5 de abril 1965 – 2023

A 58 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE VANGUARDIA COMUNISTA, ACTUAL PL

            El 5 de abril de 1965 la revista No Transar, que editaba un sector del Socialismo Argentino de  Vanguardia y tenía como director a Elías Semán, se reconoció por primera vez  como órgano de la naciente Vanguardia Comunista.

            Sus integrantes eran un grupo de intelectuales marxistas con centro en la Ciudad de Buenos Aires, donde además de Semán participaban Roberto Luis Cristina, estudiante avanzado de Sociología de la UBA; Rubén Kristkausky, odontólogo, y varios más. Venían de militar en el socialismo de vanguardia, que a su vez provenía del Partido Socialista Argentino y como simpatizantes de la naciente revolución cubana habían hecho campaña por la candidatura a senador de Alfredo Palacios como forma de difundir y apoyar a la revolución cubana.

            El camarada Semán había estado junto a John W. Cooke y Alicia Eguren en 1962 en campamentos de entrenamiento de futuros guerrilleros en Cuba y a su regreso escribió y publicó su libro “Cuba miliciana”.

            Esos tres fundadores del partido, Elías, Roberto y Rubén, más otros dirigentes nacionales, como Jorge Montero, miembro del Secretariado Nacional desde 1976; Víctor Voloch, secretario sindical nacional, el abogado Abraham Hochman, los ex dirigentes universitarios de TUPAC en UBA Mariano Poltarak y Guillermo Moralli y muchos otros camaradas, fueron secuestrados y desaparecidos por el I Cuerpo de Ejército entre julio y agosto de 1978 en el campo de exterminio “El Vesubio”. Se sumaron así a la sangre derramada por nuestra organización desde sus primeros años, como fueron los casos de Emilio Mariano Jáuregui en Capital Federal en 1969, Raúl Kossoy y Ana María Estevao en 1975 en Buenos Aires,  Luis “Chino” Moriña en Mendoza en 1975, Víctor Hugo Paciaroni en Córdoba en 1976, Jorge Weisz, Carlos Patrignani y Pablo Bernard en ese mismo año en Jujuy; los cinco camaradas de la Iglesia de la Santa Cruz en 1977, la psicóloga Beatriz Perosio en 1978, y tantos más.

            Ese fue el alto precio en sangre que derramamos por ser consecuentes en la línea del marxismo leninismo y su intento por aplicarlo y recrearlo a la luz de las condiciones concretas de un país neocolonial capitalista dependiente como Argentina.

            Aparte de ese gran compromiso con la revolución y la causa de la clase obrera en el país y en el mundo, por la liberación nacional y social, en tránsito ininterrumpido hacia el socialismo y el internacionalismo proletario con otros países socialistas y pueblos oprimidos del mundo, a 58 años de la fundación se pueden subrayar estos legados:

-La convicción en el rol dirigente de la clase obrera y toda la clase trabajadora.

-La necesidad de alianzas con otros sectores populares en un frente antiimperialista y antioligárquico.

-La estrategia de una revolución nacional, democrática, popular y antiimperialista en etapas bajo la dirección de la clase obrera y un partido y un frente revolucionarios, única forma de avanzar hacia un futuro socialista como se ha comprobado en otras revoluciones victoriosas.

-La definición del imperialismo yanqui como el enemigo principal de nuestro pueblo y de la humanidad.

-La precisión de que el blanco interno de nuestra revolución es el mencionado imperialismo y su aliado interno, los monopolios con inversiones múltiples en la industria, la banca, el comercio exterior, la producción agropecuaria, minería, energía, etc.

-El privilegiar siempre la lucha de clases y de calles, antes que las tácticas electorales, que sólo son útiles en determinados y ciertos casos. Lo valioso y estratégico son los Cordobazos y las preinsurrecciones populares, como mostraron la década del 70 y la crisis de 2001.

            Esos fundadores pusieron esos cimientos generales y otros de políticas específicas, como la línea de un sindicalismo clasista sobre la base de las experiencias en Sitrac-Sitram, Ingenio Ledesma, Villa Constitución, Tensa, Rigolleau, Transax, etc. Esa línea, con las adecuaciones y cambios lógicos de tiempos diferentes, mantiene gran actualidad para nuestras Agrupaciones de Base Clasistas (ABC), donde hoy juega un mayor rol relativo el movimiento de desocupados y piqueteros.

            Los y las camaradas nos hicieron amar la bandera roja del proletariado y también la celeste y blanca patriota, que el PL hizo ondear más firmemente desde la recuperación de Malvinas en 1982. Y a esas banderas, en estos tiempos más recientes, agregamos la Whipala, al valorar más positivamente a los pueblos originarios y su lucha ancestral. Tenemos entonces esas tres banderas, y varios pañuelos, los blancos de las Madres y Abuelas, el Verde del movimiento de mujeres y disidencias por el derecho al aborto legal.

            El PL es la continuidad de VC desde 1982 y formalmente desde el III Congreso nacional de 1983. Es la izquierda revolucionaria, marxista-leninista y sanmartiniana, por lo tanto no reformista ni trotskista. Tampoco es gorila, pues aunque critica firmemente al gobierno peronista del Frente de Todos, por su ajuste fondomonetarista y varias otras cuestiones de fondo, al mismo tiempo reconoce cosas positivas de gobiernos peronistas y sobre todo mantiene una mano tendida hacia la unidad con compañeros peronistas de base, nacionales y populares, hoy muy críticos del FdT.

            Al cumplirse 58 años de la fundación del Partido, inclinamos nuestras banderas de lucha en homenaje a todos los y las camaradas caídos y a todos los 30.000. Nos comprometemos a continuar su lucha, hasta expropiar a los monopolios, derrotar al imperialismo y lograr la Segunda y Definitiva Independencia, para marchar hacia el socialismo junto con Cuba, China y otros países socialistas, cada uno con sus particularidades nacionales, pero unidos contra el imperialismo y el fascismo, en defensa de los trabajadores y pueblos oprimidos y por la paz mundial hoy gravemente amenazada por la guerra de agresión de EE UU y la OTAN en Ucrania contra Rusia. 

COMITÉ CENTRAL

5/4/2023