Liberación - Órgano de Prensa
Lamentable lo del Perro Santillán y Castells
En medio de un ajuste antipopular, despidos, avasallamiento de instituciones, devaluación, etc., dos dirigentes que alguna vez supieron adoptar posiciones de izquierda se han manifestado de forma lamentable ante la detención de Milagro Sala.
El “Perro” Santillán no sólo se sumó al discurso de Morales contra Sala, sino que lo amplió y decoró. Dijo que la dirigente “instaló la narcopolítica”, afirmaciones que se vuelven más temibles en el contexto de la Emergencia de Seguridad que firmó el gobierno y que dice apuntar al narcotráfico. La acusó de ser represora de trabajadores y autora de la muerte de Lucas Arias.
El mismo “perro” que enfrentara a la policía jujeña años atrás, ahora acude a la justicia para denunciar por supuestas amenazas al hijo de Milagro, Sergio Chorolque. El veterano municipal, aliado sindical del FIT, expuso ante la comisaría primera de San Salvador que Chorolque le había gritado en la calle que lo iba a matar. El Poder Judicial jujeño reaccionó rápido, imputando al joven.
Aún más lejos fue Raúl Castells, demostrando que del apoyo a Cambiemos no se vuelve. El dirigente del MIJD adhirió a las denuncias del Perro, pidió protección a la Gendarmería, porque asegura que no quiere “terminar como Nisman”. Dándole más color a su relato, informó que pensaba asistir armado a las marchas contra Milagro Sala, a quien comparó con Pablo Escobar. Completó su rol de vocero del fascismo denunciando a D’Elía, Esteche y Depetri.
Estas posiciones son peligrosas: abonan el discurso oficial que justifica la represión y la violación de las garantías democráticas.
M.A.