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¿Electoralismo o lucha de clases para derrotar a Milei?

            El fascista Javier Milei está produciendo gravísimos daños a la clase trabajadora, el pueblo y la Nación. Esto se ve con el aumento de la pobreza y la indigencia, que el Indec midió en el 52,9 y 18,1 por ciento, respectivamente, por lo que de conjunto afectan a 25 millones de argentinos. La cifra va en aumento a medida que se profundiza el plan motosierra.

            Otro ejemplo siniestro es que antes había vetado una módica ley de mejora a los  jubilados, víctimas centrales del ajuste. Ahora vetó una ley aprobada en el Congreso con dos tercios de los votos, de aumento del presupuesto universitario. Este significaba el 0.14 por ciento del PBI, el mismo  porcentaje que Milei dejó de cobrar a los más ricos al subir el piso del impuesto a los bienes personales. Les dio a miles de ricos y les quitó a las universidades nacionales donde estudian 2 millones de argentinos.

            El facho quiere la suma del poder público. En la ley de Bases no pudo privatizar a 41 empresas estatales y sólo logró poner en la guillotina a 8, pero después y por decreto comenzó con la privatización de Aerolíneas Argentinas, que no estaba en la nómina a privatizar. Se comporta como un dictadorzuelo y dice representar a la Libertad.

            En lo internacional es coherente con su política fondomonetarista y de pago de la fraudulenta deuda externa. Está alineado con las políticas de guerra y genocidio del imperialismo yanqui, la OTAN y el sionismo de Israel. Ha sumado militares argentinos a la fuerza de 46 países liderados por EEUU para coordinar con Ucrania la guerra contra Rusia. Ha avalado el genocidio de Netanyahu contra Palestina, El Líbano, etc, y las agresiones contra Irán. Y en la Asamblea General de la ONU votará a favor del bloqueo yanqui contra Cuba, que también es genocidio.

            Todas estas canalladas contra los argentinos y los pueblos de América latina y el mundo no podría haberlas consumado solo. Las hace con el apoyo de Mauricio Macri y el PRO, de gran parte de la UCR e incluso de gobernadores peronistas como Jaldo (Tucumán), Jalil (Catamarca), Sáenz (Salta) y Passalacqua (Misiones), como se vio en el veto a las Universidades (y en la ley de Bases con ayuda de otros peronistas como Llaryora). Milei no podría haber vetado la ley de presupuesto universitario con sus 38 diputados; logró 84 y ese número se lo dieron esos socios, tan traidores a la Patria como los mismos fachos de LLA.

CAMINO PARA DERROTARLO

            En la oposición a Milei se libran duras polémicas sobre cómo enfrentarlo y derrotarlo.

            La primera y fundamental es si corresponde poner énfasis en las luchas obreras, de jubilados, universitarios, pueblos originarios, movimientos feministas, de derechos humanos, culturales, etc, o si hay que esperar a las legislativas de 2025 y las presidenciales de 2027 como apuesta Cristina. Venimos sosteniendo, desde que asumió el facho libertario, que debemos enfilar por el camino de la huelga, la marcha, el piquete, la asamblea, la ocupación de fábricas, oficinas y facultades, y demás formas de resistencia que se vayan creando al calor del enfrentamiento contra el mega ajuste y la entrega.

            Por suerte ese camino es cada día más transitado, ocupando los movimientos de jubilados el lugar de avanzada, junto a gremios combativos como ATE, Conadu H, Aceiteros, Sutna, Adiunsa, delegaciones de gremios docentes, movimientos piqueteros, comunidades indígenas, ecologistas, ahora también centros de estudiantes universitarios que venían medio dormidos, etc.

            Esta lucha se enfrenta a un enemigo de frente y a maniobras, en parte suyas, al interior del movimiento popular. El enemigo de frente es el gobierno y la represión de Patricia Bullrich, que junto al ministro de Defensa propuso incluir por ley a las Fuerzas Armadas en la represión interna. Las maniobras el enemigo en nuestro frente están plasmadas en la traidora cúpula de la CGT, que archivó el tercer paro general y está todas las semanas negociando la reforma antilaboral con el jefe de Gabinete, Francos, y el secretario de Trabajo, Cordero (directivo de Techint).

            El otro obstáculo es la borratina de aquellos que, como el kirchnerismo, La Cámpora y el Partido Justicialista, en sus versiones Unión por la Patria, Frente Renovador, CTA de Yasky, etc, se ausentaron en estos 10 meses de resistencia a Milei siguiendo la línea de fuga de Cristina. O bien dieron un tibio Presente y yéndose rápido de los actos “casualmente” antes que se produjera la represión policial, casos del 12 de junio y el 11 de septiembre pasados. 

            Los kirchneristas siempre acusaron a la izquierda de ser “funcional a la derecha”. La realidad mostró que la izquierda, el FITU, el PL y otras organizaciones luchamos contra la derecha, y en cambio aquellos dirigentes K fueron funcionales a Milei. Y en algunos casos -como los gobernadores y legisladores mencionados -, son socios y cómplices.

NO ES CON EL PJ SINO CON UN FRENTE ANTIFASCISTA

            Aclarado que la clave es la lucha de calles y de clases, el otro nudo a desatar es el de la orientación política, la conducción y organización necesarias para luchar y vencer. 

            En general la política burguesa enfatiza en una figura como si eso resolviera el grueso del problema (y encima proponen dirigentes como Cristina, pese a sus reiterados fracasos). Y no es así. Lo primero es seguir el camino de la lucha y no el de la conciliación, bajo varias formas. Una de las más lamentables fue la de Máximo Kirchner en un acto en La Plata, cuando dijo a los suyos que “hay que dejar de boludear, Milei ganó con el 56 por ciento de los votos y el veto es constitucional”. Hace días se abrió de la lucha estudiantil: “no hay otra forma de enfrentar el veto que hacer campaña para 2025”.

            Lo fundamental es la lucha, pero también es importante la batalla legislativa, legal, cultural, mediática, etc. Todo ayuda, sin perder de vista el factor decisivo de la lucha.

            Lo segundo es un programa político antiimperialista y antimonopolista: no pago de la deuda externa, ruptura con el FMI, aumentos de salarios, jubilaciones y programas sociales; más presupuestos para Educación y Salud, reactivación de la obra pública,  impuesto permanente a las grandes fortunas, control de precios a los monopolios de alimentos, más retenciones a los agroexportadores, estatización del comercio exterior y la banca, reforma agraria, anulación del RIGI y la defensa de los recursos naturales,  rechazo a las privatizaciones,  libertad de todos los presos políticos, juicio y castigo a Milei, Villarruel, Bullrich, Caputo, Mondino, Macri y demás traidores a la Patria; defensa de la soberanía en Malvinas, solidaridad con Cuba, Venezuela y Palestina; ingreso a los BRICS con China y Rusia, etc.

            Y lo tercero es formar un frente antiimperialista y antifascista, con el campo popular, la izquierda, FITU, sectores nak&pop, Grabois, Tupac Amaru, Encuentro Patriótico, FOL, MTR, La Dignidad, Convocatoria 2 Independencia, Rebelión Popular, OLP RyL, PC, etc. El PL tiene diferencias con estas orgas, pero hay que enfatizar en las coincidencias para formar un frente contra el gobierno fascista. Esta es la solución al drama argentino y no reflotar el sello del Partido Justicialista, con Cristina o Quintela (ver nota aparte). Ese PJ y esos mariscales de la derrota son parte de la crisis de la democracia dependiente que nos llevó hasta este abismo del fascismo.

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