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Editorial

Macri sigue ajustando, el PL vota al Frente de Todos

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Pese a la paliza electoral de las PASO, Mauricio Macri sigue haciendo mucho daño y lo seguirá haciendo hasta el último día que esté en la presidencia. El PL insiste en la necesidad y conveniencia de echar a ese responsable de la catástrofe obrera y nacional, que debió producirse hace mucho tiempo. Y, de última, debió ser echado con el pueblo en la calle después de las PASO, cuando se profundizó la devaluación y la inflación pegó un salto, con lo que eso significó en materia de pobreza y hambre de millones de compatriotas.

El Indec informó que a mediados del año la pobreza había subido al 35,4 por ciento y la indigencia al 7,7; contando a la población rural quiere decir que 15.8 millones de personas viven por debajo de la pobreza.

El candidato presidencial del Frente de Todos dijo bien que el macrismo había creado 5 millones de nuevos pobres. ¡Y pensar que el cínico representante de los monopolios prometió en 2015 que su objetivo era la “pobreza cero”!

Las reservas del Banco Central siguieron vaciándose, con fuga intensa de capitales, produciéndose un default selectivo, por más que quieran encubrirlo, como bien manifestó Alberto Fernández.

Las devaluaciones llegaron a un 600 por ciento: el dólar estaba a 9,75 cuando asumió Macri y ahora a 60 pesos. Eso impactó fuerte en los precios de alimentos, medicamentos, combustibles e insumos varios, con el costo de vida en 55 por ciento anual. El daño está hecho, incluso hacia el año que viene, porque se está calculando la inflación de 2020, cuando Macri ya no esté, en 40,5 por ciento.

Por eso el número de pobres será mayor, cercano al 40 por ciento cuando el Indec mida el segundo semestre de este año. Lo mismo con el drama de la desocupación, que llegó al 10.2 por ciento y seguirá en auge, con más de 35 por ciento de precarización laboral. Y como Macri cogobernó junto con el FMI, le dio más alas al chantaje de esta entidad para imponer la reforma laboral antiobrera, que no pudieron aprobarla vía ley general, pero está en vías de aplicación a través de cambios en los convenios laborales.

La pelota ha quedado picando, de cara al próximo gobierno, porque la UIA como factor interno y el Fondo de afuera y de adentro, seguirán presionando por una reforma reaccionaria contra las condiciones de trabajo. Lamentablemente Fernández ha dicho que tiene “los mismos ideales” que la UIA, al reunirse con la entidad, aunque en lo referido a la reforma laboral dijo que no es necesaria y sería suficiente con modificar por acuerdo patronal-sindical los convenios laborales.

En la medida que siguió Macri en el gobierno, se fue empinando más la deuda externa, con el desangre de divisas en desmedro de las prioridades populares. Los intereses de esa deuda se llevaron 518.000 millones de pesos entre enero y agosto de este año, un 87 por ciento más que en igual lapso del año anterior. ¡19 de cada 100 pesos del presupuesto nacional se los lleva el pago de la deuda!

Cuando decimos que la continuidad de Macri fue en contra de la vida de los argentinos no es en sentido figurado sino real. Por lo dicho respecto a la desocupación, pobreza, hambre, inflación y endeudamiento, pero también por los muertos por “gatillo fácil” policial. Entre las estadísticas de la ministra Bullrich, que habla de 98 muertos por esa vía entre 2016 y 2018, y las de la Correpi, que dicen fueron 266, tendemos a creer más en la segunda.

La intervención de Macri ante la 74° Asamblea General de la ONU, en septiembre pasado, también confirma que debe irse cuanto antes. En ese estrado volvió a atacar a Venezuela bolivariana y a acompañar al imperio a nivel internacional, hostigando a Irán y calificando de “terroristas” a organizaciones que no lo son, como Hezbollah.

VOTAMOS AL FRENTE DE TODOS

Como si  las razones señaladas no fueran suficientes, añadimos el comentario del neonazi candidato a vice, Miguel Pichetto, de que habría que dinamitar las villas como la 1.11.14, el homenaje presidencial a militares que murieron en enfrentamientos con la guerrilla en los ‘70, la entrega de hecho de las Malvinas a los ingleses, el plan para hacer de la Ciudad de Buenos Aires un aguantadero “legal” de las sociedades offshore y la manipulación de la justicia para que muchos presos políticos sigan en las cárceles.

Por eso un amplio espectro político y sectores sociales quieren derrotar a Macri y su gobierno de CEOs, para que se vaya cuanto antes. El PL coincide y en consecuencia votará a nivel nacional por el Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner; a Kicillof, Lammens y el resto de sus candidatos. Una de las excepciones es Buenos Aires, donde no votará el tramo de diputados nacionales, en disconformidad total con que el mismo sea encabezado por el amigo de la embajada yanqui, Sergio Massa.

La idea es sacarlo ya a Macri con una votación muy amplia a favor del FDT y presionar al nuevo gobierno con una agenda de reivindicaciones nacionales, obreras y populares, para que la crisis la paguen los monopolios, la deuda, el FMI y el imperialismo. Ese programa lo mantenemos con firmeza e independencia, haciendo hincapié en las movilizaciones en la calle y sumando todas las maneras políticas posibles, para que el nuevo gobierno tenga que asumirlo, porque es una solución a la crisis, aún cuando no lo quiera. 

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