Juventud
Sobre El Eternauta y la familia desaparecida de Oesterheld

Dentro del clima de malas noticias que han acontecido en los últimos tiempos hay una cosa positiva, y es que el arte florece; los períodos de crisis por lo general suelen alentar la creatividad y proliferación artística. Hoy nos convoca la nueva serie de El Eternauta que ya es un éxito en cuanto a reproducciones siendo de las más vistas a nivel mundial.
La serie de Netflix se basa en la historieta/novela gráfica escrita por Héctor Oesterheld donde hay una invasión extraterrestre y sus métodos para garantizar la derrota de la raza humana. Hay un objetivo que se encuentra bastante explícito en el subtitulo debajo del nombre de la serie y es hacer ver la idea de que “Nadie se salva solo”, lo que tiene mucho sentido y ahora veremos por qué.
En los desastres naturales o catástrofes humanitarias existe una clara tendencia al pensamiento de superviviente el cual busca en un primer momento proteger la vida del núcleo cercano de la persona incluso llegando a aislarse de los demás en el afán de proteger lo propio (caso del persona del “Tano”). Sin embargo la serie demuestra que lo necesario es la unión de la comunidad para lograr, mediante un principio casi similar al de “cada cual según su capacidad, cada cual según su necesidad”, superar la adversidad y en el caso de la serie hacer frente a la amenaza que supone la invasión extraterrestre (que en un primer momento en realidad parece ser una especie de desastre natural, pero que a la postre se entiende que este es consecuencia o parte del inicio de la invasión).
Podemos hacer que esta nota busque detalles y paralelismos con un sinfín de historias o ¿no es acaso la lucha contra las criaturas del otro planeta una forma de ver la lucha de los pueblos en su liberación nacional frente al opresor extranjero?. La aplicación de los conocimientos en favor de la comunidad ¿no es un síntoma de los beneficios del cooperativismo? Invitamos al espectador a que revea estos detalles y entienda que esto es más que una serie de ciencia ficción.
Una cuestión a destacar es el éxito de la serie, que marca un hito en la historia de la ciencia ficción de Argentina donde no hemos tenido los éxitos que si han tenido otras producciones. Esto demuestra una calidad en cuanto a actuaciones, medios, ideas, logística, usos tecnológicos siendo que en este ultimo apartado debemos mencionar que Netflix (Plataforma donde se encuentra la serie) rechazó la propuesta de efectos especiales de una empresa inglesa y aprobó un contrato con docentes y graduados de la UNSAM demostrando que nuestra nación tiene también una gran cantidad de talento y conocimiento para un sinfín de actividades y proyectos, que dejan en el piso la triste lógica de “si es de afuera es mejor”.
La serie también es importante en estos tiempos de lucha puesto que el gobierno fascista de Javier Milei se opone a la memoria, verdad y justicia, como también entrega la soberanía argentina a cuanto empresario y agente del imperialismo encuentre. Reivindicar el nombre de las islas Malvinas como tal es un gran primer paso para “malvinizar”, de hecho, no se las ha llamado por el nombre “Falkland” por el cual el Reino Unido las usurpa. El constante recuerdo de la guerra en dicho territorio por parte de la serie y los veteranos de la misma es un punto interesante de acentuar.
Otro embate contra Milei y Villarruel en su constante lucha contra la memoria histórica es de tener en cuenta que la aparición de esta obra y que la misma rescate la original de tinta y papel nos permite rememorar a Héctor Oesterheld quien fuera un militante montonero revolucionario en aquellos tiempos de los ‘70. Él lamentablemente fue desaparecido al igual que sus cuatro hijas (dos estaban embarazadas) y dos de sus yernos; fueron secuestrados, torturados y desaparecidos por las fuerzas fascistas de la dictadura argentina.
Por eso es posible que la obra del Eternauta aún escrita en 1957 reflejara la lucha contra la tiranía, que los escarabajos gigantes fueran las fuerzas represivas venidas o financiadas por el imperialismo y que los humanos que luchan fueran el fiel reflejo del pueblo en armas, todo en la mente del escritor. Quizás su obra en conjunto con su vida militante fueron lo que lo puso en el punto de mira para las fuerzas de la represión, y es por eso que merece nuestros respetos y que debemos contar su historia cada vez que con alguien se comente la serie, porque es posible que las nuevas generaciones crean que la producción es una obra escrita por alguien relacionado a Netflix o de Hollywood, cuando en realidad es producto 100% original hecho en Argentina, y también contra ese olvido disfrazado de apropiación debemos luchar.
Argentina se muestra como un país potente en materia cultural, tecnológica y creativa. Podemos competir contra las grandes producciones provenientes de las tierras “gringas”, incluso podemos decir que se abre una puerta para que los productores locales comiencen a explotar aun más los recursos humanos y de producción para traer nuevas obras. Se vendrá también la siguiente temporada la cual posiblemente sea otro gran éxito, pero no hay que olvidar que la verdadera enseñanza de la serie no es que “Ricardo Darín es el único que salva a todos”, sino que “Nadie se salva solo”. Es la gran lección que hay que adoptar como un camino a seguir en estos tiempos de ideologías burguesas e individualistas instaladas por un sistema capitalista dependiente perverso.
LULO MALESORI