Los trotskistas del FITU pifian con Venezuela

            Reiteramos lo que muchos lectores ya conocen desde hace años: el PL tiene coincidencias políticas tácticas con los partidos trotskistas del FITU para luchar juntos por salarios, derechos humanos, contra la deuda externa y contra la burocracia sindical y el gobierno facho de Milei. E incluso los votó en 2023. Al mismo tiempo siempre tuvo diferencias de política internacional sobre China, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y otros procesos latinoamericanos y mundiales, como hoy la guerra de la OTAN contra Rusia desde Ucrania. Una cosa no quita la otra.

            Hoy nos toca criticar la postura de ese arco trotskista del FITU a propósito de las elecciones de Venezuela y la situación creada a posteriori en la patria de Simón Bolívar. Nosotros apoyamos la victoria de Nicolás Maduro y el Gran Polo Patriótico, y denunciamos las manifestaciones violentas de la derecha venezolana y el imperio yanqui por desconocer ese resultado y calificar de “fraude” el comicio del 28 de julio. Y como continuidad de esa diferencia, esos sectores apoyan la violencia callejera contra Maduro a la vez que califican a éste de violento, entreguista y gobierno de facto apoyado en los militares, una manera elegante de llamarlo dictador.

            Nos tomamos el trabajo de revisar los artículos de la prensa trotskista y aunque estos cuatro partidos del FITU suelen tener diferencias entre sí, llamativamente en este caso venezolano están muy unidos.

            El PTS de Myriam Bregman, en su declaración del 30 de julio sostuvo: “Una generalizada protesta en muchas ciudades del país, con peso decisivo de sectores populares, ha sido la respuesta al grotesco intento de fraude en las elecciones presidenciales del #28Julio. El chavismo gobernante (hay otro en la oposición) responde con represión (con parapolicías y algunos muertos), pero no le alcanza”. Agregan: “Hay elementos claves que indican el fraude electoral. Un gobierno reaccionario y autoritario como el de Maduro y las FFAA, con sus políticas brutalmente antiobreras (…)”.

            El 1 de agosto, en  La Izquierda Diario este partido, PTS, afirmaba: “Luego de la oleada de protestas del pasado lunes 29 de julio, en respuesta al fraude de los resultados electorales, el Gobierno pasó al ataque con su aparato represivo”.

            Por su parte el Partido Obrero emitió una declaración el 31 de julio donde decía: “Las denuncias de fraude, los choques callejeros, la represión y el asesinato de hasta al momento de 14 personas hacen evidente que las elecciones del domingo pasado han servido para agravar considerablemente la durísima crisis que ya vivía Venezuela. El fraude montado en la elección está al servicio de la perpetuación de esta política que ha hundido a Venezuela en una crisis humanitaria”.            

            El comunicado de Izquierda Socialista sostenía el 2/8: “Denunciamos el fraude electoral perpetrado por el gobierno de Nicolás Maduro. Reclamamos que se respete la voluntad popular de millones de venezolanas y venezolanos. Y exigimos el cese de la represión, que ya se cobró varias vidas, personas desaparecidas y más de 1000 detenidos”. Otra de sus notas decía: “El gobierno de Maduro, habla de antiimperialismo, posa de izquierdista y hace discursos contra el facho de Milei, pero no deja de ser una dictadura burguesa que hambrea y reprime al pueblo trabajador. Los pueblos del mundo no deben confundirse: el escandaloso fraude electoral es parte de esa política”.

            Del otro socio del FITU, el MST, no encontramos declaraciones recientes sino una mucho más antigua de su legisladora porteña Celeste Fierro, del 28/1/2019. Sostenía: “Si alguien no va a llevar democracia a Venezuela son Trump y los Estados Unidos, campeones mundiales del intervencionismo. Pero tampoco son solución Guaidó ni Maduro, ya que a uno nadie lo eligió y al otro es evidente que el pueblo ya no lo quiere. Es sólo el pueblo venezolano quien debe decidir democrática y libremente su destino”. ¡O sea, Guaidó y Maduro equiparados!

            Este resumen muestra que esas dirigencias trotskistas coinciden con Milei, Macri, la derecha mundial, la OEA y el imperialismo, en que las elecciones venezolanas fueron fraudulentas. Coherentes con eso, Maduro sería un presidente ilegítimo, que además habría reprimido a su pueblo, o sea un violento, un dictador. Y encima estos socios del FITU lo acusan de entregar el petróleo a Chevron yanqui y a empresas chinas y rusas, de modo que también se habría convertido en un mandatario antinacional entreguista.

            Más desubicación política respecto a Venezuela bolivariana, no se consigue, y peor aún tratándose de organizaciones que dicen ser de izquierda y defender a los trabajadores. Deberían atender estas críticas y sobre todo pensar un poquito en el mensaje del Che a los argentinos, del 25 de mayo de 1962: “la línea divisoria es con o contra los monopolios”. En otra ocasión el Guerrillero Heroico también dijo “Con el imperialismo, ni un tantico así”.

SERGIO ORTIZ