Documentos del PL
PONENCIA DEL PARTIDO DE LA LIBERACIÓN (PL) DE ARGENTINA PARA EL COLOQUIO ORGANIZADO POR EL PCAP CHILENO
RESISTIR PLANES DE MILEI Y EL IMPERIALISMO YANQUI EN ARGENTINA
El gobierno de Javier Milei asumió el 10 de diciembre de 2023 y viene llevando adelante un plan de ajuste criminal contra el pueblo trabajador, basado en la represión policial y la persecución política, para poder aplicarlo y entregar las riquezas nacionales a los grupos monopólicos nacionales y multinacionales, mientras endeuda más y más a una Argentina semicolonial. Ese proyecto cuenta con el apoyo del imperialismo yanqui, de quien Milei se ha convertido en un ariete regional y continental. También sirve a otros intereses imperialistas y al sionismo del Estado de Israel, genocida en Gaza y contra otros países de Medio Oriente.
Una prueba del ajuste son los despidos masivos y el cierre de 12.872 Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). Hasta septiembre pasado había 260.169 empleados registrados menos, según el estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). A eso deben sumarse los empleos informales perdidos, cuando más del 40 por ciento del empleo es “en negro”. Eso en la órbita privada. Más los 75.000 empleados del Estado que habrán despedido a fin de año, podría calcularse que en ese momento Milei habrá despedido 600.000 trabajadores.
La otra prueba del ajuste es el aumento de la pobreza: 5 millones más de pobres debido a Milei, redondeando así los 25 millones, el 52,9 por ciento de la población, según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC. Más de un millón de niños se van a dormir sin cenar, con el auge de la indigencia y el hambre, en un país que se precia de producir alimentos para 400 millones de personas.
Esta obra siniestra es para que los monopolios, banqueros y multinacionales ganen más fortunas. También para ajustar el gasto público en salarios, jubilaciones, Educación, Salud, obras públicas y transferencias a las provincias, para pagar la ilegal y fraudulenta deuda externa. Esta deuda aumentó durante el gobierno de Macri (2015-2019), sobre todo con el préstamo del FMI de 57.000 millones de dólares, que sólo sirvieron para la fuga de capitales (se fugaron 86.200 millones de dólares según el informe de Banco Central de mayo de 2020). El gobierno peronista del Frente de Todos capituló en marzo de 2022 y acordó con el FMI una renegociación y comienzo de pago de esa deuda y también renegoció con los bonistas como BlackRock, Greylock, etc, retomando un plan de ajuste y entrega que pavimentó el terreno para la victoria de Milei en noviembre de 2023.
Este gobierno quiere ahorrar en todo lo que sea el gasto público para cumplir con los pagos de la deuda externa, lo que supone una erogación anual cercana a los 20.000 millones de dólares anuales por los próximos doce años. Y esa deuda pública es mayor: en octubre de 2024 ascendió a 460.068 millones de dólares, de los cuales 89.394 millones fueron contraídos por Milei, según datos de la Secretaría de Finanzas.
Privilegiar el pago de la deuda externa por sobre cualquier otro rubro también fue blanqueado en el proyecto de ley de Presupuesto 2025. Explícitamente: si por algún motivo caen los ingresos públicos, deberán recortarse las diferentes partidas con tal de poder pagar a los acreedores. Así y todo el pago de esa deuda lleva a otras concesiones y mayor entrega a las multinacionales. De allí que la “ley de Bases” contuviera capítulos híper entreguistas, como el Régimen de Incentivo a Grandes Inversores (RIGI). Quienes inviertan más de 200 millones de dólares tendrán exenciones impositivas, libre importación de maquinaria e insumos, disponibilidad total de los dólares a partir del cuarto año y en caso de diferendos se dirimirán en tribunales internacionales como el CIADI. El ámbito de negocios serán la agroexportación, energía, minería y otros rubros que consolidarán el modelo semicolonial, extractivista y dependiente.
