Internacionales
El alto al fuego en Gaza permitió liberar muchos presos palestinos

Con la llegada de Donald Trump al gobierno, y tras la renuncia de los dos ministros sionistas más extremistas del gobierno del primer ministro Netanyahu (sí aunque usted no lo crea existen en Israel dirigentes políticos aún más criminales que el condenado por genocidio, Netanyahu), luego de más de un año de iniciada la campaña militar del ente sionista en Gaza, se pactó un alto al fuego y un intercambio de rehenes entre Israel y Hamas.
Miles de luchadores de la resistencia palestina detenidos hace años en las cárceles de Israel en condiciones inhumanas de detención fueron canjeados por soldados y civiles israelíes detenidos por Hamas en condiciones saludables, como se pudo apreciar en las filmaciones.
Las noticias negativas se sucedieron tras el recibimiento con honores a Netanyahu en EEUU por parte de Trump y su gabinete. Tras la reunión de jefes de Estado Trump declaró que los 1.7 u 1.8 de millón gazatíes serán reubicados con la ayuda de Jordania y Egipto que, aunque se niegan deberán hacerlo, según Trump, para que los gazatíes dejen de sufrir en esa zona infernal. No aclaró que el infierno se debía a la agresión del señor que tenía a su lado.
Tras la evacuación según Trump en beneficio de los propios palestinos, la Franja de Gaza se transformará en la Riviera de medio oriente.
Primero indirectamente reconocen que como la población gazatí superaba los 2.1 millones de habitantes, serian más de 400 mil los muertos y no los 60 mil reconocidos oficialmente.
Segundo, el verso de la propaganda sionista de que la guerra contra Hamas era en respuesta al operativo Diluvio Al Aqsa del 7 de octubre quedó más patente que nunca.
Desde su regreso a Palestina los colonos sionistas mas agresivos y luego el propio Estado israelí desde su creación, desplazaron por diversos métodos a los palestinos que vivían hace muchísimos años en la zona.
Los sionistas de izquierda o socialistas que querían convivir pacíficamente con los palestinos pronto quedaron en minoría y definitivamente condenados al ostracismo político tras el asesinato de Rabin. La solución de los dos Estados quedó para la ciencia ficción política tras la intervención de Trump qué como buen especulador inmobiliario declaró su total acuerdo con los usurpadores.
Miles de declaraciones en todo el mundo y especialmente de los gazatíes que regresaron al norte de la Franja tras el cese al fuego, dejaron muy en claro que lucharan por su tierra aun cuando resulte casi imposible de vivir tras las cientos de miles de bombas lanzadas por Israel en la zona.
El objetivo siempre fue destruir todos los edificios para que luego las topadoras limpien de escombros la tierra y edifiquen sobre la zona, según el plan de Trump y Netanyahu, para negocios de sus empresarios cercanos, incluso de sus familias.
Como dicen el primer genocidio transmitido en tiempo real dejó constancia de la violencia extrema, las demolición de viviendas, la falta de agua , alimentos y medicinas. Todo ésto, le complica la tarea de propaganda y desinformación del gigantesco aparato global sionista.
Otra cosa que quedó clara es que la resistencia continua más firme qué nunca con el desfile de batallones de Hamas y la resistencia palestina en oportunidad de la liberación de rehenes. Saben hace años que con el sionismo de derecha o más extremo es imposible convivir en paz y hay que prepararse para la resistencia armada. Nuevamente los sionistas les dieron la razón al comenzar sus ataques a Cisjordania, inmediatamente tras el cese al fuego.
Simplemente cambian de frente. De Gaza a El Líbano, luego Siria y ahora Cisjordania, siempre con la mira en Irán para frenar su eventual proyecto de desarrollo atómico.
Con el apoyo que el lobby sionista de AIPAC, dólares mediante, EEUU se metió en todas y cada una de las aventuras militares pedidas por Netanyahu en Irak, Sudán, Afganistán, Siria en 2015 y 2024, antes Libia en 2011.
Una maquinaria alocada de guerra al servicio de la racionalidad mas que cuestionable, militarista y supremacista sionista para crear el gran Israel prometido por libros religiosos de hace más de dos mil años. Vaya racionalidad fanática religiosa
Por supuesto que las declaraciones de Trump son importantes por provenir del jefe de las fuerzas armadas más grandes del mundo, aunque probablemente sigan el mismo camino que una tras otra de sus ridículas declaraciones políticas.
Lo único bueno en su discurso de asunción presidencial fue que no habló de China ni de Rusia y se dedico a importantes cuestiones como cambiarle el nombre al golfo de México, lo que provocó la risa de Hillary Clinton.
¿SE ROMPE EL ALTO AL FUEGO?
En resumen, a la política claudicante de Biden quien se autoadjudicó el logro del cese al fuego, firmado en sus últimos días como presidente, condenaba sólo de palabra a Netanyahu mientras seguía el financiamiento y la asistencia militar, ahora vino la política más franca de total apoyo a Netanyahu por Trump, considerado el presidente más amigo de Israel.
El mundo asiste azorado al ascenso irrefrenable de los políticos menos experimentados de EEUU que ante la bancarrota de los que estuvieron a cargo del diseño de la política bipartidista los últimos 50 años en EEUU, los serios think tanks como el consejo de relaciones exteriores, organización de la cuál forma parte el Keynes del siglo XXI, Jeffrey Sachs. El economista neoliberal le da brillo intelectual esa organización pero nada más que eso, ya que su opinión no es tenida en cuenta
En Argentina el presidente Milei hace declaraciones disparatadas contra los gays para quedar bien con Trump y que nadie le da importancia en el mundo, pero que provocó una masiva marcha en su contra en Plaza de Mayo y el país, muy exitosa a pesar del boicot de Guillermo Moreno que organizó un acto el mismo día a la misma hora.
Volviendo al tema del alto al fuego, al cierre de esta edición Netanyahu siguió matando palestinos en Gaza y en Cisjordania, incumpliendo los acuerdos, por lo que Hamas anticipó que -si Israel no respetaba lo firmado- iba a suspender la entrega de más rehenes. Israel preparó a sus militares como si fuera a lanzar otra fase más elevada de su genocidio, que de ser llevado a cabo podría ser parte del plan de Trump de quedarse con Gaza y expulsar a su población hacia otros países, algo repudiado por numerosos países de la región y el mundo, comenzando por China.
MARTÍN GUEVARA