Liberación - Órgano de Prensa
El papel del estudiantado en la defensa de la Educación
Desde hace cinco semanas lxs docentes universitarixs argentinxs están en huelga, reclamando por un aumento de sueldo que se merecen desde hace tiempo y también por mayor presupuesto universitario. Así, las clases no han arrancado en las universidades y lxs estudiantes y no docentes (muchas veces sin respaldo de su sindicato) se han sumado a la lucha, en solidaridad con lxs docentes, reclamando sus propias reivindicaciones y en la defensa de la Educación Pública.
Han habido marchas, clases públicas, actos y lxs estudiantes, organizados en asambleas de base, han decidido tomar pabellones y facultades. En todo el país se extendió una llamarada de lucha, que ocupó edificios y fue alimentada por gasolina provista por el gobierno nacional, la escalada inflacionaria y el ajuste, además de la corrida cambiaria y el descalabro y crisis económica.
El problema no sólo es salarial, y tiene una buena base en la cuestión presupuestaria, pero tampoco acaba ahí. El gobierno del PRO-Cambiemos ha dejado claro que lo que le entra de recaudación impositiva y a través de préstamos usurarios va a parar a cuevas financieras, paraísos fiscales y de los que viven de la timba a costa del Pueblo. Lxs universitarixs también queremos discutir qué tipo de Educación Pública queremos, al servicio de qué intereses y con qué planes de estudios. Para el PRO el norte es Chile, EE.UU., Colombia y Europa, con préstamos bancarios para poder acceder a la educación superior y una educación superior modelada acorde a la idea del Banco Mundial y el FMI, la ONG “Teach for All” (que el ministro Bullrich integra en Argentina) y demás multinacionales. Los créditos universitarios, el modelo del Plan Bologna, las carreras de grado achicadas y los postgrados pagos como protagonistas; docentes mal pagos, aulas insuficientes y en mal estado, ciencia y técnica en manos privadas completan el programa.
Se entiende más fácilmente cuando se cae en la cuenta que, sólo en Argentina, la educación en general representa un “negocio” de 56.000 millones de dólares anuales, una participación del 8% del PBI según datos del INDEC. A nivel mundial, se estima esa cifra en 3 trillones (millón de billones) de dólares. No sólo quieren formar los profesionales que necesitan, también quieren ganar plata mientras lo hacen.
Lxs compañerxs de TUPAC en Córdoba, Salta y Buenos Aires debemos seguir participando de las asambleas, actividades y tomas. Debemos impulsar con la lucha una idea clara: hace falta un Frente Antiimperialista que discuta estos y otros temas, para echar a Macri y su séquito lo antes posible. Así, hay que generar instancias de discusión y debate, rescatando la tradición de lucha de nuestro pueblo, de la Generación del ’70, de la lucha contra la Ley Federal de Educación en los ’90 y contra el recorte presupuestario y los arancelamientos en los ‘2000, del Taller Total, que proponía en serio una educación al servicio del Pueblo, donde los sesos se ponían para tratar de darle soluciones concretas a lxs laburantes. Y también debemos rescatar al Che y a Fidel, esos grandes del antiimperialismo que dio nuestra región.
Si lxs docentes lograran torcer el brazo al gobierno y pudieran conseguir el aumento del 30%, desde la TUPAC creemos que hay que seguir en un estado de movilización y lucha, quizás ya no con tomas, que es una de las tantas medidas y formas de lucha que tenemos, pero sí con asambleas, clases públicas, talleres, etc. Este es un conflicto que trasciende lo sindical. Hay que impedir que se apruebe el presupuesto que quieren Macri y el FMI, que implica más pobreza y ajuste.
Quién dirige
Está claro que con los centros en manos de agrupaciones reaccionarias como Franja Morada y ciertos sectores del peronismo, la organización debe venir desde abajo. La tibieza del kirchnerismo en lo estudiantil, que parece más preocupado por cuidar las formas que por luchar, tampoco puede garantizar un plan de lucha coherente y efectivo.
Las agrupaciones trotskistas han adquirido cierto protagonismo; en parte gracias a la pequeñez y poca inserción de la izquierda revolucionaria, en parte por los errores y agachadas del kirchnerismo y la centro izquierda, pero la dirección de este conflicto no puede descansar en sus manos. El trotskismo no puede distinguir a los enemigos de los aliados, ni siquiera de aquellos aliados tácticos o transitorios. Se llena la boca hablando de la unidad obrero-estudiantil pero tratan a docentes como socios del enemigo, por más que aquéllos estén en pie de lucha contra el gobierno y el rectorado.
El TUPAC debe hacer escuchar su voz, y junto a aliados, compañerxs organizadxs e independientes jugar un papel dirigente dentro del movimiento estudiantil.
JUANJO GIANNOTTI