Docentes Universitarios
Unidad y diferencias en la lucha sindical
En cada paritaria nacional la docencia de las universidades nacionales es representada por 6 organizaciones: CONADU, CONADU Histórica, FEDUN, FAGDUT, UDA y CTERA. Las dos primeras reúnen más del 80% de lxs agremiadxs de las 57 instituciones de nivel universitario.
Hasta 1998 había una única federación nacional, CONADU. Luego de que se partiera en 2, el gobierno de la Alianza terminó reconociendo a una de ellas, bajo la gestión del ministro de Trabajo Alberto Flamarique. Desde entonces, las dos principales entidades siguieron caminos políticos diferentes, con momentos puntuales de mayor cercanía: en 2005 dieron una lucha unificada que terminó en el blanqueo de los salarios y el mayor incremento salarial y presupuestario desde 1987; en mayo de 2016 protagonizaron una impactante movilización que forzó al gobierno a mejorar la oferta salarial; y el año pasado desplegaron un movimiento nacional que derivó en las marchas más numerosas de la historia del sector, junto a una fuerte participación estudiantil, tomas de facultades y rectorados.
En la última experiencia, los resultados de la puja salarial fueron magros en comparación con la magnitud de la lucha. La docencia logró un incremento de entre 22% y 25% durante el año pasado, al que se le sumaron adicionales ya en 2019 que llevan los aumentos a un máximo del 44%… que recién terminará de cobrarse en mayo. Durante el mismo período, la inflación acumulará casi con seguridad más del 60%. Además de la insuficiencia de los aumentos, el acuerdo que aceptaron 5 de las 6 federaciones contempla sumas “en negro”, por las cuales la suba fue menor para los docentes que trabajan en universidades que perciben adicional por zona desfavorable (las de la Patagonia, La Pampa, Jujuy y sedes de Salta).
La firma del acuerdo salarial se concretó cuando la lucha aún estaba en auge; el mayor peso de la decisión -que le dio aire al gobierno- recae sobre la conducción de CONADU, que cerró los ojos al rechazo que se manifestaba en sus propias bases. La resolución fue tomada en un plenario de Secretarios Generales de los gremios de las universidades, por lo que el voto de asociaciones con unas pocas decenas de afiliados tuvo el mismo peso que el de los gremios de Rosario, Córdoba y Mar del Plata, que están entre los más numerosos de la Federación. La única representación nacional que rechazó la oferta salarial fue CONADU Histórica, que quedó afuera de la jugosa “cuota de solidaridad” y fue excluida de las negociaciones de revisión que se realizaron en enero y febrero de este año.
Hace unos días CONADU y las demás federaciones dieron por cerrada la paritaria 2018, aceptando las “revisiones” propuestas por el gobierno y concediendo la caída salarial y el regreso de las sumas en negro. Ahora arranca la discusión por los salarios de 2019; se han planteado algunas actividades conjuntas a nivel de federaciones, pero el escenario más probable es que algunas de las asociaciones de CONADU que rechazaron el acuerdo del año pasado se planteen medidas de fuerza que podrían coordinarse con CONADU Histórica. En la conducción de CONADU hay planteos que buscan atenuar el conflicto concentrando todo en las elecciones… aunque en ese tránsito parecen dispuestos a favorecer los márgenes de maniobra del oficialismo.
Los sectores trotskistas y afines hacen una lectura de esa conducta ubicando a CONADU como el gran enemigo, dejando en segundo plano el cuestionamiento al gobierno y la posibilidad de actuar en conjunto. Sin desconocer las limitaciones políticas y las maniobras burocráticas de la conducción de esa Federación, es evidente que mientras más lejos logre llevarse la acción conjunta, mayor será la acumulación en la lucha y mejores las posibilidades de obtener resultados, un aspecto que la actividad sindical no debe descuidar (aunque algunos parecen perderlo de vista).
La posibilidad de unificar la representación sindical de la docencia universitaria está muy lejana ahora; pero desde la actual conducción de CONADU Histórica es posible coordinar con asociaciones y sectores que están enrolados en CONADU, así como con sectores sindicales, sociales y políticos que permitan impulsar planes de lucha de mayor envergadura.