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Es con la cabeza de la mayoría de los dirigentes

            La crisis económica y social golpea duramente al pueblo trabajador, al ritmo del ajuste feroz que implementó el gobierno de Javier Milei, con devaluación, pérdida del poder adquisitivos de los ingresos y un crecimiento exponencial de la pobreza y la indigencia.

            Con la llegada del invierno y la ola de frío se ha agravado la situación que padecen los más vulnerables. En la CABA, la ciudad más rica y desigual de Argentina, hubo muertes de personas por hipotermia, entre la población en situación de calle. Frente a ello, nos hierve la sangre cuando escuchamos a Milei decir que tuvo que subirles un grado la calefacción a sus cinco perros.

            El escándalo de los alimentos almacenados y no entregados a los comedores populares, ya no ocupa mucho espacio en los noticieros, pero no se ha resuelto. La mayor parte de esos alimentos continúan en los galpones, mientras en los barrios las organizaciones sociales no pueden hacer frente a la creciente demanda de quienes no tienen cómo alimentarse. La ministra Sandra Pettovello fue emplazada por la Justicia a que cumpla con su obligación de garantizar el derecho básico a la alimentación, pero lejos de acatar la orden judicial, fue a la Corte Suprema para apelar el fallo del juez Sebastián Casanello, que fue ratificado por dos Tribunales (la Sala II de la Cámara Federal y la Cámara de Casación Penal), por unanimidad. Según Irina Hauser (Página 12, 16/07), la cartera de Capital Humano tenía un presupuesto de 745.700 millones de pesos para cuestiones alimentarias, de enero a mayo, pero solo destinó 500 millones de pesos a comedores y merenderos. ¿Qué pasó con el resto del dinero? Es lo que investiga la Justicia, mientras el juez en lo contencioso administrativo Walter Lara Correa la intimó para que garantice el derecho alimentario a quienes lo requieran.

            La quita promedio en los ingresos de los trabajadores y jubilados supera el 40 por ciento, mientras que la  pérdida de puestos de trabajo es de aproximadamente 170.000. Número que puede ser  mucho mayor, ya que en el sistema bancario se han cerrado 350.000 cuentas sueldo.

            Ante esta situación, y aunque sabemos de qué están hechos los burócratas sindicales, la reunión que mantuvieron con el secretario de Trabajo, Julio Cordero (puesto allí por el grupo Techint), pone sobre la mesa la necesidad de derrotar a estas conducciones, que no tienen vergüenza en negociar los derechos laborales, que ya vienen siendo atacados desde la sanción del DNU 79/2023 y con la Ley Bases. Cuando esta se trató en el Congreso, la CGT no movilizó ni llamó a ninguna tibia medida, y ahora pretende “negociar” con el gobierno del ajuste y la motosierra, lo que no ha sido capaz de defender en las calles.

            La reunión fue el 16 de julio y se plantearon nuevas reuniones con empresarios y funcionarios del gobierno facho-libertario, quienes vienen ratificando la necesidad de implementar la reforma laboral regresiva. Incluso forma parte del infame decálogo que firmaron el presidente y 18 gobernadores en el Pacto de Mayo, en Tucumán el 9 de Julio. Vergonzoso homenaje a nuestra Independencia!

            La CGT formaría parte del recientemente creado Consejo de Mayo, lugar que ocuparía el ex agente civil de inteligencia Gerardo Martínez y secretario general de la UOCRA (Construcción). Este personaje nefasto era el representante ante la OIT en el gobierno de Carlos Menem, cuando la privatización de las empresas públicas dejó el tendal de desocupados.

            Nada tenemos que esperar los trabajadores y las trabajadoras de esta conducción sindical traidora. Hace décadas que están en los sillones y ahora, con el peor gobierno desde 1983, siguen negociando y traicionando. Llamaron a dos paros aislados en 7 meses, solo el primero con movilización. Ante el reclamo de las bases de Plan de Lucha y Paro General para derrotar el ajuste del gobierno, los monopolios y el FMI, hacen oídos sordos y se sientan con los verdugos de los laburantes. Incluso antes de la reunión, Cordero había ratificado que el gobierno sigue con la intención que se plasmó en DNU 70/23, que incluye la reforma laboral hoy paralizada por la Justicia.  

            La semana anterior la CGT había convocado al Consejo Directivo para el próximo 25 de julio, cuando el dirigente Omar Plaini criticó el ajuste, la “mentirosa” baja de la inflación y la reinstalación del impuesto a las Ganancias sobre los salarios. Esa reunión iba a ser para definir “próximas acciones”, pero luego del encuentro con el Gobierno esas medidas dormirán el sueño de los (in)justos que ya durmieron durante todo el gobierno de Alberto Fernández y el que están durmiendo ahora.

            Por ello, los ocupados y desocupados, formales y precarizados, los jubilados y jubiladas, y el pueblo todo, no podemos cifrar ni media esperanza en esta runfla de traidores. Siguiendo el ejemplo de los que están luchando contra los despidos y por el salario, tenemos que organizar por abajo la resistencia, sin esperar a los burócratas que transan. Es urgente imponer desde abajo un Plan de Lucha para derrotar a este presidente que viaja por el mundo sordo y ciego a los problemas del pueblo, en alianza con los monopolios y el FMI.

            El movimiento piquetero está siendo muy golpeado con allanamientos y causas por presunta corrupción, en una abierta guerra del gobierno, el Poder Judicial y los medios corporativos, que demonizan al Polo Obrero, Barrios de Pie, MTR H, entre otras organizaciones. Desde las Agrupaciones de Base Clasistas (ABC) nos solidarizamos con esos movimientos sociales y denunciamos a los funcionarios, jueces y fiscales, y periodistas “ensobrados” que se ensañan contra los y las militantes que trabajan en los territorios más pobres, buscando presuntos hechos de corrupción, mientras a los empresarios coimeros y fugadores de dólares, a los banqueros y a funcionarios corruptos ni los molestan.  

            La situación es difícil para el campo popular, pero por eso es más necesario que nunca convocar a una amplia unidad de sindicatos combativos como ATE, SUTNA, docentes de Córdoba Capital, Aceiteros, docentes universitarios de Salta, etc.; agrupaciones gremiales antiburocráticas, movimientos sociales, el Bloque Piquetero, las asambleas feministas y ambientales, entre otros muchos sectores que no transan, para definir un programa común para la lucha. Organizarnos desde abajo, con asambleas y plenarios, para imponer un Plan de Lucha con Paros Generales, que pueda derrotar al gobierno de La Libertad Avanza y sus socios.

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