Liberación - Órgano de Prensa
Falleció en la impunidad De la Rúa
El 9 de julio falleció Fernando De la Rúa. El almanaque y la muerte parecen tener un sexto sentido en cuanto a ironía, pues el Día de la Independencia falleció uno de los expresidentes responsables de la dependencia económica y política argentina del imperialismo y los monopolios. De la Rúa fue un verdadero “lamebotas yanqui”, como tan bien lo definió Fidel Castro en 2001 y con razón: con “Chupete”, Argentina votó en aquellos años de la mano de EE.UU. y el terrorista George W. Bush contra Cuba en la ONU y retiró al embajador argentino de La Habana.
De la Rúa tuvo una dilata carrera política en el radicalismo, como senador, jefe de gobierno de CABA, candidato a vicepresidente por la UCR en 1973 frente a la fórmula Perón-Perón y presidente con la Alianza entre 1999 y 2001. En aquellos años ’70 se opuso desde su banca en el senado a la amnistía que Héctor J. Cámpora otorgó a los presos políticos. Los argentinos de a pie lo recordamos como el presidente que se fue echado por el Pueblo en helicóptero y con la sangre de 44 compatriotas en sus manos, además de los miles que murieron por sus políticas de ajuste y hambre. Decimos que son 44 porque además de los 39 argentinos asesinados el 19 y 20 de diciembre reivindicamos la memoria de los dos compañeros asesinados en Corrientes en 1999 y los tres que fueron víctimas de la represión en General Mosconi en el 2000. Por esos crímenes el expresidente no rindió cuentas y murió sin una condena judicial, pero con la condena de la mayoría del Pueblo.
El desastre que fue el gobierno de la Alianza es bien conocido, y las semejanzas entre ese gobierno y el actual gobierno de Mauricio Macri son prácticamente totales. Acuerdos gigantes con organismos de crédito internacional y emisión de deuda externa, como fueron el Blindaje (a partir del cual el FMI desembolsó 40.000 millones de dólares) y luego el Megacanje, con promesas de achicar el estado y el gasto público, privatizar empresas públicas y el flexibilizar el trabajo y las jubilaciones. No sólo hubo despidos masivos, sino que además se recortó el sueldo de empleados públicos entre un 8 y 20%. Los jubilados también la ligaron, con un recorte del 13% por orden de Cavallo y Patricia Bullrich. Además, la represión fue moneda corriente y también la corrupción, que tuvo su ejemplo más escandaloso en la famosa Banelco, o sea coimas con fondos reservados de la SIDE para que senadores aprueben la reforma laboral a espaldas de los trabajadores.
Además de la semejanza en las políticas, los nombres de funcionarios también se repiten entre la Alianza de 1999 y la Alianza PRO-Cambiemos (hoy Juntos por el Cambio). Hernán Lombardi, Patricia Bullrich, Darío Lopérfido, Horacio Rodríguez Larreta, Miguel de Godoy, Federico Sturzenegger y María Eugenia Vidal, entre otros, fueron funcionarios de la Alianza y forman parte (o formaron) del PRO.
El PL no derrama ni una lágrima ni desea ninguna condolencia para los familiares o amigos de ese expresidente asesino, como lamentablemente hicieron Alberto Fernández, Cristina Fernández y otros dirigentes del Frente de Todos. Nuestras condolencias son para las víctimas de la represión y las políticas de hambre de ese títere del imperialismo.