Bibliografia
El Troskismo – Instrumento vulgar del Imperialismo y la Reacción
Fidel Castro, discurso de clausura de la Primera Conferencia de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina, pronunciado el 15 de Enero de 1966 en el Teatro “Chaplin” de La Habana, Cuba. Cuba Socialista, N° 54, Febrero de 1966, pág 88-97.
Los imperialistas yanquis contra nosotros no sólo han usado el bloqueo económico, no sólo han usado de las agresiones armadas, no sólo nos han amenazado mortalmente en determinadas circunstancias, no solo han perpetrado contra este país todo tipo de sabotajes, filtraciones de espías, ataques piratas, sino que el imperialismo yanqui ha acudido contra nuestro país a armas más sutiles, como son las armas de la propaganda y de la calumnia. Y no solo eso, sino que el imperialismo yanqui y sus agentes han tratado de destruir el prestigio de la Revolución Cubana al margen de las luchas revolucionarias de este continente, y han tratado -de las maneras más vil y más calumniosa- de desacreditar a la Revolución. Y se han valido de todo los medios, se han valido de todos los hechos, se han valido de todas las armas.
Desde luego que a los imperialistas les interesaría una discusión en concreto de estos problemas. A un irresponsable cualquiera, a un charlatán cualquiera, a un fantoche cualquiera, no le importa afirmar cualquier irresponsabilidad, cualquier calumnia. Bien es sabido que solo al enemigo le interesaría de qué forma se lleva a cabo en la práctica esa palabra que se llama solidaridad, no solo con los pueblos revolucionarios de este continente, sino de todo el mundo.
Pero ¿qué ha ocurrido? Hay un hecho que voy a tomar como ejemplo para demostrar cómo trabaja el imperialismo y sus agentes, y que es un hecho extraordinariamente interesante. Me refiero a la campaña realizada por el imperialismo yanqui y sus agentes en relación con la partida de nuestro compañero Ernesto Guevara.
Creo que esto es un asunto que hay que “tomar por los cuernos” para esclarecer algunas cosas.
El compañero Ernesto Guevara, unos cuantos revolucionarios de este país y unos cuantos revolucionarios fuera de este país saben cuándo salió, que ha estado haciendo en este tiempo y, desde luego, los imperialistas estarían muy interesados en saber, con todos los detalles, donde está, que ha hecho, como lo hace y, desde luego, al parecer no lo saben y si lo saben lo disimulan mucho. Pero desde luego, estas son cosas que el tiempo, cuando las circunstancias lo permitan, permitirá su esclarecimiento. Pero los revolucionarios no necesitamos esos esclarecimientos; es el enemigo quien se vale de estas circunstancias para tratar de intriga y para tratar de confundir y para tratar de calumniar. El compañero Guevara se unió a nosotros cuando estábamos exiliados en México, y siempre, desde el primer día, tuvo la idea, claramente expresada, de que cuando la lucha terminara en Cuba, él tenía otros deberes que cumplir en otra parte, y nosotros siempre le dimos nuestra palabra de que ningún interés de Estado, ningún interés nacional, ninguna circunstancias, nos haría pedirle que se quedara en nuestro país, obstaculizar el cumplimiento de ese deseo o de esa vocación. Y nosotros cumplimos cabal y fielmente esa promesa que le hicimos al compañero Guevara.
Naturalmente, que si el compañero Guevara iba a salir del país, era lógico que lo hiciera clandestinamente, era lógico que se moviera clandestinamente, es lógico que no haya estado llamando a periodistas, es lógico que no haya estado dando conferencias de prensa, es lógico que dadas las tareas que se propuso debiera hacerlo en la forma en que lo hizo. Y, sin embargo, ¡cuánto provecho han tratado de sacar los imperialistas de estas circunstancias y cómo lo que han hecho!
