Media sanción del presupuesto 2017, con apoyos varios

El 2 de noviembre, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto de presupuesto 2017 presentado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas. La votación arrojó 177 votos a favor y 58 en contra, con 4 abstenciones.

Tan amplia mayoría en relación con un proyecto que define los lineamientos políticos para el año próximo, muestra que el gobierno alcanzó una cómoda gobernabilidad, con la ayuda sistemática del Frente Renovador (que sólo le impone algunos tironeos) y el Bloque Justicialista, primer grupo de legisladores escindido del FPV.

En este tema, el oficialismo consiguió un apoyo inédito dentro del bloque más ligado al kirchnerismo, o cuya separación es más reciente.

El proyecto aprobado en Diputados prevé un gasto total un 50% mayor que el aprobado en 2016; con una inflación anual que se prevé que superará el 40% más la inflación del año próximo, el presupuesto prevé una reducción en términos reales.

Los números consagrados para diputados priorizan la obra pública, lo que va de la mano con el proyecto de Participación Público-Privada para este rubro, lo que en definitiva significará transferencia al sector privado y la cesión de soberanía que se incluyen en ese proyecto, aprobado por la Cámara baja en la misma sesión.

La norma también prevé asignar menos recursos que los aprobados para este año en planes como el Pro.Gre.Sar; en Derechos Humanos y Políticas de Memoria, Verdad y Justicia; en Ciencia y Técnica, donde los aumentos incorporados resultarán insuficientes. Para las universidades, se incorporó en la versión final un aumento de 1.000 millones, que lo llevaría a niveles similares al previsto para este año en términos reales; sin embargo, este aumento beneficia a sólo 21 de las 56 universidades.

Otros aspectos que sufrirán recortes serán el INTI y el INTA; la desfinanciación drástica del Ministerio de Agroindustria también revela la decisión de abandonar los planes que apuntalaban a la Agricultura Familiar y a pequeños productores.

A pesar de esos recortes, que delinean un ajuste importante aún bajo las previsiones más optimistas, se prevé tomar deuda por 45 mil millones de dólares y un déficit fiscal de 4,2% del PBI (bajo la dudosa previsión de que éste crecerá un 3,5%).

El bloque oficialista, que incluye al PRO, la UCR, la CCC y otros, tuvo el acompañamiento esperado de parte del Frente Renovador massista y del Bloque Justicialista de Bossio y los diputados urtubeycistas. Pero también apoyaron 12 integrantes del bloque del Frente para la Victoria, incluyendo a los representantes sanjuaninos (con el presidente del PJ Gioja a la cabeza), los entrerrianos y parte de los misioneros, tucumanos, chaqueños y formoseños.

También contó con el apoyo de los legisladores del Movimiento Evita, con los votos de Remo Carlotto, Araceli Ferreyra, Andrés Guzmán y Silvia Horne. El quinto diputado de ese espacio, Leonardo Grosso, no estuvo presente.

El próximo paso para el gobierno será lograr la aprobación en el Senado. Este martes comenzó el tratamiento en Comisiones, con la presencia de Prat Gay, quien defendió el proyecto destacando que se basa en una estimación de la inflación de entre 12% y 17%. El funcionario sostuvo que “estimaciones privadas” habían informado que los precios en los últimos meses del año aumentarían en el orden de un 1,3%, lo que daría una inflación anualizada por debajo de las estimaciones. La realidad en cambio es que las estimaciones estaban cerca del 3% en octubre, lo que quedó confirmado con las publicaciones del INDEC y de la Ciudad de Buenos Aires, cifra que anualizada supera el 40%. O sea que los “dibujos” del presupuesto son una realidad hoy en día.

El oficialismo ya tuvo reuniones con el líder de la bancada, Miguel Ángel Pichetto, que auguran resultados positivos para el gobierno y negativos para nuestro pueblo.

JORGE RAMÍREZ