Liberación - Órgano de Prensa
Que se venga la segunda
Mientras las malas noticias se siguen acumulando para los trabajadores, la cúpula de la Confederación General de Trabajo parece estar mirando otra película. Las pérdidas se van acumulando en un acelerado ajuste que por los propios anuncios oficiales pretende ser profundizado después de las elecciones de octubre no sólo en el sector estatal, sino en toda la actividad económica.
Las paritarias perdieron hasta un 13% con relación a la inflación dependiendo cada caso. Los más de 250.000 puestos de trabajo y la magra actualización de jubilaciones, asignaciones y planes sociales fueron parte de un panorama que hoy necesita respuestas contundentes por parte del movimiento obrero y las organizaciones populares. Y 1.500.000 argentinos y argentinas fueron empujados por debajo de la línea pobreza.
En este contexto se llega a la puerta de una nueva elección legislativa donde muchos dirigentes sindicales evidencian más intenciones de meterse en las listas que de representar el pedido urgente de tomar medidas contundentes en defensa de sus afiliados. No es en principio incorrecto que el movimiento obrero pretenda representación directa en el Congreso nacional, provincial y los Concejos Deliberantes, pero esto se debe hacer mientras se sostiene la lucha y mucho más con el alto grado alcanzado en las jornadas de marzo y abril pasado.
Hay que aprender del gobierno de los monopolios que no se toma descanso ni para ir a elecciones y sigue profundizando el ajuste contradiciendo las recomendaciones de “expertos” electorales que no recomiendan estas medidas en una contienda electoral. Con esto tampoco queremos decir que no se estén dando peleas y que no sean importantes, todo lo contrario, como lo demostraron los compañeros choferes de la UTA Córdoba con un paro de 7 días al margen de la burocracia central. Luego del paro general del 6 de abril los trabajadores siguieron peleando, pero en forma aislada y es fundamental unificar y golpear con fuerza.
El Partido de la Liberación y las Agrupaciones de Base Clasistas entienden que hay que sumar presión sobre el triunvirato de la CGT (alineados mayoritariamente con el ex ministro Florencio Randazzo) pues se niega al segundo paro general. En la práctica es una tregua con el gobierno de Macri y éste la aprovecha muy bien. Al mismo tiempo hay que golpear sobre los sectores sindicales que directamente se entregan con moño y todo a la defensa de este gobierno de CEOs, como el Momo Venegas y las 62 Organizaciones.
Es fundamental dejar denunciar a conducciones como Ricardo Pignanelli del SMATA, que en medio de miles de despidos y suspensiones de la industria metalmecánica se da el lujo de invitar a Macri a inaugurar un nuevo sanatorio. Luego intenta lavarse la cara denunciando la “presión” brasileña para que se ingresen más autos de ese país, pero en los hechos es cómplice de estas políticas. Antonio Calo dijo con orgullo que en sus largos años al frente de la UOM no llevó adelante ningún paro general de su gremio cuando al mismo tiempo denuncia que los puestos de trabajo perdidos entre los metalúrgicos ya superan los 30.000 desde el 10 de diciembre de 2015.
Por eso insistimos con que es fundamental fortalecer las tendencias luchadoras y honestas del sindicalismo para dar una lucha a la altura de las necesidades y urgencias de nuestra clase trabajadora y pueblo. Volvemos a plantear la necesidad de una amplia Coordinadora de Gremios y Organizaciones Populares que enfrenten las políticas de este gobierno en contra de los trabajadores y nuestra Patria. Ahí deben estas las dos CTA, la Corriente Federal de la CGT, las regionales y gremios combativos, las organizaciones sociales y organizaciones populares partiendo desde la organización de una nueva y contundente Marcha Federal, con paros y movilizaciones provinciales, y empujando hacia medidas generales para frenar el rumbo del gobierno.
Por supuesto que esta herramienta de lucha necesita de un programa y un plan de lucha que le dé un sentido popular y de defensa de nuestra soberanía. Es importante construirlos con base en la defensa de los derechos conquistados y avanzando contra los monopolios y sectores concentrados de la economía en alianza con amplios sectores y capas populares.
Nosotros debemos fortalecer nuestras ABC, participando activamente en las luchas obreras y populares, politizándolas, unificando los reclamos, disputando las conducciones de los gremios que no estén a la altura de este momento histórico e impulsando en los hechos estas coordinaciones.