Es por eso que yo traje algunos papeles. No se vayan a asustar ustedes pensando que les voy a leer todos los papeles que aquí hay, solo lo que han escrito todos los periódicos imperialistas y burgueses con relación al caso del Comandante Guevara, lo que han escrito los periódicos de Estados Unidos, sus revistas, sus agencias cablegráficas, los periódicos burgueses de América Latina y de todo el mundo. Y vamos a ver quiénes han sido precisamente los principales voceros de la campaña imperialista de intriga y de calumnia contra Cuba con relación al caso del compañero Guevara. En primer término, ciertos elementos que han sido utilizados en las últimas décadas de manera constante contra el movimiento revolucionario. Y así ustedes me dan un poquito de tiempo, entre tantos datos voy a buscar uno muy interesante. ¡Ah! Lo encontré. Es un cable de la UPI, de diciembre 6 de 1965, que dice: “Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer Ministro cubano Fidel Castro por orden de la URSS -declaro Felipe Albuaguante, jefe de los trotskistas mexicanos en declaraciones a El Universal-. Agrega que el Che fue liquidado por insistir en poner a Cuba en la línea china”. Esto, naturalmente, venía a tono con una campaña que comenzaron a desatar los elementos trotskistas en todas partes simultáneamente.
Y así, con fecha octubre 22, en el semanario Marcha, se publica un artículo en que un conocido teórico del trotskismo, Adolfo Guil, afirma que el Che salió de Cuba debido a discrepancias con Fidel por el conflicto chino-soviético y que el Che no pudo imponer su opinión en la dirección. Dice que el Che, en forma confusa, propugnaba la extensión de la revolución al resto de América Latina, en oposición a la línea soviética. Dice que la Dirección Cubana estaba dividida entre un ala conservadora, que incluye a viejos dirigentes del PSP, los partidarios del Che y Fidel y su equipo en una posición de oscilación centrista conciliadora. Dice que el Che salió de Cuba por carecer de medios para expresarse y que Fidel temió enfrentar a las masas para explicar el caso Che. Este mismo teórico del trotskismo, el 31 de octubre de 1965, como reportero del Nuevo Mundo, un periódico italiano, escribe un artículo calificando a la Dirección Cubana de filo soviética y acusando a Fidel de no haber explicado políticamente al pueblo lo ocurrido con el Che. Dice que el comandante Guevara fue derrotado por el PSP y el equipo castrista; Critica al Che por no haber llevado a las masas la lucha por imponer su tesis y concluye que el Estado cubano, paralizado por su propia política no apoyo abiertamente a la revolución dominicana. Y sobre estoy me voy a referir más extensamente un poco más adelante.
En el número de octubre de 1965, el periódico Batalla, de los trotskistas españoles, declara que el misterio que rodea el caso del Che Guevara debe ser aclarado. Dice que amigos del Che suponen que la carta leída por Castro es falsa y se pregunta si la Dirección Cubana se oriente hacia una sumisión a la burocracia del Kremlin.
Por la misma fecha, aproximadamente, el órgano oficial trotskista de Argentina publica un artículo en el que asegura que el Che está muerto o preso en Cuba. Dice que “entro en conflicto con Fidel Castro por el funcionamiento de los sindicatos y la organización de las milicias”. Agrega que “el Che se oponía a la integración del CC con los favoritos de Castro, especialmente oficiales del ejército, seguidores del ala derecha de Moscú.
Pero uno de los escritos más sucios, más groseros y más indecentes es el que escribió el dirigente del Buró Político Latinoamericano de la Cuarta Internacional en el periódico Lucha Operaria, de Italia. Sobre este artículo, largo por cierto, solo voy a leer tres párrafos.
Empieza diciendo: “Un aspecto de la agudización de la crisis mundial de la burocracia es la expulsión de Guevara. Guevara ha sido expulsado ahora, no desde hace ocho meses ha durado la discusión con Guevara y no han sido ocho meses que pasaron bebiendo café, han luchado duramente y quizás ha habido muertos, quizás se ha discutido a golpes de pistola. No podemos decir si han matado o no a Guevara, pero existe el derecho a suponer que lo hayan matado.
¿Por qué Guevara no aparece? No lo han presentado en La Habana por temor a las consecuencias, a la reacción de la población, pero en definitiva al esconderlo producen el mismo efecto. La población dice: por qué Guevara no sale, no aparece.