Este alumno aventajado del imperialismo explica el apoyo que le ha dispensado Wall Street, el FMI y el Banco Mundial, BlackRock, la Casa Blanca, la Secretaría de Estado, el Comando Sur, el Pentágono, la CIA y demás brazos del imperialismo yanqui. Eso se plasma también en el apoyo de la Cámara Americana de Comercio (AmCham), que en Buenos Aires está presidida por el CEO de JP Morgan. AmCham se ufana en su web de que “nuclea a 622 empresas. Estas emplean directamente a 360.000 personas en sus más de 200 plantas industriales distribuidas en todo el país y representan todos los rubros de la actividad económica, aportando el 18,6% del PBI, el 38% de la recaudación fiscal, el 24% de las importaciones y el 28% de las exportaciones de nuestro país”. Su presidente honorario es el embajador yanqui Marc Stanley.
Esta entrega al imperialismo y los monopolios no es sólo obra de La Libertad Avanza. Es también consecuencia de los traidores a la Patria que están en el PRO de Macri, la UCR y muchos gobernadores y legisladores colaboracionistas que pertenecen al peronismo, comenzando por Sergio Massa, el gran amigo de la embajada de EEUU que fue candidato presidencial en 2023 y ahora es ejecutivo del fondo Greylock.
Toda esa acción colaboracionista con la dependencia nubla en parte la mirada de nuestro pueblo y ha dificultado hasta ahora que surja una fuerte corriente antiimperialista. Habrá que seguir militando fuerte para que ello ocurra, con nuestro planteo de un frente antiimperialista y antifascista.
La situación es muy grave porque el gobierno del facho Milei no sólo nos ata al FMI y los negocios de la AmCham, sino que también lo hace en el terreno político y militar. El ministro de Defensa, Luis Petri, ha pedido por nota el ingreso a la OTAN. Está colaborando política y militarmente con el grupo de Rammstein de esa Alianza militar, que apoya a la Ucrania nazi contra Rusia. La jefa del Comando Sur, generala Laura Richardson, visitó el país en 2022 y fue recibida por la vicepresidenta Cristina Kirchner y volvió en abril de 2024, cuando Milei fue a recibirla a Ushuaia, donde firmaron acuerdos para abrir allí una base militar de los dos países. Petri presidió en octubre pasado la XVI Conferencia de los Ministros de Defensa de las Américas (CMDA) en Guaymallén, provincia de Mendoza. Ahí reiteró el verso del Comando Sur de EEUU de fortalecer “el sistema internacional basado en los principios de la libertad, democracia y respeto de la dignidad humana, o permitimos el avance de las dictaduras y autocracias, que en nombre propio o a través de sus proxys terroristas buscan socavar nuestras democracias”. También atacó a Venezuela de “autocracia” y a Irán, “que es una grave amenaza”.
Antes de ser despedida, la canciller Mondino había firmado un acuerdo con su par inglés, David Lammy, renovando los vuelos desde San Pablo a Malvinas, con escala en Argentina, pese a que Londres sigue sin negociar la soberanía sobre las islas. Depredan nuestra riqueza ictícola y petrolera, y mantienen la base militar de Monte Agradable. De eso no se habló en Mendoza…
El voto de Argentina a favor de Cuba en la Asamblea General de la ONU, sobre el bloqueo yanqui, desató la furia de Milei, quien despidió a Mondino, puso como nuevo canciller a Gerardo Werthein, el sionista embajador en Washington, insultó al país caribeño y anunció una limpieza maccartista de la cancillería. Otra prueba más de que Milei es un peón del ajedrez yanqui, que apuesta sus mayores cartas a Donald Trump aunque no tuvo empachos en jugar con Biden contra Venezuela y a favor de Israel en su genocidio en Gaza.
Este es el plan que ejecuta el imperialismo en Argentina. Como se dijo más arriba, la respuesta de nuestro pueblo ha sido insuficiente. Hubo y hay protestas y denuncias antiimperialistas, como las campañas para investigar la deuda externa y suspender sus pagos. En manifestaciones populares flamean banderas de “La deuda es con el pueblo, no con el FMI”. Hay gremios y pueblos originarios que luchan contra los proyectos mineros extractivistas y contaminantes en Jujuy, Catamarca, Chubut, etc, y habrá más resistencia contra el RIGI. Hubo denuncias contra el ingreso del Cuerpo de Ingenieros del ejército de EE UU en el Paraná-Paraguay, mal llamada Hidrovía, que Milei privatizará completamente. Los radares yanquis-británicos en Tolhuin, Tierra del Fuego, debieron ser levantados. La base yanqui en la Antártida tendrá muchísimos obstáculos. Los reclamos argentinos por Malvinas nunca cesan a nivel popular. El intento de empresas yanquis de adueñarse de Fabricaciones Militares ha provocado huelgas y cortes de ruta de gremios como ATE. Sin llegar a la masividad de otros países, también en Argentina hay solidaridad con Palestina, contra Milei, Netanyahu y Washington.
