Liberación - Órgano de Prensa
SINDICAL
Cómo se sigue después de la protesta del 5 de diciembre
A pocos días de terminar el año, no hay convocatoria al Paro General ni a un Plan de Lucha Nacional, que tanto hace falta para frenar el plan Motosierra que viene aplicando el gobierno del facho seudo libertario Javier Milei.
En sucesivas columnas sindicales de LIBERACIÓN, hemos dado cuenta de las luchas que se fueron dando durante todo este año, contra el ajuste brutal del gobierno de La Libertad Avanza, que lejos de afectar a “la casta”, como lo prometieron en campaña, se descargó sin piedad sobre las espaldas del pueblo trabajador. Los más perjudicados fueron los jubilados y jubiladas, cuyos haberes perdieron casi un 30 por ciento, y encima el presidente vetó la ley que había aprobado un pequeño aumento de los haberes. Y para hacer más cruel el ajuste, dispuso el cese de la cobertura del 100 por ciento en medicamentos que otorgaba el PAMI a los beneficiarios que cobren más de 390.000 pesos. Como si esa suma alcanzara para vivir en la Argentina donde los alimentos son más caros que en Europa!
Hubo muchas luchas durante 2024, pero necesitan una coordinación y un Plan de Lucha que las unifique y así adquirir mayor fuerza para enfrentar y derrotar el ajuste y la entrega que está haciendo el lamebotas yanqui y pro-sionista.
La CGT, que convocó a dos paros este año (en enero y mayo), luego “se guardó” y comenzó a mendigar una mesa de “diálogo” con Guillermo Francos, con la finalidad de negociar lo que es el objetivo de las patronales y la UIA: desaparecer conquistas laborales históricas que tanta lucha y mártires le costaron a la clase trabajadora.
Las dos CTA, que se encaminan hacia un reunificación, habían prometido la convocatoria a un paro, que luego sería una Marcha Federal, y finalmente terminó siendo una jornada de protesta, con paro de estatales.
La movilización se dio en varias ciudades, con centro en Buenos Aires, siendo parte de la convocatoria, además de ATE, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Corriente Federal de los Trabajadores, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), organizaciones sindicales, territoriales, de jubilados y políticas.
El secretario general de la CTA Autónoma, Hugo Godoy, destacó que además de la participación de los sindicatos y agrupaciones combativas, hubo adhesión de productores yerbateros y movimientos campesinos que sufren el ahogo de las economías regionales.
A un año del gobierno facho seudo libertario, la situación no podría ser peor. Mientras las corporaciones del agro, la megaminería y la intermediación financiera festejan, la pobreza alcanza al 52,9 por ciento de la población, y se ensaña con las infancias, donde este índice supera el 60 por ciento.
La cúpula de la CGT, lejos de cambiar la postura traidora, en su reunión de mesa chica del 10/12 ratificó la postura “dialoguista” a la par que volvieron a desestimar la posibilidad de convocar a ninguna medida de fuerza contra el gobierno.
La salida de Pablo Moyano, quien pegó el portazo como triunviro de la central en desacuerdo con esa postura, no trajo mayores consecuencias, porque lo suplantó otro dirigente de Camioneros, nombrado por Hugo Moyano. Incluso varios dirigentes que habían apoyado a Pablo en su postura crítica hacia la conducción, en esta ocasión estuvieron en la reunión y no expresaron ninguna disidencia.
Así las cosas, está clarísimo que la lucha obrera y popular contra el ajuste y para derrotar al gobierno de Milei no puede esperar a una CGT cómplice, que una vez más le da la espalda a la clase que debería representar.
Por ello, y aunque las encuestas le sigan dando algunos números favorables a Milei, las luchas siguen porque los despidos en el Estado y también en el sector privado, no cesan y crecen las familias que se quedan sin sustento. Y quienes todavía conservan su trabajo, deben enfrentar la gran pérdida del poder adquisitivo de los salarios, lo que ha llevado a tener, como nunca antes, trabajadores formales bajo el nivel de la pobreza. En el caso de los jubilados, la situación es mucho más grave, porque el ajuste se descargó sin piedad sobre ese sector, condenando a las personas adultas mayores a vivir en la pobreza, salteándose comidas u obligados a optar entre comprar medicamentos o comer.
Los sectores que estuvieron a la cabeza de los conflictos fueron los estatales de ATE, Salud, Docentes, Aeronáuticos, Aceiteros, el Subte (en CABA), etc.; y demuestran que no hay resignación en la clase trabajadora, como tampoco baja los brazos el movimiento de jubilados. Aunque han sido estigmatizadas y perseguidas, las organizaciones sociales piqueteras continúan exigiendo la atención a comedores y merenderos.
Mientras la mirada de muchos dirigentes sindicales está puesta en la interna peronista y en los posibles cargos a cubrir en las elecciones de 2025, los problemas que afectan al pueblo trabajador se agravan. Por ello, la lucha es hoy y es en las calles, no en las urnas el año que viene.
El gobierno festeja haber llegado a su primer año de gestión con buenos índices de aceptación, pero ni así pueden franquear los verdaderos datos de la economía que son desastrosos, sobre todo en lo que hace al empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías populares.
Mientras el gobierno y la prensa cómplice brindan contentos, los sectores populares tenemos el deber de continuar y profundizar las luchas por aumentos de salarios y jubilaciones, contra las privatizaciones y las quitas de derechos laborales y sociales. Elevar el contenido político de los conflictos, por la suspensión del pago de la deuda externa y por la nacionalización del comercio exterior, la banca y la energía, en defensa de la soberanía y en contra del entreguista RIGI.
Y promover la Unidad en la acción, entre los sectores que hoy encabezan la resistencia al plan Motosierra, para que desde abajo, crezca la marea hacia la Rebelión Popular y un Argentinazo.
AGRUPACIONES DE BASE CLASISTAS-ABC