No hay ninguna acusación política, existen elogios políticos en relación con él. ¿Por qué no han presentado a Guevara? ¿Por qué no ha hablado? ¿Cómo es posible que uno de los fundadores del Estado obrero cubano, que hasta hace poco tiempo recorría el mundo en nombre del Estado obrero, imprevistamente diga: me he aburrido de la Revolución Cubana, voy a hacer la revolución en otra parte? Por otra parte, no dicen donde ha ido y no se presenta. Si no hay ninguna divergencia por qué no se presenta. Todo el pueblo cubano comprende que hay una lucha enorme y que está luchando no se ha terminado Guevara no estaba solo ni está solo. Si toman estas medidas contra Guevara es porque hay una gran tendencia, muy grande, que está de su parte. Y además de una tendencia muy grande, hay una enorme preocupación del pueblo.
Hace poco tiempo, el gobierno cubano público un decreto bastante severo: es necesario restituir todas las armas al Estado. En aquel momento la cuestión era un poco confusa, ahora está claro que fin tenía esta resolución: era contra la tendencia Guevara. Tienen miedo de un levantamiento.
Otro párrafo: “¿Por qué han hecho callar a Guevara? La Cuarta internacional debe llevar adelante una campaña pública en ese sentido, exigiendo la aparición de Guevara, el derecho de Guevara a defenderse y discutir, a hacer apelaciones a las masas, a no fiarse de las medidas tomadas por el gobierno cubano, porque son medidas burocráticas y quizás de asesinos. Han eliminado a Guevara por callar su lucha, han hecho callar a Guevara. No obstante que su posición no fuese consecuente desde el punto de vista revolucionario, porque tendía a la armonización de sus posiciones en la tendencia revolucionaria”. Y más adelante dice: “Esto demuestra, no la potencia de Guevara o de un grupo guevarista en Cuba, sino la madurez de las condiciones en el resto de los Estados obreros para que en breve tiempo estas posiciones fructifiquen. No se engañan a la burocracia con maniobras y medidas de este género. La eliminación de Guevara significa para la burocracia la tentativa de liquidar una base de posible reagrupamiento de tendencia revolucionarias que continúan el desarrollo de la revolución mundial. Esta es la base de la liquidación de Guevara y no sólo por el peligro que representa a Cuba, sino porque incluye el resto de la revolución latinoamericana.
“Al lado de Cuba esta Guatemala, al lado de Cuba esta Guatemala con el programa de la revolución socialista y, no obstante su fuerza y los discursos de su líder máximo Fidel Castro, no ha podido impedir que el Movimiento “13 de Noviembre” se transforma en un movimiento revolucionario y que lucha directamente por el socialismo”.
No es absolutamente casual, ni mucho menos, que este señor, dirigente de la Cuarta Internacional, mencione aquí muy ufano el caso de Guatemala y del Movimiento “13 de Noviembre”, porque precisamente con relación a este Movimiento el imperialismo yanqui ha usado una de las tácticas más sutiles para liquidar un movimiento revolucionario, que fue filtrarle los agentes de la Cuarta Internacional que -por ignorancia, que ignorancia política del dirigente principal de este Movimiento-, lo hicieron adoptar nada menos que esa cosa desacreditada, esa cosa antehistórica, esa cosa fraudulenta que emana de elementos tan comprobadamente al servicio del imperialismo yanqui, como es el programa de la Cuarta Internacional.
¿Cómo ocurrió esto? Yong Sosa era, sin duda, un oficial patriótico; Yong Sosa encabeza el movimiento de un grupo de oficiales del ejército -en cuyo aplastamiento por cierto participaron los mercenarios que después invadieron Girón-, y a través de un señor que era comerciante, que se encargó de la parte política del movimiento, la Cuarta Internacional se las arregló para que ese dirigente, ignorante de los problemas profundos de la política y la historia del pensamiento revolucionario le permitiera a ese agente del trotskismo -acerca del cual nosotros no tenemos la menor duda que es un agente del imperialismo- que se encargara de redactar un periódico en el cual se copiaba “de cabo a rabo” el programa de Cuarta internacional.