El PL sigue comprometido en elevar las luchas reivindicativas al plano político, insertando allí la cuestión del no pago de la deuda externa y la asignación de esos recursos a las necesidades del pueblo, a derrotar con un Argentinazo al gobierno fascista de Milei y a construir un frente antiimperialista y antifascista para ello y para unir las luchas de los pueblos de nuestra América y del mundo, por la liberación nacional y social, el socialismo y la defensa de la paz en un mundo multipolar con mayor gravitación del socialismo con las peculiaridades nacionales.
CUBA RESISTE EL CRIMINAL BLOQUEO DE EE.UU.
El imperialismo yanqui ataca a los pueblos de diversas formas, siendo la militar la más grave y dolorosa, como se evidencia en el apoyo al Estado sionista de Israel, que está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino.
En América Latina, es larga la historia de agresiones yanquis contra aquellos pueblos que se resisten a sus políticas de sometimiento. Un claro ejemplo de ello es Cuba, que se liberó del yugo imperialista en 1959, luego del triunfo de la Revolución comandada por Fidel Castro. Los intentos de invasión y ataques militares fueron derrotados, pero los sucesivos gobiernos norteamericanos, tanto en su versión demócrata como republicana, continuaron hostigando de mil maneras a la isla socialista.
El bloqueo económico impuesto por el gobierno de John F. Kennedy en 1962, que fue agravado por sucesivas medidas, mitigado apenas por Barack Obama, profundizado por Donald Trump y mantenido por Joe Biden, obliga al gobierno cubano a realizar maniobras de todo tipo para poder abastecerse de los productos, materias primas, insumos, etc. que necesita para producir energía, mantener su infraestructura, sus servicios sanitarios y en general toda su actividad económica.
Hace algunas semanas, Cuba sufrió un apagón generalizado de su sistema eléctrico, que paralizó el país durante varias jornadas. La principal usina generadora de electricidad quedó fuera de servicio por falta de combustible, y eso afectó a la población que durante 5 días sufrió cortes de energía; el sistema educativo debió cerrar por esos días y los hospitales y centros médicos debieron funcionar en estado de emergencia.
Ello ocurrió unos días antes del paso del huracán Oscar por el oriente cubano, lo que agravó la situación, pues todo el territorio quedó sin energía, con perjuicios a la población, la industria, el comercio, la educación, los servicios sanitarios, etc.
Desde las usinas del imperialismo, y sus cadenas de repetición comunicacional en todo el mundo, se intenta culpar de esta crisis a la supuesta “ineficacia” del sistema socialista y el “fracaso” de las políticas revolucionarias. Sin embargo, en esos mismos días otros países tuvieron apagones y fallas en sus sistemas eléctricos (Ecuador, por ejemplo) pero como allí se aplica el modelo neoliberal propiciado por Washington, nada se dijo al respecto.
Los informativos de las grandes cadenas de la prensa hegemónica, al difundir lo que ocurre en Cuba, se cuidan de mencionar el bloqueo económico, comercial y financiero que padece este país desde hace 62 años.
Según el informe que la cancillería cubana llevó a Naciones Unidas en ocasión de la votación que todos los años se realiza en su Asamblea General sobre el bloqueo, los perjuicios en números de esta criminal política norteamericana contra Cuba, lo dicen todo: 164.000 millones de dólares de daño directo desde 1962. Fueron más de 5.000 millones de dólares en el último año analizado. Cada hora de bloqueo le genera a la economía cubana daños por 575.683 dólares; 13,8 millones de dólares al día y más de 421 millones al mes.
Es tanta la crueldad de las políticas imperiales, que el bloqueo no se detuvo ni siquiera durante el pico de la pandemia de Covid 19, cuando se produjo en Cuba la avería de la principal planta productora de oxígeno. A pesar que dos compañías estadounidenses intentaron suministrar ese recurso a las autoridades sanitarias cubanas, ello fue imposible ante la exigencia de licencias específicas por parte del gobierno de EEUU. Al imperio no le importa la salud ni siquiera en plena pandemia, y por ello el bloqueo debe considerarse como un crimen de lesa humanidad.
