Kicillof no es el mejor gobernador

Para quienes vivimos en el conurbano de Buenos Aires, decir que tal o cual gobernador es el mejor de la historia, es medio mucho. Eso se dijo de Axel Kicillof. Son tantas las necesidades y tantos los reclamos de infraestructura básica, que llevaría décadas, a contar de hoy y sin crecimiento demográfico, el satisfacer mínimamente tal demanda.

Convengamos que la provincia de Buenos Aires cuenta casi con la mitad de la población  de Argentina. El setenta por ciento de esta población, se concentra en los tres primeros cordones del conurbano bonaerense, circundantes a CABA y que forman el denominado AMBA (área metropolitana BA).

Tan sólo por su extensión, la provincia tiene ya en sí una seria problemática para atender los requerimientos de ciento treinta y cinco municipios y por mencionar tan solo uno, La Matanza, que por su extensión y densidad poblacional, es asemejable a cualquiera de las grandes provincias, amén de la  cantidad de villas y población socialmente vulnerable que viven en ella.

Si bien durante la pandemia tanto el gobierno provincial como nacional, afrontaron bastante bien la situación, lo cierto es que al día de hoy, pasado ya el pico del COVID (quedan  vestigios), se deterioraron muchos servicios en la atención pública y la prestación hospitalaria sigue dejando mucho que desear.

Los salarios iniciales tanto en la salud pública como en la educación están por debajo de la línea de pobreza; los trabajadores municipales son los más postergados, con salarios realmente de hambre. Los paliativos de asistencia social, siempre quedan a mitad de camino.

Las obras públicas se incrementaron en forma sustantiva, pero la escasez de agua potable sigue siendo acuciante, lo mismo que el déficit habitacional. El hacinamiento en las barriadas pobres, es una realidad social que lamentablemente se incrementa día a día. Allí es donde tienen que estar enfocadas las partidas presupuestarias.

En cuanto a seguridad, algo realmente acuciante y que pega fuerte en las zonas densamente pobladas, contar con un ministro mediático y que realmente no atiende sus verdaderas funciones, es un combo catastrófico, encima se saca la careta aliándose con un liberal. Me refiero concretamente a Sergio Berni, el represor con su Policía Bonaerense de los humildes desalojados en Guernica.

La reestatización de servicios esenciales como luz y gas tiene que ser prioritario en un gobierno que se auto caratula de nacional y popular. Los continuos cortes que sufrimos, son un síntoma claro de lo mal que andan las privatizadas.

Como vemos, una breve enumeración de cuestiones muy sensibles para el pueblo desmiente taxativamente cualquier endiosamiento de Axel Kicillof. Y quizás esos aplaudidores seriales debieran volver a las fuentes de pensadores como Arturo Jauretche : “O es pa todos la cobija , o es pa todos el invierno”.

JORGE ARTACHO