Lo que la Cuarta Internacional cometió con eso fue un verdadero crimen contra el movimiento revolucionario, para aislarlo del resto del pueblo, para aislarlo de las masas, al contagiarlo con las insensateces, el descrédito y la cosa repugnante y nauseabunda que hoy es el campo de la política el trotskismo. Porque si en un tiempo el trotskismo represento una posición errónea, pero una posición dentro del campo de las ideas políticas, el trotskismo paso a convertirse en los años sucesivos en un vulgar instrumento del imperialismo y de la reacción.
De tal manera piensan estos señores que, por ejemplo, con relación a Vietnam del Sur, donde un amplio frente revolucionario ha unido a la inmensa mayoría de la población, a distintos sectores de la población, los ha unido estrechamente alrededor del movimiento de liberación en la lucha contra el imperialismo, para los trotskistas esos es absurdo, eso es contrarrevolucionario, Y estos señores llegan a la osadía, a la cosa insólita frente a los hechos y a las realidades de la historia y del movimiento revolucionario, a expresarse de esa forma.
Afortunadamente, en Guatemala el movimiento revolucionario se salva. Y se salva gracias a la clara visión de uno de los oficiales que junto con Sosa había iniciado el movimiento revolucionario y que comprendiendo aquella insensatez, aquella estupidez, se separa del Movimiento “13 de Noviembre” y con otros sectores progresistas y revolucionarios organiza las Fuerzas Armadas Rebeldes de Guatemala. Y ese oficial joven que tuvo tan clara visión de la situación es quien ha representado al movimiento revolucionario de Guatemala en esta Conferencia, el Comandante Turcios.
El Comandante Turcios tiene en su haber el mérito no solo de haber sido uno de los abanderados de la lucha armada por la liberación de su pueblo oprimido, sino el mérito de haber salvado al movimiento revolucionario guatemalteco de una de las estratagemas más sutiles y más pérfidas del imperialismo yanqui y levantar las banderas revolucionarias de Guatemala, y de su movimiento antiimperialista, rescatándola de las manos sucias de estos mercenarios al servicio del imperialismo yanqui.
Y tenemos la esperanza de que Yong Sosa, cuyas intenciones patrióticas al iniciar la lucha nadie duda, y cuya condición de hombre honrado nadie duda -a la vez que sí tenemos muy serias razones para dudar de su actitud como dirigente revolucionario de Guatemala, pero ya este vez bajo otra dirección bajo otra guía que si demostró, en momentos como esos, claridad de visión y actitud de dirigente revolucionario.
Esta posición de los trotskistas es la misma que adoptaron todos los periódicos y agencias publicitarias del imperialismo yanqui, la misma con relación al caso del compañero Ernesto Guevara; toda la prensa imperialista de Estados Unidos, sus agencias cablegráficas, la prensa de los contrarrevolucionarios cubanos, la prensa burguesa en todo el Continente y en el resto del mundo. Es decir, que esta campaña de calumnia y de intriga contra la Cuba Revolucionaria en relación al caso del compañero Guevara hizo coincidir de una manera exacta a todos los sectores reaccionarios imperialistas, burgueses, a todos los calumniadores y a todos los intrigantes contra la Revolución Cubana.
Porque es incuestionable que solo a la reacción y solo al imperialismo les puede interesar desacreditar a la Revolución Cubana, destruir la confianza de los movimientos revolucionarios en la Revolución cubana, destruir la confianza de los pueblos de América Latina en la Revolución Cubana, destruir su fe. Y por eso, no ha vacilado en el empleo de las armas más sucias y más indecentes.