El pasado 30 de octubre la Asamblea General de la ONU votó por trigésimo segunda vez, una condena a EE.UU. por la imposición del bloqueo a Cuba. Como sucediera en 2023, 187 países votaron a favor del cese de esa criminal medida estadounidense contra la pequeña isla socialista. Y nuevamente solo dos votos se opusieron a la condena: EE.UU. e Israel, con la abstención de Moldavia. Como bien lo expresó el canciller cubano Bruno Rodríguez, el bloqueo es un crimen de agresión internacional, de lesa humanidad y que configura un delito de genocidio, teniendo en consideración los enormes perjuicios que produce a la población cubana. Lamentablemente las resoluciones de la Asamblea General no tienen efectos prácticos y ello permite que el bloqueo se mantenga.
Hoy la Patria de José Martí sufre por la falta de combustible, los apagones, la inflación y carencias de todo tipo que se traducen en retrocesos en las políticas que tanto había avanzado la Revolución, como salud y educación, entre otros males que afectan la vida diaria de la población.
A pesar de ello, y de las penurias que padece la población a consecuencia del bloqueo, el gobierno del presidente Miguel Díaz Canel continúa firme en la defensa del socialismo, y mantiene aún con enormes dificultades las políticas por las que se ha destacado la Revolución Cubana, en particular en educación y salud.
Uno de los grandes logros de Cuba ha sido poder enfrentar con éxito los intentos de su mal vecino del Norte por desestabilizar su sistema político y destruir “desde adentro” a la Revolución. Es que las protestas justificadas de la población ante las dificultades económicas que se viven, han sido atendidas con las organizaciones de masas del Partido Comunista de Cuba y del gobierno, así como con la presencia de los más altos dirigentes, incluso del propio presidente, yendo a debatir al mismo lugar donde se realizan manifestaciones. Esa actitud fue una enseñanza del Comandante Fidel, quien tuvo la misma actitud en los años del “período especial”, a principios de los años ´90, cuando se vivieron penurias similares luego del colapso de la Unión Soviética.
El bloqueo no afecta solo a Cuba, sino al resto del mundo, pues la aplicación extraterritorial de sanciones contra empresas que mantengan relaciones comerciales o intenten tenerlas con Cuba es una violación a las normas del derecho internacional que afecta al pueblo cubano y a cualquier país que pretenda comerciar con el país socialista.
La política criminal de bloquear economías de países que no se someten a sus dictados, no la sufre solo Cuba. Venezuela viene padeciendo sanciones económicas desde hace años por parte de EE.UU., aunque con una economía mucho más fuerte que le ha permitido ir avanzando desde los momentos más duros de la crisis que azotó a este país como consecuencia de esas medidas sancionatorias del imperialismo.
Por ello, el Partido de la Liberación (PL) de Argentina ha sido siempre solidario con Cuba, con Venezuela y con todos los países de nuestra región que luchan contra la avanzada imperial, y que por ello sufren los ataques de EE.UU., sea en el terreno económico, sea promoviendo golpes de Estado como lo hicieron en Bolivia en 2019, cuando desconocieron el triunfo de Evo Morales y lo derrocaron. Hoy se denuncia que detrás del intento de asesinato de Evo también está la garra del águila imperial.
Los ejemplos de Cuba y Venezuela demuestran que en Nuestra América hay gobiernos y pueblos revolucionarios y antiimperialistas que enfrentan los planes de Washington y los gobiernos de ultraderecha y fascistas como el de Javier Milei. Allí está la columna vertebral para la formación del Frente Antiimperialista y Antifascista que es urgente conformar junto a los demás pueblos, partidos y movimientos populares y de izquierda, gremios de trabajadores, pueblos originarios, movimientos culturales y demás expresiones de la resistencia, incluidos los países miembros del ALBA.
POSDATA: La victoria de Donald Trump preanuncia nuevos ataques del imperialismo yanqui a los pueblos del mundo, incluido el pueblo trabajador estadounidense, y reafirma la necesidad de impulsar a mayor altura la lucha antiimperialista y antifascista.
Comité Central, Partido de la Liberación (PL) de Argentina. 5 de noviembre de 2024