NOTAS POLÍTICAS

La deuda externa y el FMI, la línea divisoria entre pueblo y antipueblo

            El gobierno facho seudo libertario de Javier Milei ha puesto en marcha una nueva operación lesiva a nuestro pueblo y a nuestra Patria: otro “Acuerdo de Facilidades Extendidas” con el Fondo Monetario Internacional. De concretarse será el acuerdo número 23 de este tipo, desde que la “Revolución Fusiladora” de Aramburu y Rojas suscribieron el primero, en 1957, al año siguiente de haber pedido el ingreso al FMI.

            Los más recientes fueron firmados por Mauricio Macri en 2018, por 45.000 millones de dólares, y luego el mismo fue reprogramado, legitimado y pagado en las cuotas correspondientes por Alberto Fernández-Cristina de Kirchner-Sergio Massa desde marzo de 2020, así como por Milei desde diciembre de 2023.

            De resultas de los últimos préstamos, se incrementó la deuda pública, con tres agravantes: aumentó en su monto, más los pagos de intereses y capital; se acrecentó la porción de la deuda en dólares sobre la parte en pesos; y creció el “rojo” con organismos financieros y bonistas extranjeros, onda FMI y BlackRock, achicándose la que existía intra sector público, por ejemplo la del Banco Central.

            A enero de 2025 el total de la deuda pública alcanzaba los 467.788 millones de dólares, de los cuales 97.114 millones corresponden al endeudamiento de Milei. Una comparación elocuente de esta última cifra la dio el economista Jorge Gaggero, citado por Horacio Rovelli: la reconstrucción de Gaza, según el plan presentado primero por Naciones Unidas y luego por Egipto (ver nota sobre Trump contra los pueblos del mundo), costaría 53.000 millones de dólares. Y la bestia fascista de Milei nos endeudó casi el doble de lo que costaría reconstruir Gaza después de un año y cinco meses de genocidio de Netanyahu.

            No se trata sólo de comparar números. Se supone que en esa parte de Palestina, con esa suma, se construirían viviendas, hospitales, escuelas, caminos, obras de infraestructura, etc. En cambio acá, durante este plan de motosierra criminal, no se hizo ninguna obra. Ninguna, a pesar de ser tan necesarias como lo demandó la catastrófica inundación en Bahía Blanca (ver nota sobre inundaciones).

            Hasta ahora, en el año y tres meses que lleva Milei pagando la deuda con el FMI y los bonistas, las consecuencias han sido: mayor pobreza, más ajuste del gasto público (sobre todo sobre los jubilados y la obra pública) y proyectos de entrega de recursos naturales mediante el RIGI para las multinacionales y monopolios locales, que supuestamente generarían dólares para….pagar la maldita deuda. En esto no hay ninguna novedad. Fue así con Menem y las privatizaciones, con De la Rúa y el megacanje y blindaje, con el préstamo de Trump y Lagarde a Macri y la vergonzosa convalidación de ese acuerdo por la Cámara de Diputados presidida por Massa.

EL ACUERDO 23

            Esta es la historia de los 22 acuerdos de Argentina con el Fondo y por eso se sabe que el acuerdo 23 será una muerte anunciada de la soberanía y mayores sufrimientos para los trabajadores, jubilados, pueblos originarios, partidas de salud y educación, universidades y un largo etcétera.

            Peor aún que las agachadas anteriores con el Fondo, Milei dictó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en vez de un proyecto de ley al Congreso, como había dicho en la inauguración de sesiones. Con el DNU ya publicado en el Boletín Oficial, el acuerdo estaría habilitado, salvo que ambas cámaras lo rechacen con dos tercios los votos, algo que no sucedió ni con el leve aumento a las jubilaciones sino con el mayor presupuesto de las universidades. Esto, gracias a los gobernadores y legisladores propios y sobre todo los cómplices de diversas bancadas, incluso del peronismo.

            El tipo decide endeudarnos más con el FMI y oculta el contenido y las cláusulas del compromiso, que por supuesto son lesivas al pueblo y la Nación. Este es el fondo del asunto, pero también pesa la forma cuasi dictatorial de imponerlo, siendo el endeudamiento externo algo que debe decidir el Congreso, según artículo 75 de la Constitución Nacional. Y en especial, referido a acuerdos con la entidad que hoy preside Kristalina Georgieva, está vigente la ley 27.612 que establece que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizado con el Fondo Monetario Internacional, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente” (art.2°). Todo esto el facho seudo libertario se lo pasa ya sabemos por dónde.

            Aunque el acuerdo 23 aún no está firmado, se sabe que el gobierno aspira a que le presten 20.000 millones de dólares. Según el banco suizo UBS el paquete sería por aquella suma e incluiría 8.000 millones en fondos nuevos. El resto, o sea la mayor parte, se destinaría a cubrir pagos de capital e intereses que Argentina debe afrontar, durante el mandato de Milei, al mismo Fondo y los bonistas. Y otra parte, para que el Tesoro argentino rescate las letras de deuda en poder del Banco Central. Como estos títulos tienen un valor nominal mayor al que serían rescatados, Milei y Luis Caputo mienten con que la operación con el Fondo no aumentaría la deuda.

            Falso. Si se toma una deuda con el Fondo en dólares, eso aumenta sí o sí la deuda externa, como es de sentido común. En esto coinciden muchos economistas, por ejemplo del Foro de Economía y Trabajo, y muchos otros de diversas procedencias. Además, una cosa es una deuda intrasector público (Banco Central y Tesoro) y otra más grave es una deuda con el FMI, en dólares y que te puede llevar en caso de pleito a tribunales internacionales que siempre fallan en contra de Argentina. Así se está viendo ahora con el juicio por la nacionalización de YPF con los fallos de Loretta Preska, titular del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, a favor del fondo Burford Capital.

            El pueblo argentino hace muy bien en luchar por salarios, jubilaciones, salud, educación, vivienda, trabajo, derechos humanos, derechos feministas y ecologistas, etc. Mientras más luche, mejor. Pero lo óptimo es que esos reclamos estén presididos e impregnados de más antiimperialismo, con las consignas de La deuda es con el pueblo, No al acuerdo 23 con el Fondo, Auditoría y Suspensión de los pagos de la deuda; Juicio y castigo a los vende Patria de ayer y hoy que multiplicaron la deuda, de los 43.000 millones de dólares de tiempos de Alfonsín, en 1983, a los 467.788 millones de enero de 2025.