Ese mismo señor Guil, que de vez en cuando posa entre otros intelectuales norteamericanos en la revista Monthly Review, de Estados Unidos, tuvo la villanía de escribir el siguiente párrafo, que vale la pena analizar, con relación a la crisis de Santo Domingo: Dijo así: “Un punto culminante de esta crisis tiene que haber sido la Revolución Dominicana, donde el Estado obrero cubano quedo paralizado por su propia política, sin apoyar abiertamente a la Revolución, mientras en Cuba había una tremenda presión interior para una política de apoyo activo. Si la crisis era muy anterior a Santo Domingo, indudablemente Santo Domingo precipito la Revolución”. Este señor tiene la villanía de acusar a la Revolución Cubana de no haber dado un apoyo activo a la Revolución Dominicana. Y mientras los imperialistas acusaban a Cuba; mientras los imperialistas trataban de pretextar su intervencion diciendo que elementos izquierdistas y comunistas, entrenados en Cuba, estaban allí al frente del levantamiento; mientras el imperialismo acusaba a Cuba y presentaba a la Revolución Dominicana no como un problema interno, sino como un problema externo, este señor acusa a la Revolución de no haber dado un apoyo activo.
¿Y qué se entiende por apoyo activo? ¿Acaso se pretendía que Cuba, cuyas armas, cuyos recursos se sabe cuáles son sus características, podía impedir y debía impedir el desembarco de las tropas norteamericanas en Santo Domingo? Tiene Cuba armas para defenderse a sí misma y en una correlación infinitamente inferior a los imperialistas, armas defensivas. Y son tan miserables estos señores, tan desvergonzados, que intentan responsabilizar a Cuba de no haber impedido… Porque ¿qué otra cosa quiere decir apoyo activo? Porque todo cuanto Cuba podía hacer dentro de aquellas circunstancias, todo cuanto Cuba podía hacer y debía hacer, lo hizo. Y pedirle a Cuba que impidiera el desembarco es como pedirle a Camboya, en el sudeste de Asia, que impida los bombardeos a Vietnam del Norte y que impida la ocupación por la infantería de Marina yanqui, de Vietnam del Sur. Desgraciadamente, las fuerzas de Cuba son limitadas. Pero en la medida de esas fuerzas, y de la manera óptima posible, y de las maneras decididas, a la vez que más adecuada a las circunstancias, presta y prestará a la Revolución su máximo apoyo.
A aquellos que crean que este país teme a los imperialistas, a aquellos que crean -con espíritu de superioridad o con insolente delirio de superioridad sobre nadie- que este país teme a los imperialistas, bien les valdría haber vivido una hora aquí en este país, cuando la Crisis de Octubre y cuando por primera vez un pueblo pequeño como este se vio amenazado con una andanada masiva de cohetes nucleares sobre su territorio, la actitud que tuvo este pueblo y la actitud que tuvo el Gobierno Revolucionario.
Muchas tonterías y muchas boberías se escriben y, sobre todo, se escriben por los irresponsables, cuando ciertos documentos no pueden ser dados a la luz. Pero algún día la humanidad sabrá y algún día la humanidad conocerá todos los hechos. Será ese día, cuando los miserables vean que no hubo ningún compañero Guevara asesinado, cuando se conozca igualmente cual fue la posición de Cuba en aquellos días difíciles y cuál fue la serenidad de este pueblo. Cuando se comprenda, no habrá nadie, por insolente que sea, por provocador que sea, que se atreve a poner en duda el sentimiento de solidaridad de este pueblo y el valor de este pueblo.
Valor que lo demuestra el hecho de su conducta. No obstante ser este un país que está a noventa millas de la metrópoli imperialista, sobre cuyas cabezas en los venideros pesaran enormes peligros en la misma medida en que el movimiento revolucionario crezca. Movimiento revolucionario que crece sobre todo a partir del ejemplo de la Revolución Cubana; movimiento revolucionario que crece, que se agigante, por el ejemplo de Cuba, por las victorias de Cuba, por la posición de Cuba frente al enemigo.
Y hay que tener en cuenta que cuando este país desafía ese peligro, este no es un país que posea millones de hombres sobre las armas, este no es un país que posea armas termonucleares, porque aquí nuestros cohetes son morales; y el número de millones no es lo infinito, el número de hombres no es lo infinito, sino la dignidad y el decoro de este pueblo.
Y serán los años venideros los que hablen por nosotros, y serán los años venideros quienes se encarguen de aplastar a los calumniadores; no a esto, que son agentes conocidos de los imperialistas, sino a los confusos, a los intrigantes, a quienes se dejan intrigar y sirven de instrumento a las mentiras contra nuestra Revolución.