrales debe respetarse. 

            Se marchó también por un salario mínimo que cubra la canasta familiar, y pronunciándose contra los despidos y bajas del Potenciar Trabajo.

            Ante el desguace del sistema de salud, se exigió mayor presupuesto para ese sector. Asimismo se posicionó en defensa de la educación pública, y de las universidades públicas, ahogadas por la situación económica y la falta de presupuestos. En ambos sectores, los puestos de trabajo son ocupados mayoritariamente por mujeres.

            Casi todos los sectores estuvieron presentes en las marchas y en las consignas: las mujeres somos trabajadoras de casas de familias, científicas, docentes, estudiantes, cooperativistas, jubiladas, trabajadoras de la salud, realizamos tareas de cuidados en nuestro hogar, etc. Se exigió que el ajuste no lo paguen las, los y les trabajadores.

            La solidaridad internacional siempre fue bandera en la lucha feminista. Por ello las banderas de Palestina flamearon junto a los pañuelos verdes, gritando por el cese del genocidio en Gaza, contra la agresión de Israel.

            Y como hace años se viene reclamando: “la deuda es con nosotras, no al pago de la deuda externa a costa del ajuste al pueblo”. Que se destine ese dinero a políticas públicas para parar el hambre, la violencia y la exclusión que grandes sectores de la sociedad están sufriendo.

¡Ni un paso atrás en nuestros derechos!, ¡Ni un ajuste más y ni un derecho menos!

MARÍA ALANIZ

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