Internacionales
Haití: Camina el antiimperialismo por América Latina
ALERTA, alerta que camina el anti-imperialismo por América Latina, o la espada de Bolívar por América Latina. Lo hemos gritado en innumerables marchas en nuestro país. Y ahora se hace lucha y rebelión en los pueblos de Haití, Ecuador y Chile.
En Haití, las protestas llevan varios meses, exigiendo la renuncia o expulsión del cargo al presidente Jovenal Moise. “Un reclamo de dignidad y libertad que se levanta desde el hartazgo del hambre y la miseria planificada, el saqueo y la corrupción, la violencia institucional y de bandas criminales en connivencia con el gobierno y la embajada de EE UU y el ninguneo y falta de respuesta a las legítimas demandas del pueblo”. El pueblo de Haití, vive desde hace décadas una dramática situación de necesidad de millones de personas sin vivienda, agua potable, electricidad, saneamiento, sin trabajo, sin acceso a la alimentación imprescindible, con los salarios más bajos del hemisferio, con la entrega de sus recursos naturales a capitales y empresas transnacionales.
Las políticas implementadas por sucesivos gobiernos vinculados a los yanquis y a otras potencias extranjeras, han causado esa situación. La ONU, la OEA, los gobiernos de EE UU, el Grupo Core y países de América Latina (entre ellos Argentina) disfrazaron durante años detrás de enunciados de “estabilización y justicia” el envío de tropas militares y policiales que en la práctica actuaron como fuerzas de ocupación. La MINUSTAH, la MINUJUST, etc, sólo aportaron violencia, violaciones de niñes y mujeres y avalaron elecciones fraudulentas como las que colocaron primero a Michel Martelly y después a Jovenal Moise en la presidencia.
El pueblo está exigiendo en las calles con multitudinarias movilizaciones además de la renuncia de Moise, el juicio a los culpables del robo de los fondos de Petrocaribe, el cese a las masacres en los barrios populares y la convocatoria a una Conferencia Nacional Soberana para encarar y buscar soluciones a través de la participación amplia y vinculante de sus partidos políticos organizados y movimientos populares. La represión desatada ha dejado más de 80 muertos y cientos de heridos.
Las protestas y barricadas han llevado a la parálisis casi total de las actividades económicas lo que ha agravado las necesidades de ayuda humanitaria a los sectores más desfavorecidos. A pesar del llamado de países europeos y de la embajada de EE UU, el 11 de este mes, llamando a todos los actores políticos sin condiciones previas, Moise se aferra al poder, llama a la serenidad y al cese de las acciones violentas y culpa de todos los males “al sistema de explotación que impera en Haití desde la época colonial”.
El descontento crece y analistas políticos afirman que podría llegarse a un escenario de guerra civil.