En Córdoba, acto unitario por Tosco

El 5 de noviembre se cumplieron 41 años del fallecimiento del “gringo” Tosco, el sindicalista cordobés símbolo de honestidad, de lucha contra la burocracia, de sindicalismo de liberación, no economicista, con banderas antiimperialistas.

El histórico debate de Tosco con el jefe de la CGT, José Ignacio Rucci, en febrero de 1973 (se puede ver en YouTube), es de necesaria lectura de las nuevas camadas de delegados y luchadores clasistas, porque marca claramente las diferencias con la burocracia sindical, en aquel momento representada por Rucci en la CGT y las 62 Organizaciones.

El Sindicato de Luz y Fuerza, que fuera dirigido por Tosco hasta su muerte, organizó un acto unitario, en el cual convergieron las dos CTA y las dos CGT de Córdoba, los estudiantes de la FUC recientemente recuperada por un Frente de Unidad Agustín Tosco, los trabajadores de la economía popular y representantes de los estudiantes y sindicalistas de los años ’70.

Se notaron las diferencias de épocas, porque sólo dos de los oradores hicieron referencia clara a las banderas por la que luchaba Tosco y la dirigencia sindical que lo acompañaba en la CGT de Córdoba: Atilio López y René Salamanca. El compañero Juan Villa, ex secretario general de Perkins, evocó el antiimperialismo que formaba parte del ideario del “Gringo”, así como su honestidad y la amplitud con que dirigía el sindicato. En la sede de Deán Funes al 600 se reunían los estudiantes, las agrupaciones combativas y dirigentes de otros sindicatos combativos, para quienes las enseñanzas de Tosco eran una necesidad para su lucha diaria contra las patronales explotadoras.

El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Pablo Carro, planteó la necesidad de superar la traba de la burocracia sindical de la CGT unificada, para convocar a un verdadero plan de lucha contra el ajuste del gobierno de Macri.

Fue un buen homenaje, un acto unitario y con una evocación a un dirigente combativo y honesto, símbolo de la lucha de los trabajadores de aquellos años de duro enfrentamiento con las patronales oligárquicas.

Pero faltó la voz del sindicalismo clasista, de la izquierda revolucionaria, que tiene que hacer más pie en los sindicatos, en sus direcciones, sus cuerpos de delegados y agrupaciones de base, para que se escuche una voz que reivindique todos los aspectos del ideario de Tosco.

En eso estamos los compañeros y las compañeras que integramos las Agrupaciones de Base Clasistas (ABC), en levantar un programa que tome lo mejor de aquellos de Huerta Grande, La Falda, el 1° de Mayo de 1968 (CGT de los Argentinos) y también el programa de Sitrac-Sitram, éste último siempre ninguneado. Adecuado al momento actual, la clase trabajadora tiene que volver a tener una dirigencia como la de Tosco, Atilio López, René Salamanca, Jorge Weisz, etc., y hacerse escuchar en las calles.

IRINA SANTESTEBAN