Tercera Marcha Federal Universitaria y Paros docentes

            El 12 de noviembre, en conjunto con los paros y tomas universitarias, se realizó la tercera marcha federal universitaria, que a pesar de que se intentó boicotear por ciertos sectores que prevén una vía de negociación y no una de lucha, se realizo finalmente. La concurrencia es un tema discutido, para algunos es un éxito que se convoque a una tercera (nosotros adherimos a esto) y otros hablan de la poca convocatoria. La marcha claramente inquieta al oficialismo, si no fuera así Milei no hubiera salido a aclarar que “la universidad seguirá siendo publica y sin arancelar”, como tampoco hubieran activado el protocolo antipiquetes. Sabemos que en realidad el objetivo final de LLA y Cambiemos es la privatización parcial del sector de manera tal que mediante esta medida y el desfinanciamiento la universidad publica por lo que las palabras del presidente no nos sirven de nada.

            Los motivos para salir a marchar por parte de los estudiantes, el personal docente y no docente y para realizar medidas de fuerza tenemos principalmente los siguientes motivos: 1) el desfinanciamiento y 2) la persecución disfrazada de las instituciones universitarias.

            En cuanto al desfinanciamiento debemos recordar que el oficialismo en complicidad con los otros partidos de la derecha argentina vetaron el proyecto de aumento presupuestario a las universidades, todo en un claro guiño en favor de la privatización de la educación universitaria, ya que de esta manera ponen a prueba la capacidad de resistir con bajos recursos a las casas públicas de estudio frente a una liberalización del mercado en el cual las universidades privadas harán uso de la competencia desleal para ganar en porcentajes de matriculación.

            En relación a lo anterior existe una intención del gobierno actual de generar contradicciones internas en el movimiento estudiantil-obrero, y a su vez tiene también interés en explotar y agrandar las ya existentes. Es una realidad que hoy por hoy la conducción sindical, los centros de estudiantes y movimientos populares no se encuentran en una comunión metodológica y de objetivos. De hecho, siguen existiendo centros de estudiantes (o agrupaciones universitarias) y sindicatos que dudan en salir a marchar o en realizar medidas de fuerza, que se permiten dudar de las intenciones de ajuste de LLA y llaman a dar tiempo, dejando gobernar, para “probar algo nuevo”. Es contra esto que también tenemos que luchar incentivando a formar parte de las medidas de fuerza, colaborando de manera externa inclusive si no se participa de forma directa recolectando elementos básicos para apoyar la vida diaria de las familias trabajadoras que se enfrente a posibles impagos a modo de sanción por su lucha.

            Ya en el segundo punto tenemos que tener en cuenta que una de las banderas que levanta el gobierno es la necesidad de “auditar” las universidades y blanquear los gastos, la realidad es que en las instituciones a las que intentan perseguir mediante estos procesos existen procedimientos de control interno, se presentan informes y existen varias vías que permiten no tener que realizar estas auditorias, lo cierto es que incluso en sus plataformas virtuales y en las asambleas universitarias se pueden encontrar la información en relación al proceso de ingreso-gasto de cada una de las casas de estudio.    Entonces ¿Por qué quieren auditar? Simple: porque necesitan generar un enemigo para cohesionar votantes y no votantes que puedan llegar a legitimar su accionar. Este enemigo lo crea a través de la exposición de un supuesto núcleo “marxista cultural” que utiliza los fondos provistos a la universidad para financiar prácticas de “izquierda, degeneradas e ineficientes”. La mejor muestra de eso es que se ataca toda investigación del Conicet que no sea en referencia a las ciencias exactas y descontextualizando dichas investigaciones para poder utilizarla como diana de tiro.

            Pero es interesante ver algo a modo de síntesis: hay una gran contradicción entre lo propuesto por el gobierno y su accionar, según ellos se debe achicar el estado. Eso sí, achicar el estado es el recorte para jubilados, educación, asignaciones sociales y planes de promoción del bienestar, porque para este gobierno fascista el aumento de presupuestos para armas, inteligencia interna, represión y recorte de impuesto a las grandes fortunas y monopolios no implica aumento de costes negativos en las arcas del estado.

            Entonces las claves para continuar la lucha es lograr un aumento del nivel de conciencia de los docentes, no docentes, estudiantes y pueblo trabajador de la necesidad de continuar la lucha, pero que esta no solo se agota en una mejora salarial o presupuestaria. ¡No! De hecho, ese es el primer paso, la lucha definitiva es contra los monopolios que buscan vaciar, destruir, copar y someter a la economía nacional, y contra el imperialismo que introduce sus políticas de dominación mediante sus agentes y fieles servidores.

            Parafraseando al Che quien hablaba de “Crear dos, tres… muchos Vietnam” en el “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, de 1967, nosotros  debemos generar muchas marchas universitarias y muchos paros generales para evitar el avance libertario, e imponer un gobierno de nuestra clase y nuestro pueblo. Al servicio de ese objetivo es que debemos construir TUPAC en la Universidad.

LULO MALESORI