Liberación - Órgano de Prensa
A la calle y a las fábricas, con un plan de lucha nacional
Luego del veto a la Ley Antidespidos, las dos CTA, la de Yasky y la de Micheli, junto a varios gremios y seccionales de la CGT, organizaciones sociales, estudiantiles y políticas, protagonizaron el 2 de junio una fuerte movilización. En plaza de Mayo y bajo una constante lluvia, más de 40.000 trabajadores exigieron que se frenen los despidos y los tarifazos.
La movilización dejo en evidencia los límites de las conducciones de las CGT que con sus diferencias se corrieron de la organización de una medida de protesta que el 29 de abril habían prometido debía ser contundente en caso de que se vetara la Ley. Estos burócratas se conformaron con arreglos económicos para sus gremios y con la “buena voluntad” del empresariado monopólico que se “comprometía” a no despedir por 90 días (cosa que no cumplió ni siquiera 24hs).
Este aspecto marca lo fundamental de definir con claridad el sentido político en el que se construye la unidad. La unidad es importante, pero es decisivo que sea para enfrentar los planes políticos y económicos del gobierno macrista, enfrentar el ajuste y la entrega y desde ahí construir un proyecto político antimonopólico, antiimperialista, popular y patriótico. Así trabajamos para adelantar la salida de este gobierno y seamos los trabajadores, el pueblo y sus organizaciones los que definamos nuestro futuro.
Tanto en esa movilización, en el encuentro sindical de Villa Constitución, en los gremios, cooperativas de FACTA y pymes que se movilizaron contra los tarifazos y ajustes el 9 de junio hay una base importante para poder avanzar en la estructuración de una amplia Coordinadora de Gremios y Organizaciones Populares contra los ajustes y la entrega. Una Coordinadora que unifique todas las peleas que se vienen dando a lo largo y ancho del país (según la consultora Tendencias Económicas la conflictividad laboral creció 400% entre mayo de 2015 y el mayo último pasado) para potenciar esas luchas y generar un marco que revierta los avances antipopulares de este gobierno.
Para que esta Coordinadora de Gremios y Organizaciones Populares tenga mayores éxitos debe establecer un programa mínimo de defensa de los derechos de los trabajadores y el pueblo y de reivindicación de nuestra soberanía. También debe construir un plan de lucha que sostenga los reclamos y luchas sectoriales pero también avance en la construcción de jornadas de lucha unificadas para concretar un gran paro general. Este aspecto es fundamental para que las movilizaciones y los paros no sean expresiones aisladas sino que sean parte de un plan que vaya aislando y golpeando al gobierno nacional y los monopolios.
El “con quiénes” y “para que” se va resolviendo en la práctica misma de las luchas y resistencias de nuestro Pueblo. Por eso también es importante ir avanzando en los métodos con que la clase obrera y los sectores populares van a llevar adelante estas luchas. Desde la asamblea, la organización sectorial, la construcción de mesas intersindicales regionales, provinciales y nacionales de gremios en lucha, la articulación con el movimiento estudiantil, con el cooperativismo y las pymes, con jornadas de difusión y lucha contra los ajustes, piquetes y movilizaciones, paros sectoriales y paros generales.
Esas deben ser medidas a articular en un plan de lucha que se debe pensar en forma sostenida, que tendrá derrotas y victorias parciales hasta que se pueda construir la fuerza para poder derrotar al gobierno de los monopolios.
Las ABC debemos fortalecer nuestra participación en las luchas y en los espacios de articulación de las organizaciones obreras y populares para que profundizar este debate. Y poder aportar en este camino a transitar por nuestra clase y nuestro pueblo. Este es el tiempo de construir un sindicalismo combativo, clasista y de liberación, dentro de una Coordinadora como la propuesta, mucho más amplia, de todas las corrientes gremiales opuestas a Luis Barrionuevo y otros burócratas que son aliados de Macri.