Siguen agrediendo a Cuba y nosotros defendiendo la Embajada

            El lunes 15/11, al igual que otras organizaciones del campo popular y convocadas por el MASCUBA, URCA y Aagra, el PL se hizo presente en la Embajada de Cuba en CABA, para defenderla de la gusanera y demás aliados de EEUU. Estos, alineándose a la agenda imperialista de sus amos del norte, pretendían atacarla nuevamente en concordancia con los intentos desestabilizadores que la administración de Biden está llevando a cabo en la isla.

            Esto no es novedad, puesto que no es la primera vez que ocurre en lo que va del año, y sin mencionar a todas las intentonas desestabilizadoras de EEUU a lo largo de la historia en la isla y en tantas otras partes del mundo.

            La convocatoria en defensa del pueblo cubano y de su gobierno revolucionario fue pactada a las 17 horas, una hora antes que la de los gusanos. El PL se hizo presente allí desde entonces hasta luego de haber finalizado la marcha, siendo la última organización en retirarse. Y no nos fuimos por propia voluntad, ya que aproximadamente un centenar de gusanos aún seguían intentando llegar hasta la embajada —cosa que no habían logrado y que no permitiríamos a pesar de ser superados en número—, sino por el accionar matonil de la Policía Federal. Ésta de manera totalmente arbitraria e irregular nos identificó, nos cacheó y nos echó del lugar, persiguiéndonos por aproximadamente una cuadra luego de habernos retirado para asegurarse de que no regresáramos.

            Nuestro compromiso con el pueblo cubano, con las banderas de la Revolución y del Socialismo es grande, y es por eso que no permitiríamos la vandalización de la Embajada, a pesar de la desigualdad de condiciones en la que nos encontrábamos.

            Es cierto, sería un error no reconocer que somos aún una organización minoritaria. Pero somos dignos, porque nos mantuvimos de pie hasta el final, mientras otras organizaciones que se jactan de sobrepasarnos en cantidad, como el Partido Comunista, se retiraron abruptamente cuando el peligro de las provocaciones de la gusanera no habían terminado. Dejaron así al resto de compañeros y compañeras a merced de la policía y del fascismo.

            Esto vuelve a confirmarnos algo que ya sabíamos: la calidad está siempre por encima de la cantidad. Cuba es un referente para intentar ser revolucionarios y no reformistas.

LEANDRO ORTIGOZA