Beatriz Perosio
Manuel Adorni, la Voz del Ajuste
En los primeros días de enero de este año, y cuando ya estaba en funciones de hecho, Manuel Adorni fue designado formalmente como “Subsecretario de Vocería Presidencial de la Secretaria de Comunicación y Prensa de la Nación”.
Adorni es Licenciado en Economía por la UBA y en Contabilidad en la Universidad Argentina de la Empresa. Pero los grandes medios se refieren a él como “periodista”, aunque su labor es totalmente distinta a la que honraron miles de trabajadores de prensa buscando y difundiendo la realidad, aún en condiciones de peligro para sus vidas.
Por el contrario, es un vocero del poder, un difusor violento de las ideas de extrema derecha que hoy encarna el gobierno argentino.
El periodismo no es un título académico, aunque hay muches que sí se han formado académicamente para ello. No son los títulos del provocador oficial los que lo alejan de ese rol. La referencia a él como periodista se basa, quizás, en que antes de ser vocero presidencia, fue columnista en Infobae y en Radio Rivadavia, con numerosas apariciones en LN+ y otros medios de perfil derechista o ultraderechista.
En el medio digital mencionado antes publicaba una columna en la que machacó con la línea neoliberal, insistiendo en culpar al Estado, al déficit, a los “populismos”, de todos los males económicos del país. De indagar, buscar la verdad o evidenciar datos, nada de nada.
Su origen político es el partido Republicanos Unidos, fundado en 2021 por López Murphy, el mismo que recortó los sueldos estatales en un 13% durante el gobierno de Fernando De la Rúa. Desde hace algunos de años se destaca como espada ultraderechista en las redes sociales, especialmente en X (ex Twitter), diseminando reiteradamente tuits agresivos, negacionistas, irónicos e infundados, tarea que seguramente lo posicionó para el cargo que ocupa ahora.
Por ejemplo en la red de Elon Musk, en 2018 decía que “no sé a quien tengo más ganas de golpear, si a Néstor Segovia de Metrodelegados o a Diana Conti”. En la misma línea se refirió luego a los Metrodelegados diciendo que “estaría fantástico para el futuro de la Argentina que estos nefastos desaparecieran de una buena vez” (mayo de 2018). Otra muestra es el tuit que en julio de 2022 comparaba el precio del dólar con el número de desaparecidos para cuestionar los 30.000. La difusión de posturas machistas también tuvieron lugar en sus posteos, como cuando escribió “Ministerio de las Mujeres. Que en paz descanse”, a poco de que Milei hubiera ganado las elecciones.
Como vocero, Adorni es la voz oficial del gobierno y el sostén más visible de su política comunicacional. Ante una delegación de periodistas donde hay poco espacio para el disenso, dispara agresiones, burlas y noticias falsas, al tiempo que ensalza a Milei y sus medidas de gobierno.
En varias oportunidades informó alegremente de numerosos despidos, apuntando a un sector de la sociedad que hizo suyo el odio hacia les estatales, las políticas de género o de derechos humanos, sin reflexionar en lo más mínimo sobre el verdadero papel que cumplían les trabajadores ni sobre las consecuencias para ellos, sus familias e incluso para la economía en su conjunto, teniendo en cuenta que quitaba el sustento a miles de personas.
El vocero también se ocupó en varias ocasiones de difundir noticias falsas para sustentar la política oficial. Ejemplo de ello es cuando apuntó a desacreditar las pensiones por discapacidad difundiendo una radiografía de un perro y diciendo que había sido usada para acceder a ese beneficio. Sin embargo, la radiografía en cuestión fue usada por una persona que no recibió la pensión según mostró el ex director ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad, Fernando Galarraga, quien mostró copia del expediente en el que se rechaza esa solicitud. Otro ejemplo, en este caso relacionado a la política exterior y al negacionismo sobre la pandemia, fue cuando aseguró que recién habían llegado “30 camiones chinos para la lucha contra el COVID”, ironizando sobre la demora en arribar. La embajada del país asiático salió al cruce aclarando que se trataba de instalaciones logísticas para hospitales móviles y nada tenían que ver con el abordaje de la pandemia.
Adorni también apela muchas veces a sesgar datos para aparentar logros del gobierno. El 1 de Julio dijo que la inflación en alimentos estaba bajando y que incluso que en algunos casos había deflación (o sea, habrían bajado de precio), lo que sería “consecuencia de la inexorable eficacia del programa económico” de Caputo y Milei.
La importancia de este individuo en la política mileísta queda de relieve con su ascenso a Secretario de Estado, en abril de este año, y en la ampliación de su área de responsabilidad. Así, el 18 de junio pasado Adorni confirmó que los Medios Públicos quedaban bajo su órbita, ratificando que Télam “será desmantelado” y que tratarán de que el mismo destino tengan los demás medios: “El plan sigue siendo exactamente el mismo. El de Télam es su cierre”, dijo aquel día en su habitual conferencia de prensa.
Su rol no termina en cada conferencia de prensa: continúa a través del ejército tuitero. Ante una pregunta incómoda, la legión digital embiste contra el interrogador de manera violenta, buscando cercenar cualquier disidencia, incluso menor.
No le cabe el término “periodista” a Adorni. Es un operador político, un mentiroso serial. Y la voz oficial del Ajuste contra el pueblo.
MARÍA ALANIZ