En Venezuela apoyamos a Maduro y el Gran Polo Patriótico

            En la República Bolivariana de Venezuela hay elecciones presidenciales el próximo 28 de julio para cubrir el mandato 2025-2031. Son los comicios número 31 desde que se inició el ciclo de Hugo Chávez, ganador en 1999 y fallecido en 2013, a partir de lo cual su sucesor por medio de comicios limpios fue Nicolás Maduro. Este competirá en nombre del Gran Polo Patriótico frente a otros 9 candidatos de la oposición de derecha, más allá de manos de barniz superficiales de “centro” con el que se disfrazan algunos, incluso la derechista María Corina Machado. Esta no pudo competir por estar inhabilitada por 15 años en base a causas judiciales anteriores a esta elección y debió nominar a un suplente o fachada suya, Edmundo González Urrutia, de sucio prontuario contra los DDHH en El Salvador cuando era colaborador del embajador, aunque no tan tremendo como el de su jefa.

            Los diez candidatos representan al oficialista Gran Polo Patriótico Simón Bolívar y a las opositoras Plataforma Unitaria Democrática, Esperanza por el Cambio, Primero Venezuela, Arepa Digital, Alianza del Lápiz, Soluciones para Venezuela, Centrados en la Gente, Acción Democrática y Confederación Nacional Democrática.

            La mayor cantidad de votos se polarizarán entre Maduro y González Urrutia, dejando márgenes menores para los otros contrincantes. Según diferentes encuestadoras, los resultados varían. Los sondeos publicados por la oposición de derecha y del que se hace eco por ejemplo Clarín en Argentina (Ludmila Vinograd, 15/7), aseguran que pierde Maduro por paliza: “Así, la dupla de González y Machado no solo encabeza los sondeos con más de 60 puntos por encima de Maduro y arrasa en las calles con multitudes, que de manera irreversible proyecta al ex diplomático como el ganador indiscutible de la contienda”.

            En cambio la encuestadora Dataviva y otras publicaron los resultados de recientes estudios, que posicionan a Maduro con más del 56% de intención de voto, superando ampliamente a González Urrutia, quien alcanzaría 19%.

            Una serie de factores indicaría que lo más probable, no seguro 100 por ciento, es que haya una victoria bolivariana y chavista. Uno, es que el oficialismo va unido, en tanto la oposición de derecha mantiene 9 candidatos diferentes que se restarán votos entre sí.

            Pero más importante que eso es que desde el punto de vista económico y social, con sus consecuencias políticas, la situación del pueblo venezolano es mucho mejor que la que había en 2015, por ejemplo, cuando la oposición unida logró ganar los comicios legislativos para formar mayoría en la Asamblea Nacional.

            A partir de la administración Obama se fueron adoptando desde Washington duras sanciones contra Venezuela, que se sumaron a otros más recientes, hasta totalizar 930 en la actualidad. Sancionaron al crudo venezolano, le robaron Citgo y Monómeros, se quedaron con el oro depositado en Londres, sancionaron a autoridades y empresas venezolanas, organizaron golpes de Estado desde la vecina Colombia disfrazados de Festivales como “Venezuela Live Aid” y “misiones humanitarias”, pusieron un presidente títere como Juan Guaidó que pidió invasiones a su país (apoyado por Corina Machado), hubo intentos de asesinar a Maduro, etc. 

            A pesar de todo eso las cosas han mejorado bajo la gestión de Maduro:  van trece trimestres de crecimiento económico y este año el PBI aumentaría un 8 por ciento. También bajó la inflación, aumentaron los salarios y la producción petrolera de PDVSA subió a un millón  de barriles diarios. El presidente informó que en los próximos meses esa cifra aumentará a 3 millones de barriles diarios, con mayores  ingresos para el Estado y sus objetivos de desarrollo social.

            Esos aumentos de la producción petrolera, a pesar del bloqueo y sanciones estadounidenses, tienen bastante que ver con la mejoría del gobierno en la administración de PDVSA (hoy está preso el corrupto Tareck El Aissami y otros funcionarios). Y también con los acuerdos del gobierno con Rusia, China, Irán, Turquía y otros países para comerciar al margen del dólar.

MANIOBRAS DE LOS PROYANQUIS

            Habrá que aguardar los resultados del 28 de julio, pero en principio se puede ser optimista en que la derecha va a tropezar en su marcha hacia el Palacio  de Miraflores. Por eso ya empezaron sus maniobras para acusar de un supuesto “fraude” que no está ni en las intenciones del gobierno ni lo permitiría su excelente sistema electoral,  ponderado a nivel internacional entre otros por el Centro Carter.

            Ya el 30 de junio el Consejo Nacional Electoral organizó un simulacro de votación para poner todo en estado ideal; de ese operativo participaron varios de los partidos y coaliciones opositores, menos la dupla González Urrutia-Machado. Diez días antes, el 20 de junio, ocho de los diez presidenciables firmaron un pacto público donde se comprometieron a reconocer el resultado de las elecciones. Habrá observadores internacionales de Naciones Unidas, el Centro Carter y otros organismos (a la Unión Europea se le retiró la invitación por mantener las sanciones a 50 dirigentes venezolanos).

            La oposición por un lado dice que será la amplia ganadora y por el otro denuncia que habrá fraude electoral. No habrá ni una cosa ni la otra. Las dos veces que el chavismo perdió (referendo constitucional en 2007 y legislativas en 2015) reconoció inmediatamente su derrota. Todo lo contrario de la derecha proyanqui.

            Además de esas campañas de mentiras, la oposición ha contactado a grupos paramilitares de Colombia para cometer actos de violencia en el país. Las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN), herederas del legado criminal de “Los Pachencas” en el macizo montañoso de Santa Marta, lo publicaron en la red X.

            En Caracas también está la embajada del gobierno de Javier Milei, alojando a 7 dirigentes cercanos a Machado, que según el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, están planificando actos de sabotaje que incluyen atentados al sistema eléctrico y destrucción del puente sobre el río Orinoco.

            Desde Argentina repudiamos ese rol antidemocrático y proimperialista de la embajada seudo libertaria en la patria de Bolívar y Chávez, y apoyamos la causa del Gran Polo Patriótico el 28 de julio que por medio de su presidente ha llamado a formar un frente nacional contra el fascismo.

EMILIO MARÍN